SECCION ESPECTACULOS PAG. 40 BALAZO: PRIMERA Y REVERSA CABEZA: Cranberries, de cosecha irlandesa CREDITO: SERGIO MONSALVO C. The Cranberries son de un remoto rincon irlandes y producen un introvertido pop de guitarras encabezados por la sonadora cantante Dolores ORiordan. El hecho de ser de la provincia irlandesa los ha marcado. Segun el guitarrista Noel Hogan, "uno empieza con desventaja, porque en cuanto a la musica, toda Irlanda se agota en Dublin. Si uno es de ahi, tiene mas sentido probar suerte primero en Londres". Ellos enviaron demos a varias companias disqueras londinenses y fueron contratados por la Island Records. Se t rasladaron a la capital inglesa, la cancion Wheres Me Jumper? se convirtio en un exito y en tema de culto y ahi fue su despegue. Desde que editaron en Inglaterra su debut en CD Everybody Else Is Doing It, So Why Cantt We (Island, 1993) tambien se les ha tomado en serio en su patria. Conquistaron al publico casero mediante giras con The The, Suede, Duran Duran y luego solos. En su concierto mas reciente dado en Londres Dolores subio al escenario envuelta con una bandera estadunidense. ¨Humor o provocacion? Seguro una provocacion. Los ingleses fueron reticentes para aceptarlos, Estados Unidos no. Quiso mostrarles que estuvieron alla y les fue muy bien. Lo que The Sundays son para Inglaterra, The Cranberries son para Irlanda. La pieza Sunday es muy elocuente en este sentido. Al igual que en el caso de David Gavurin, una influencia obvia del guitarrista Noel Hogan es Johnny Marr, cuando estaba con los Smiths. La cantante Dolores ORiordan en sus interpretaciones parece padecer una ligera esquizofrenia al sonar a veces tan nerviosa como Sinead OConnor y luego tan serena como Harriet Wheeler. Tampoco los Cocteau Twins ni los Sugarcubes pasaron inadvertidos en Limerick, lugar de origen de los Cranberries, por lo cual Everybody Else Is Doing This, So Why Cant We? a veces suena como un popurri del rock independiente ingles (y de otros lares). Aunque suene paradojico, esto no afecta la belleza de canciones de Not Sorry, Linger, Still Cant y How, lo cual solo prueba de nueva cuenta que originalidad y calidad son dos cosas diferentes. Los Cranberries salieron bien parados con este debut, pero debieron tambien superar sus influencias para ganarse el derecho a la permanencia. Hubiera tenido que sufrir la burla general quien a fines de 1993 vaticinara que este grupo venderia 2.5 millones de ejemplares de su debut en CD a nivel mundial. Sin embargo, los estadunidenses el mayor mercado para el pop abrazaron a Dolores ORiordan como a una Sinead OConnor (aun sin romper las fotos del Papa). Despues de convertirse en estrellas con Everybody Is Doing It, So Why Cant We?, los Cranberries tratan un ano despues de consolidar el exito con No Need to Argue (Island, 1994). Este nuevo disco sin duda no resulta tan accesible como el anterior para el publico popero masivo. Al escucharse la primera vez no se encuentra nada que lo acerque realmente al oido. Sin embargo, no hay otro grupo que posea la misma capacidad de irse introduciendo poco a poco a la conciencia, de jugar con los sentimientos del escuch a. No Need to Argue es un digno sucesor, aunque seguramente causara polemicas. Las debilidades corren por cuenta de las poses afectadas de Dolores, que muchas veces recuerda las cabriolas vocales de la OConnor. Mientras tanto, los demas Cranberries, en primera instancia el guitarrista Noel Hogan, han progresado a grandes pasos. El pop guitarristico del debut, estrechamente emparentado con el estilo de los Sundays como ya se apunto, ha adquirido profundidad y variacion, desde el pesado muro de guitarras en temas como Zombie la pieza elegida como sencillo hasta los capullos folk de Dreaming My Dreams y Daffodils Lament. Por otro lado y juzgando por sus llamativos textos, Dolores ORiordan es una letrista especial. Escribe sobre la violencia de la guerra, el terrorismo y las armas (la mencionada Zombie), la poesia y el suicidio (Yeat s Grave) y su juventud de dudosa felicidad (Ode to My Family). Las letras contra el terrorismo son comprometidas, pero no se trata, propiamente dicho, de una condena. No es un discurso politico, solo la puesta en perspectiva de un problema. Cuando se le ha preguntado sobre como elige sus palabras, por su significado o sus asociaciones emotivas, Dolores ha dicho que nunca se plantea esa pregunta. Canta como suele hablar. Las palabras se dan en funcion del debate interno de los integrantes. .