SECCION ESPECTACULOS PAGINA 40 BALAZO: CONVERSACIONES CABEZA: Michael Dorf, el arte de la vanguardia/ II CREDITO: XAVIER QUIRARTE En la entrega pasada, Michael Dorf, uno de los socios fundadores de The Knitting Factory, hablo en entrevista sobre los origenes del club neoyorkino donde se cocinan diversas tendencias de la musica contemporanea. Para concluir Dorf se refiere a la trascendencia historica del club, las grabaciones que se realizan durante los conciertos y los riesgos de trabajar con musica alejada de las tendencias comerciales. Existe cierto paralelo entre la labor que ha desarrollado The Knitting Factory en decadas recientes, con la epoca de oro del mitico club fundado por Max Gordon, The Village Vanguard. La comparacion, obviamente le complace a Michael Dorf. "The Village Vanguard es un gran club hitorico. Lei la biografia de Gordon y muchas noches me siento como si viviera lo que el experimento en los cincuenta. Bill Frisell, que toca aqui todo el tiempo, empezo trabajando en el Vanguard y dice que en ese lugar la historia del jazz brota de las paredes. Saber de toda la gente que se ha presentado alli lo hace un lugar muy especial. Con el tiempo se volvio conservador, pero creo que esta resurgiendo mas alivianado en los ultimos tiempos presentando a gente como Paul Motian". Pocos son los clubes dispuestos a aventurarse en nuevos terrenos musicales por temor a perder a su clientela, mucha de ella compuesta por turistas. "Si, lugares como el Blue Note o el Sweet Basil definitivamente son conservadores y estan alli para hacer dinero y ser parte de la industria del turismo. Programan talentos del jazz muy conservadores y si no se arriesgan mucho es porque esa no es su funcion. Pero si todos trataramos de arriesgar e hicieramos cosas aventuradas, ¨donde tocaria toda esa gente? Creo que las cosas estan balanceadas". Si bien existen similitudes con The Village Vanguard, la mentalidad con la que se maneja The Knitting Factory responde a necesidades propias de la epoca. "Si el Village Vanguard represento al avant garde de su tiempo, ahora la representamos nosotros, mas que los clubes de jazz del West Village. No hay duda. Es un tiempo diferente, otra realidad. Tener un club ahora es diferente que en los cincuenta. Somos una red que vende discos internacionalmente, hacemos videos y nos va muy bien en Japon y en Taiwan. Usa mos el desarrollo tecnologico para expandernos y en ese sentido somos diferentes. Somos un lugar para presentaciones como The Village Vanguard, pero nos hemos desarrollado en una verdadera organizacion para ayudar a que la musica salga. "Veo al club como una de las cinco formas para que la musica sea escuchada por la gente, porque aqui puedes oirla en vivo, pero tambien puedes oirla en tu casa en un cd grabado en vivo, o escucharla en la radio a traves de nuestras grabaciones. Incluso puedas escucharla en vivo en un festival que presentemos en alguna ciudad o puedes verla en television. Asi que de varias maneras intentamos que la gente escuche la musica, lo que creo que es muy diferente de otros clubes". The Knitting Factory ya es parte fundamental de la historia del jazz de los ochenta y los noventa. La observacion hace que Michael se sonroje e incluso tartamudee un poco. "Es muy halagador. Si..., me doy cuenta del impacto que tenemos.... No era la intencion hacerlo, solo fue suerte y el momento oportuno para que sucediera. Si logramos cambiar la musica, eso hace sentirme realizado, ademas de pagar la renta". Pero a Michael no solo le satisfacen sus logros personales, sino tambien el saber que su trabajo ha contribuido a que alrededor de The Knitting Factory se cree un ambinte para el desarrollo de musica con nuevas propuestas. "En 1994 en Nueva York hay otros clubes mas que de hecho programan muchas de las cosas que solo nosotros tocabamos durante un buen numero de anos. Esto demuestra que hay un ambiente saludable para la musica en estos dias, para sonidos mas experimentales y avant garde". A lo largo de once anos han quedado registrados para la historia varios de los conciertos presentados en The Knitting Factory, aunque no los que Dorf hubiera deseado. "Para hacer una buena grabacion en vivo requieres pagarle a un buen ingeniero, por eso no es posible grabar todas las noches, sin embargo lo he hecho el mayor numero de veces posible. Algunas veces los musicos quieren grabar en vivo y pagan por un ingeniero, lo que nos ha permitido recuperar varios conciertos. "El ano pasado editamos veinticino titulos, que son los que puedo manejar con nuestros recursos, pero solo son veinticinco noches de musica y quedan fuera trescientas cuarenta. De hecho en algunas ocasiones presentamos dos o tres conciertos interesantes en un dia, asi que eso te daria un millar de presentaciones por ano que deberian ser grabadas y solo puedo editar veinticinco. De acuerdo a las posibilidades tratamos de documentar el trabajo de Knitting Factory lo mas posible." Michael Dorf ha menejado la posibilidad de abrir una sucursal de The Knitting Factory en otra ciudad, pero el proyecto se ha detenido por falta de dinero. "Tengo planes para hacerlo, de hecho el proyecto esta en la computadora, listo para echarlo andar, pero se necesita un inversionista. Seria muy facil hacerlo en una ciudad que tuviera sentido, como San Francisco, Los Angeles o en Europa. Se requeriria de un socio, mientras que nosotros podriamos programar la musica. Tambien necesitariamos trabajar con gen te que viva en esa ciudad para desarrollar la comunidad de musicos locales, ya sea la ciudad de Mexico o San Francisco. Eso seria tan importante como llevar nombres internacionales". En un futuro no lejano, dice Michael, los desarrollos tecnologicos podrian permitirle llevar el control de otro club sin necesidad de desplazarse. "Tal vez si la tecnologia cambia y con fibras opticas puedo ver con camaras de video las cajas registradoras de San Francisco seria diferente, pero con la tecnologia que tenemos, mejor me dedicaria a hacer el marketing, la promocion, la programacion, y le daria la parte del bar y los alimentos a un socio de ese local. La cosa podria funcionar, pero tendria que en contrar a la persona idonea para hacerlo". Para Michael Dorf senalar alguno de los momentos mas memorables en la historia de The Knitting Factory no es tarea facil. Sin embargo, tras meditarlo unos segundos, accede a responder. "Para mi una de las ocasiones mas especiales musicalmente hablando fue el Mes de John Zorn, en el que cada noche se presento algo diferente. John cumplia cuarenta anos, asi que a lo largo de ese mes desarrollamos un proyecto diferente cada noche. Una noche fue Naked City, a la siguiente un dueto con Fred Frith y en la otra ej ecuto piezas de Hank Mobley. Cada noche fue fantastica; asisti a todas y fue magico. Ver a este artista con todo ese repertorio a los cuarenta anos, resulto fenomenal. Eso fue algo sorprendente. Para mi fue uno de los conciertos mas especiales." The Knitting Factory se ha consolidado, pero los riesgos son cosa de todos los dias, asegura Michael Dorf. "Todavia es muy arriesgado. Todo es arriesgado cuando presentas musica que no es muy comercial. Parte de nuestro exito es que hemos sido muy agresivos con esta musica que no es comercial, que es underground, o como quieras etiquetarla, para presentarla a un mayor numero de gente. Hemos sido muy constantes en eso". Al momento de escribir esta entrevista, The Knitting Factory ha cambiado su domicilio a la calle Leonard, casi esquina con Broadway, pero su propuesta desafiante sigue inalterable. Henry Threadgill, James Blood Ulmer, Dave Holland, Art Ensamble of Chicago, John Zorn, World Saxophone Quartet, Don Byron y Joe Lovano son algunos de los musicos que en noviembre y diciembre seguiran abriendo las puertas de la creatividad gracias al empuje de una veintena de personas comandadas por Michael Dorf. Y ese solo es el principio de una nueva etapa. .