SEC. INF. GRAL. PAG. 6 CINTILLO: RAZONES CABEZA: MRM: PRI; la responsabilidad de las decisiones CREDITO: JORGE FERNANDEZ MENENDEZ* Es obligado regresar a un debate que ha dejado sorprendido no solo a buena parte de la clase politica, sino tambien al conjunto de la sociedad: el que enfrenta al subprocurador general de la Republica, Mario Ruiz Massieu, con la dirigencia nacional del PRI, sobre todo con Ignacio Pichardo Pagaza y con la enorme mayoria de los legisladores del partido tricolor, particularmente con la actual senadora Maria de los Angeles Moreno, hasta el 1 de noviembre pasado lideresa de la Camara de Diputados, cuando se recibio la controvertida solicitud de licencia de Manuel Munoz Rocha. Mario Ruiz Massieu ha sido implacable respecto a los dirigentes priistas y quizas el punto culminante de su denuncia haya sido elcomunidado del lunes en la noche cuando volvio a acusar a Maria de los Angeles y a Pichardo y sostuvo que tendran que explicar ante la sociedad y los militantes del tricolor la supuesta actitud de obstruccion de justicia que, segun el procurador ejercieron ante el asesinato de Jose Francisco. Lo cierto es que ayer Maria de los Angeles Moreno subio a la tribuna del Senado a responder a Ruiz Massieu y a exigirle que presentara las pruebas de sus acusaciones o las rectificara. Recordemos que hace una semana, cuando Maria de los Angeles quiso subir a la tribuna a responderle a Ruiz Massieu, Fernando Ortiz Arana, presumiblemente por instrucciones del presidente Salinas, le solicito no hacerlo. Horas despues el subprocurador fue citado por el presidente Salinas de Gortari para un encuentro privado del que no conocimos, al momento de escribir esta columna sus resultados. Pero los conoceremos hoy, si, como se ha informado e incluso anunciado de una forma sorprendente (con anuncios de media plana en los periodicos), Mario Ruiz Massieu da a conocer su informe sobre el curso de la investigacion del asesinato de su hermano Jose Francisco. La forma y el fondo que ha buscado el subprocurador para dar a conocer ese informe resultan del todo desafortunadas. No se puede cuestionar que el subprocurador ha realizado esta investigacion bajo el signo de una encrucijada familiar y politica, profesional y personal, de muy dificil decision. Pero algo ha sucedido con la propia marcha de la investigacion que lleva a cuestionar la imparcialidad con que se lleva la misma. En este mismo espacio hemos insistido en muchas oportunidades en que ha habido de to das las partes involucrradas, demasiadas confusiones, demasiados intereses que han impedido que las investigaciones se dieran, pasado el momento inicial de la detencion de los directamente involucrados (lo que ya de por si constituia un exito notable), con la objetividad y transparencia con que ello era deseable. Pero en el informe que el propio Ruiz Massieu proporciono el lunes a la comision de la Camara de Senadores, se dice que algo que resulta especialmente preocupante: que dicha investigacion ha llega do al limite de lo estrictamente policial para quedar en manos de decisiones politicas. No podemos estar de acuerdo con esa tesis de Ruiz Massieu y creo que alli esta el centro del actual conflicto: el subprocurador de Justicia, el hombre que incluso durante algunas horas, hace unos meses, se habia decidido que fuera el Abogado de la Nacion (en reemplazo de Diego Valades) posicion que no alcanzo porque debido a su paso por la embajada de Mexico en Dinamarca no cumplia, en una interpretacion estricta de la letra constitucional, los requisitos de residencia para ese cargo, no puede confundir la aplicacion de la ley con decisiones politicas. Las mas amplias mayorias sociales han apoyado el curso de la investigacion y se han solidarizado con el dolor y el deseo de justicia de la familia Ruiz Massieu (especialmente de Fernando y sus hijos) pero, por eso mismo, esa investigacion no puede caer en los limites actuales: la imparticion de justicia debe demostrar sus acusaciones y si estas son reales obrar en consecuencia. Si lo que esta sucediendo dia con dia en nuestro pais es una demostracion de la exigencia que implica la mas amplia reforma del sistema de imparticion de justicia, tambien es verdad que la politizacion de la que se ha contagiado la investigacion del asesinato de Ruiz Massieu es, como la otra cara de una misma moneda, una demostracion de aquella exigencia. Creo que Maria de los Angeles Moreno tiene razon en su demanda de ayer desde la tribuna de la Camara de Senadores: si Ruiz Massieu tiene pruebas sobre la complicidad de quien sea en el asesinato de Jose Francisco, debe presentarlas y si no retractarse de las acusaciones que haya presentado. Si esas pruebas existen, Mario desmentira estas afirmaciones y habra demostrado la verticalidad de la investigacion. Si no es asi, sera una carga ideologica que la propia investigacion de un crimen que practicamente todo mundo coincidimos en senalar con un movil politico, no puede no debe admitir. Si las pruebas con las que se cuenta no tienen valor legal (como lo serian las grabaciones de conversaciones telefonicas supuestamente en poder de la Subprocuraduria) Ruiz Massieu no deberia presentarlas so pena de rebajar su propia responsabilidad institucional. No se puede aspirar a representar el sistema de justicia valiendose de armas no legales. En esto tambien es vigente aquello de que la forma es fondo. Pero a esto se ha sumado otro problema que no puede ignorarse y que ya hemos senalado: la propia situacion se ha prestado a dos interpretaciones confluentes. Primero, a hacer mas fuertes a los sectores mas duros, mas refractarios al cambio del sistema. Pocas cosas contribuyen mas al fortalecimiento de la unidad interior en torno a sus sectores duros, de cualquier institucion que un ataque externo que se ejerza en forma global. Segundo, que si no se deslindan con claridad las acusaciones politicas de las legales (en otras palabras: si la Subprocuraduria no confirma el contenido de sus comunicados con pruebas) la investigacion queda supeditada a la impresion que priva en circulos crecientemente importantes de que se trata de un juego politico, de una estrategia con fines politicos. Y es que muchos sectores, particularmente aquellos que estuvieron muy cerca de la campana de Luis Donaldo Colosio y la del propio Zedillo, recuerdan las analogias de esta situacion con la sucedida entre el 28 de noviembre y fines de mayo, cuando, cada vez que se producia un hecho importante en dichas campanas el entonces comisionado por la Paz, Manuel Camacho, lo opacaba con una denuncia tronante o una conferencia de prensa. Como, cada vez que se abordaba el tema Chiapas y su propia labor, el ex regente decia contar con todo el respaldo del presidente Salinas hasta que ya no lo tuvo. No en vano, ayer, en la comitiva que acompana a Ernesto Zedillo se aseguraba que el enfrentamiento Ruiz Massieu-PRI no constituia, sin duda, el punto mas importante de la agenda del futuro presidente en este momento. Se insistia en que este es un problema que tiene dos instancias de decision: el Procurador General (que debe ser el responsable de la actuacion de su subprocurador) y la propia presidencia de la Republica, para los cuales si este debe ser un problema central. Pero se agregaba con bastante precision y determinacion que "seria una irresponsabilidad no darle un estricto seguimiento". Porque, como en lo demas, por ejemplo Chiapas, las convicciones de Zedillo es que las decisiones (y otra vez la forma y el fondo se identifican), se tomaran a partir del 1 de diciembre. Cuando le corresponda adoptarlas. *Director Adjunto de El Nacional .