SECCION CULTURA PAGINA 37 BALAZO: CABEZA: El abrazo de las culturas, el abrazo del Mediterraneo CREDITO: CARLOS FUENTES* Se me concede el gran honor de agradecer en nombre de todos los que hemos sido distinguidos en 1994 con los premios que, en vuestro nombre y bajo vuestro patrocinio, Alteza, distinguen ano con ano a hombres, mujeres y grupos que trabajamos en las areas de la comunicacion y de las humanidades, las artes, las ciencias, la investigacion, los deportes, la cooperacion internacional y, coronandolo todo, la concordia, que, nos dice Shakespeare, es la musica interior del ser humano. Es tambien esencia de la paz que, en su cantar, un gran rey y poeta que nos pertenece a todos, Salomon, le ofrece por igual a los que estan cerca y a los que estan lejos: paz para todos, los proximos y los lejanos, la humanidad visible, pero tambien la invisible, la olvidada, la marginada. Por eso, el Premio Principe de Asturias de la Concordia se le da este ano al recuerdo necesario, al porvenir imprescindible, a la edad mas entranable del ser humano: la ninez. Pero la ninez amenazada hoy en demasiadas calles del planeta. El tamano del honor es comparable a la dificultad de hacerme voz de un grupo tan rico, diverso, y, si, necesario, de talentos. Nos diferencia la profesion, la nacionalidad, la edad, el sexo. Sin embargo, nos dejo un canto coral a los vencedores olimpicos en el que se premiaba, conjuntamente, a los deportistas, a los musicos, a los poetas y a los estadistas. Virtud, valentia, fuerza y justicia, el uso moderado del poder, y la gloria que todo ello otorga, son los laureles que Pindaro atribuye a los vencedores de la primeras olimpiadas. Pero su poesia pertenece a un mundo que, desde la gesta homerica, era consciente de que, al lado de los triunfos de la paz, existian los horrores de la guerra. Ambos se disputaban el nombre de la gloria. Pero la gloria de la guerra, al perder su mascara, revelaba su rostro verdadero: la muerte. Que terribles palabras estas de Aquiles a su victima: Simone Weil, la gran filosofa judeo-cristiana, se sirve de este ejemplo para recordarnos lo que Homero ya sabia: El imperio de la violencia es infinito. Puede ser tan grande como la naturaleza. Imaginemos, lo ruego, este horror. Una violencia tan grande que se vuelve sinonimo de la naturaleza. Solo pueden disiparlo tres consejos: no admires el poder, no detestes al enemigo y no desprecies a los que sufren. Esta es la otra cara de la victoria olimpica cantada por Pindaro. Nuestro tiempo, privado de una cultura tragica, no ha sabido respetar estas advertencias. El siglo XX ha idolatrado el poder, ha destruido al enemigo con alevosia premeditada y cuasi-cientifica, y ha acumulado dolor y mas dolor sobre los hombros de los seres sufrientes. Hoy, al acercarnos al fin del siglo y del milenio, aprovechamos encomios tan exaltantes como este de Asturias para reflexionar sobre la necesidad de crear una civilizacion comun, diversificada, pero compartida; a fin de merecer nuestros premios y ser dignos de la gloria que nos dispensa la patria de Jovellanos y de Clarin, que con sus nombres nos indican cuan lejos pueden llegar el espiritu humano cuando lo ilumina el deseo de anadir belleza y verdad a la tierra. Una civilizacion comun Permitidme, Alteza, que ampare mis palabras esta noche con esos dos nombres de asturianos ilustres; Gaspar Melchor de Jovellanos, el pensador y estadista que mas lejos nos llevo por el camino de la razon y el buen gobierno, y Leopoldo Alas, Clarin, el novelista que mas lejos nos condujo por el camino de la imaginacion y la sensualidad. Razon y sensualidad, complementandose, sin sacrificio de la inteligencia o el placer humano. Que gran leccion de humanidad y belleza para nuestra civilizacion plural y compa rtida nos dan los pensadores y artistas asturianos. Una civilizacion comun: desde este techo de Espana, Asturias, montana levantada sobre los hombros del patriota rebelde, Pelayo, podemos esta noche distinguir claramente algo que nos reune a todos. Es la cultura del mediterraneo, el Mar Nuestro, el gran abrazo que nos abarca desde Israel, Palestina y el Levante, pasando por Grecia e Italia hasta Iberia y mas alla, pues las olas del Mediterraneo europeo llegan hasta el Mediterraneo americano que es el Caribe y el Golfo de Mexico, y alli fecundan una civilizacion de encuentros que habla castellano, ingles, holandes, frances y todos los cruces y mestizajes verbales nacidos en la plantacion y en el barco esclavista. El abrazo del Mediterraneo se extiende hasta sus riberas surenas, el Magreb y Egipto, y hasta sus limites nordicos, tributarios tambien, del Atlantico hasta el Baltico, de la filosofia griega, el derecho romano, la ciencia arabe y la religion judia. Hablo desde la tierra espanola donde todos estos valores se dan cita, otorgandole a esta ceremonia el significado de una conmemoracion y un reencuentro de culturas. No en balde coexistieron aqui, durante cinco siglos, cristianos, judios y musulmanes. No en balde se vio a si mismo san Fernando de Espana como descendiente de las tres culturas del libro; la hebrea, la islamica y la cristiana; hijo de los tres monoteismos mediterraneos, el rey santo hizo inscribir su tumba en Sevilla, por los cuatro costados, con las lenguas de una cultura diversa pero compartida; latin, espanol, arabe y hebreo. No en balde Alfonso X de Castilla, el Sabio, trajo a su corte a los intelectua les arabes y judios que tradujeron al espanol la Biblia y el Coran, la Cabala y el Talmud. La futura prosa de Espana, la que nos une a 400 millones de hombres y mujeres en Espana y las Americas, desde Mexico hasta Chile y Argentina, sin olvidar los 30 millones hispanohablantes en Estados Unidos proviene de la corte de Alfonso y es, en esencia, el lenguaje de las tres culturas. Que gran ejemplo para los anos de intolerancia, persecucion y exilio que siguieron! Que gran advertencia para que nunca mas degrademos nuestra humanidad en la barbarie del racismo y la xenofobia! ¨Sabremos identificar de nuevo un destino comun para la humanidad, sin sacrificio de los aportes singulares de cada pueblo? A los pueblos de ambos Mediterraneos, el de aca y el de alla, el de Beirut, Tel Aviv y Jerico, y el de Veracruz, Cartagena de Indias y Nueva Orleans; el de Alejandria, Tunez y Argelia, y el de Puerto Rico, Nicaragua y Panama; el de Palermo, Barcelona y Venecia, y el de Puerto Cabello, Santo Domingo y Santiago de Cuba, a todos nosotros nos corresponde comprobarlo; como los aqui premiados, debemos saber lo que nos distingue y decir lo que nos une. El pensamiento hispanoamericano Fueron esta lengua y esta cultura compartidas las que cruzaron el Atlantico para llevar el abrazo mediterraneo hasta las costas americanas y proseguir alli, mas alla de los crimenes de la conquista y los abusos de la colonizacion, una civilizacion activa y desafiante, una contraconquista y una descolonizacion hecha por criollos, indios, mestizos, negros y mulatos que unieron su propia palabra a la lengua de Espana y en ella descuhrieron que una buena tercera parte de nuestro vocabulario es de origen arabe: acequia, almohada, alberca, azotea, aljibe, alcazar, alcachofa, limon, naranja y !ole!, que la mitad de nuestra religion es israelita del Genesis al Libro de Daniel y que en nuestro pensamiento espanol e hispanoamericano no podemos separar al cristiano san Isidoro, al judio Maimonides y al arabe Averroes. No habria Libro de buen amor del arcipreste Juan Ruiz sin El collar de la paloma, de Ibn Hazm de Cordoba, y sin ambos, no habria escrito el judio converso Fernando de Rojas la obra auroral de la ciudad renacentista, La Celestina. Me cuenta Gabriel Garcia Marquez que un dia llego al aeropuerto de Teheran y los omnipresentes periodistas le preguntaron cual era la influencia de la literatura persa en su obra. Sorprendido por un instante, el autor de Cien anos de soledad, iluminado p or el Espiritu Santo, respondio: ¨Existe narrador que no sea hijo de Sherezada, es decir, de la mujer que cada noche cuenta un cuento mas para ver una manana mas y aplazar, asi, la muerte? De igual modo, no podemos separar la obra de Jorge Luis Borges de las grandes construcciones morales e ideales del judaismo; la Cabala que rige los destinos entrelazados de Tl”n, Uqbar y Orbis Tertius, y el Talmud, que es la guia para extraviarse, delectablemente, en el jardin de senderos que se bifurcan. America envia de regreso a Espana, desde el siglo XVI, las carabelas verbales para surcar un nuevo Mare Nostrum; las cronicas espanolas de Bernal Diaz, las cronicas indigenas de Guaman Poma de Ayala y las cronicas mestizas del Inca Garcilaso de la Vega, quien nos advierte a todos desde el Peru virreinal: A Mexico vienen de Espana Gutierre de Cetina y Mateo Aleman, desde Mexico llega a Espana Juan Ruiz de Alarcon y desde entonces el flujo mediterraneo no ha cesado; tanto le debe Espana al nicaragense Ruben Dario como America al granadino Federico Garcia Lorca, como Espana al chileno Pablo Neruda como America, nuevamente, a los poetas del exilio espanol. Basta esta memoria para entender que nuestra cultura es dos cosas: peregrina y mestiza. Mezcla de muchas razas y culturas; esta es la razon de su continuidad y su fuerza. Pero tambien fruto de muchos exilios, migraciones, trasiegos; este es el impulso de su dolor, su coraje y su virtud. Cultura mestiza, cultura migratoria. Hoy ambas cualidades estan en peligro y ello ocurre en el momento en que, despues de cincuenta anos de esteril guerra fria, las ideologias excluyentes le ceden el lugar a las culturas incluyentes, largo tiempo postergadas porque no caboan en el refrigerador bipolar del confl icto Este-Oeste. Las culturas como protagonistas de la historia. No estamos acostumbrados a este desafio, sobre todo cuando, hoy, las culturas son portadas no solo por sus escritores y artistas, no solo por sus empresarios y estadistas, sino por sus trabajadores, los obreros que emigran obedeciendo a la demanda del mercado y rompiendo la maldicion de la pobreza. Nuestras culturas peregrinas se han universalizado, se mueven ahora en vastas corrientes del Sur al Norte y del Este al Oeste; con ellas viajan los trabajadores y sus familias, sus oraciones, sus cocinas, sus memorias, sus maneras de saludar y cantar y reir y sonar y desear, desafiando prejuicios, reclamando la equidad junto con la identidad; mantener su propio perfil cultural para enriquecer las identidades nacionales a las que se integran en un mundo movil, determinado por la comunicacion instantanea, la velocidad tecnologica y el flujo de los mercados, tanto del capital como del trabajo. ¨Podemos negarle, en un universo de tan rapida mutacion, el derecho de existir a herencias seculares que pueden convertirse en contribuciones esenciales, acaso salvadoras, para un futuro que aun desconocemos, que se nos escapa todos los dias, tan complejo como imprevisible? Pasado y porvenir Vivimos hoy, como lo escribio el poeta romantico frances Alfred de Musset, inclinado sobre el fin de la era napoleonica, con un pie sobre las cenizas y otro sobre las semillas. No sabemos separar el pasado del porvenir, ni debemos hacerlo; ambos nos acompanan en el presente. Entre la ruina y el surco, nuestro brevisimo siglo XX que se inicio en 1914 en Sarajevo fue un siglo de progreso inigualable junto a una desigualdad incomparable. El mayor avance cientifico y el maximo retraso politico. El viaje a la Luna y el viaje a Siberia. La gloria de Einstein y el horror de Auschwitz. La persecucion implacable contra razas enteras, la guerra no contra los ejercitos, sino contra los civiles, seis millones de judios asesinados por el nazismo, dos millones de vietnamitas muertos en guerras coloniales y cuarenta mil ninos que mueren todos los dias en el Tercer Mundo, muertes innecesarias. Autodeterminacion para algunos pueblos, pero no para otros, a veces vecinos de aquellos, y una ironia digna de Orwell; todas las naciones son soberanas, pero algunas son mas soberanas que otras. Hacen falta organizaciones internacionales renovadas que reflejen una nueva composicion mundial; doscientos Estados independientes en 1994, no 44 como al fundarse la ONU en 1945; pugna de jurisdicciones transnacionales, nacionales, regionales, tribales; oposicion entre la aldea global y la aldea local, entre la aldea tecnologica de Ted Turner y la aldea memoriosa de Emiliano Zapata, entre el alegre robot que vive en el penthouse y los idolos de la tribu que sobreviven en el sotano; transito doloroso de una economia de volumen a una economia de valor, con el sacrificio de millones de trabajadores, victimas de la siguiente paradoja; productividad mayor con mayor desempleo; y una red mundial de informacion que informa muy poco porque hemos perdido la relacion organica entre experiencia, informacion y conocimiento; explosion de la informacion, implosion del significado. Todos estos conflictos son, al mismo tiempo, oportunidades, porque, al fin y al cabo, pueden ocasionar contacto, intercambio, dialogo; concordia, imaginacion y humanidad para ese mundo unico que previo el Inca Garcilaso y que hoy nos obliga a reconocernos en una problematica comun; hay mendigos en Birmingham, Bogota y Boston. Hay gente sin hogar en Londres, Lima y Los Angeles. Hay un Tercer Mundo dentro del Primer Mundo, pero los problemas de la mujer y del anciano, la educacion, el crimen, la violencia, la droga, el sida, las epidemias, no distinguen entre primer, segundo, tercero o cuarto mundos. Igual mueren ninos asesinados por vigilantes en las calles de Rio de Janeiro que ninos asesinados por otros ninos en los guetos de Chicago, que ninos asesinados al azar por el tiroteo entre pandillas en Nueva York. Si, mundo solo hay uno; esto nos dicen, con la esperanza y la voluntad, todos los artistas, estadistas, deportistas y cientificos hoy premiados. Pero sobre todo, Alteza, los tres premios de la Concordia; los Mensajeros de la Paz de Espana, el Movimiento brasileno de los meninos da Rua y la organizacion britanica Save the Children. La voluntad politica nos ha demostrado que es posible reducir el imperio de la violencia y darle un rostro actual al deseo homerico de respetar al antiguo enemigo y de amar a quienes sufren la historia. Africa del Sur y el Medio Oriente hoy, con suerte Irlanda y el Caribe manana, son ejemplos de que las vias de la diplomacia y el dialogo vuelven a ser transitables para evitar la violencia y restablecer la fraternidad. Celebramos esta noche a los hombres y mujeres del futuro, como nos ha pedido a todos Simon Peres, que lo seamos. Yasir Arafat e Isaac Rabin honran esta noche a nuestra humanidad diversa pero compartida; ensanchan aun mas el abrazo del Mediterraneo y nos dan a todos ese reposo que Moises encontro al llegar a su suelo, dejando de ser gresar... Majestad, Alteza, senoras y senores: Quisiera introducir una muy breve nota personal para finalizar estas palabras: Interpreto todo premio que se me da como un premio para mi pais, Mexico, y la cultura de mi pais, fluida, alerta, no ideologica, parte inseparable del dramatico proceso de transicion democratica y afirmacion de los valores de la sociedad civil, que vivimos hoy, con esperanza decidida, 90 millones de mexicanos. A mi patria y a sus valores hago acreedores del Premio Principe de Asturias de las Letras. Pero a traves de Mexico y la civilizacion mexicana, me uno, con todos ustedes, a la civilizacion asturiana de Jovellanos y de Clarin, que son asturianos porque no le tuvieron miedo al riesgo de la creacion politica y artistica, economica y moral. Seamos dignos de ellos y dignos de Asturias. Y a partir de Asturias y Mexico, me uno, con todos ustedes, a la celebracion de una cultura para el siglo nuevo; cultura de inclusiones, jamas de exclusiones; cultura que disminuya el imperio de la violencia y aumente el de la paz; cultura, en fin, al servicio del valor supremo, que es la continuidad de la vida en este planeta. (De El Pais para El Nacional) Discurso pronunciado por el escritor Carlos Fuentes al recibir ayer el Premio Principe de Asturias 1994. .