SEC. INF. GRAL. PAG. 14 CINTILLO: Anoranzas y Remembranzas CABEZA: La Flor de Mexico CREDITO: Andres Henestrosa* Hubo, desde principios de siglo hasta hara diez anos, en la esquina de Venustiano Carranza y Bolivar, contraesquina del reloj arabe y frente por frente del bar "El Gallo de Oro", un cafe y pasteleria llamado "La Flor de Mexico": el mas selecto, elegante, pulcro de su tiempo y rumbo: el preferido de la vida literaria, intelectual, artistica de la ciudad. Al lado del local, se encuentra la llamada "Casa de Bolivar", dizque porque ahi se hospedo el joven de 14 anos, Simon Bolivar, en los inicios del siglo pasado; casa que era de don Atenor Sala, rico tabasqueno en los tiempos que anoro y rememoro. Ahi, se dice, "la Gera Rodriguez", dio al futuro Libertador, la primera catedra amorosa. Ahi, en los inicios de los anos 30, los derrotados vasconcelistas, don Atenor Sala -"Don Antesala", le llamabamos- por anfitrion, tuvimos nuestras tertulias literarias y el ciclo de Lecturas y Conferencias, que bajo el rubro "La Escena Contemporanea", inspirada en el titulo de un libro del peruano Jose Carlos Mariategui -ahora se conmemora 100 anos de su nacimiento-, impartiamos Herminio Ahumada, Salvador Azuela, Alejandro Gomez Arias, Andres Iduarte, Manuel Moreno Sanchez, yo, y alguno otro que ahora mismo no recuerdo el nombre. Como todos, excepto Iduarte, vasconcelistas, los temas eran de orden politico, electorales; universitarios: la autonomia universitaria, ganada en gran parte por nosotros, la habiamos perdido en manos de los que fueron sus enemigos, maestros y estudiantes. Hay que recordar que vasconcelismo y autonomia universitaria fueron movimientos simultaneos, inseparables: algunos de sus maximos conductores eran vasconcelistas. No todos estuvieron con nosotros, pero, si, todos con la autonomia. Pasados los anos, cuando ya fue una gloria haber sido partidario de Vasconcelos, aceptaron y aun proclamaron haberlo estado. El tema de mi conferencia, o lectura, del ciclo que he dicho, fue: "Mision de la Universidad", comentario al libro de ese titulo de Jose Ortega y Gasset, el escritor espanol mas leido por los jovenes de la generacion del 29, como la bautizaron el propio Jose Vasconcelos y Baltasar Dromundo, otro heroe de aquellas derrotas. En La Flor de Mexico, los domingos del ano 28, reproducidos en el suplemento literario de El Universal, leimos Antonieta Rivas Mercado y yo los capitulos de El aguila y la serpiente, de Martin Luis Guzman. Veo y oigo a Antonieta leyendo en voz alta; la recuerdo patente suspender la lectura para comentar un pasaje y referirlo a un autor del pasado remoto: a Salustio, Josefo, Tuscidides. Nino, asi se escribe, me decia. Manuel Rodriguez Lozano, casi siempre presente, recordaba sus dias de Espana, en donde entonces vivia Martin Luis Guzman. Julio Castellanos, Xavier Villaurrutia y algun otro del team de Antonieta caia una que otra vez por La Flor de Mexico. Todo se fue. Todo llego al lugar de su reposo y su quietud... Todo sino yo, en espera, que es como en mi idioma se dice vivir. *Escritor y periodista .