SECCION ESPECTACULOS PAG. 40 BALAZO: SONIDOS CABEZA: La apertura de los hermeticos CREDITO: OSCAR SARQUIZ Tan largos y profundamente subterraneos son su origen y completa trayectoria, que a nadie podria culparsele de ignorar que R.E.M. fueron alguna vez un humilde grupito de bar, corriendo la legua en una camioneta destartalada mientras amacizaban su musicalidad y ponian a prueba su temple. Por lo menos una vez cada uno de sus integrantes (el cuerdo y realista baterista Bill Berry; el musicomano bajista Mike Mills; el quintaesencialmente garagero guitarrista Peter Buck; y el esquivo y reticente cuan activista y vehemente vocalista Michael Stipe) juro que dejaria la banda tras colmar su medida de abusos el camino. Pero han pasado 15 emocionantes anos, y ahi siguen, sobreviviendo incluso a la hubris de un retiro de los escenarios que, lejos de perjudicarlos como eventualmente paso son los Beatles, marco el despegue de su carrera con los subsecuentes albumes Out Of Time (1990) y Automatic For The People (1992). Evidentemente, R.E.M. vienen haciendo "algo" extremadamente bien, y aunque han repetido hasta el hastio que las siglas de su nombre no tienen ningun profundo significado (de hecho, insisten, ninguno), pareceria que ironicamente su interaccion grupal se asemeja en algo a ese misterioso estado de soporifera hipersensibilidad en que las ondas cerebrales cobran el profundo perfil llamado Alfa mientras los globos oculares se debaten furiosamente en el denominado movimiento ocular rapido, u onirico rapid eye move ment de donde pareceria derivarse su acrostico (de serlo). El hecho es que, retando la comprension no digamos de su audiencia, sino de los mucho mas irritables medios especializados, el cuarteto quintaesencial de Athens, Georgia, ha descrito una trayectoria ascendente tan impecable y arrolladora, que debe acreditarseles honoris causa el callado -bueno, farfullado- rompimiento de la mayoria de las reglas esenciales del exito rocanrolero posmercadologico. No en balde hasta el difunto Kurt Cobain los consideraba ejemplo a seguir: su hasta ahora impecable independencia destruye mas esquemas restrictivos que cualquier diatriba punketa o invectiva metalera; y ahora que habia quedado muy claro que R.E.M. es impredecible, vienen a estallar en anicos las expectativas de un album aun mas criptico y misantropico con un retorno frontal a sus raices rockeras que le brinda la oportunidad mas abierta de disfrutarlos a cualquiera que guste del rock en sus formas mas obvia s. ĻO es esta solo una impresion superficial? Tras escuchar en privilegiada premiere de petit comite siete de los temas que incluye Monster, quede sorprendido por la agresiva distorsion de las guitarras (MUY electricas, nada de mandolinas esta vez) de Buck, lo directo y llano de los ritmos de Berry, la asuncion de Stipe de su papel de vocalista que le permite enunciar las palabras con seguridad, y no como pucheriento nino reganado. Pero si antes fueron a veces inasibles de tan etereos, han logrado ahora un balance entre potencia e intriga que vuelve a indicar la direccion al rebano. El primer sencillo, Whats The Frequency, Kenneth?, se permite cuestionar muy sanamente el papel rector/redentor que se autoatribuyen frecuentemente los medios de comunicacion que promueven al rock castrandolo de pasada; y si a alguien sorprenden los palpables ecos del Velvet Underground en Crush With Eyeliner, es que de plano no tiene idea del origen del mas artisticamente prominente grupo norteamericano de hoy. Ecos, vibratos y distorsion contrapesados por Policiacos arpegios animan piezas como Bang And Bl ame y I Dont Sleep, I Dream, mientras Stipe se saca de la manga un inesperado falsete unisex en Tongue. La explicacion (?) de todo este fructifero experimentar que da tercamente una y otra vez en el blanco radica en la esforzada y casi angustiante realizacion del predecesor de Monster: la grabacion del hiperproducido Automatic llego a ser tan clavada y tediosa, que cerca de su conclusion los involucrados juraron que no volverian a meterse en tan conceptual y rebuscada camisa de once varas; en contraste, las sesiones de grabacion de su doceavo album se llevaron a cabo como si fuesen el documental de un ensayo general para la gira que venturosamente anuncian que haran al fin para jubilo de sus fans en todo el mundo. Asi, tocando en vivo, interactuando y lanzandose al vacio sin temor al error que mancharia una imperfeccion inalcanzable por inexistente, R.E.M. volvio a ser el germen de aquella bandita de fanaticos que no temian a malvivir, malcomer, maldormir y hasta maltocar ante una audiencia de solitarios ebrios con tal de perseguir su ideal rockero. Y eso precisamente es lo que contiene la docena de temas de este monstruo de album que, si desconcierta a sus mas fervientes admiradores, habra cumplido una de sus razone s de existir: demostrar de una vez por todas que R.E.M. estan vivitos, coleando, y saludablemente ajenos al negocio del espectaculo. No duermen, suenan, y aceptan compania. .