SEC. INF. GRAL. PAG. 7 CINTILLO: ACOMPAnARON DIANA LAURA SUS FLORES PREFERIDAS CABEZA: En la oprimente atmosfera de la capilla funeraria, la risa de la pequena Mariana CREDITO: GABRIEL ANDRADE SANCHEZ Hija, para descansar es necesario dormir, no pensar, no sentir, no sonar... -Madre, para descansar, morir. (MACHADO) En el oprimente ambiente de la capilla funeraria donde Diana Laura, ya sin saberlo, recibio la despedida ultima, de su paso por la tierra, de parte de aquellos que la conocieron, resono, por encima de sollozos, murmuraciones y palabras de resignacion, la risa fresca, abierta, total, de la pequena Mariana que, ajena a la desgracia, acompanaba a su madre. La nina, producto del amor de Luis Donaldo y Diana Laura respondia, con la inocencia de su ano y medio de edad, a mimos y caricias. "Mi mama, mi mama" preguntaba y sonreia; no tenia respuesta pero se veia feliz; y eso si lo sabia su mama. Luis Donaldo II, el otro hijo, el primogenito de la pareja que en unos meses paso de la gloria terrenal a la tragedia inesperada, a la gloria eterna, supo, a sus nueve anos, asumir con entereza su destino. Como todo nino, trataba de sonreir, de jugar con sus tios con sus primos, pero Jaime Serra, el secretario de estado que lo saludo, lo acaricio y reconforto, comento a Pedro Aspe, otro secretario de estado que de pronto encontro a su lado. -Pobre Luis Donaldo es el que estaba como...como...como... Y no encontro la palabra apropiada, la sustituyo con un gesto de desesperanza, de resignacion, de impotencia, como si quisiera en ese momento poder revivir a los padres idos para volverlos con sus hijos. Mejor callo y bajo la mirada. Luis Donaldo II estaba triste y eso tambien lo sabia su mama. Diana Laura, como toda madre, dedico sus postreros pensamientos a sus hijos. Su ultima voluntad es que queden al cuidado de su abuela, asi que seguramente se iran a vivir a Monterrey con la senora Hilda Reyes de Riojas, madre de Diana Laura. No por esperado el fallecimiento de Diana Laura fue menos doloroso. Su partida causo hondo dolor, sobre todo entre las familias Colosio y Riojas, que ahora deben sobrellevar un dolor duplicado. El crimen no aclarado de Luis Donaldo Colosio Murrieta, acelero el fallecimiento de Diana Laura. El doctor Misael Uribe Esquivel, quien la atendio en sus ultimos momentos, dijo al informar de su muerte, ocurrida a las 9:15 horas de ayer: "los tragicos acontecimientos de marzo mermaron aun mas sus condiciones generales". Asi que los asesinos de Colosio, son doblemente asesinos y hoy, mas que nunca, urge encontrar a los autores intelectuales del homicidio del politico de Magdalena de Kino, comentaron en diversos tonos, amigos, familiares y gente del pueblo que acompanaron a Diana Laura en el dia de su muerte. Gente que simple y sencillamente pedia justicia! Claro, Diana Laura era una reconocida figura publica que se habia ganado el carino, el respeto y la admiracion de los mexicanos, sobre todo por el memorable discurso que pronuncio en las exequias de su amado, sacrificado por motivos aun no aclarados. Los poetas no se equivocan Por eso, desde la duena de la miscelanea, el empleado, la comerciante, hasta los prohombres de empresa, los dirigentes de partidos politicos, los secretarios de estado, el Presidente de la Republica se hicieron presentes. El Presidente Carlos Salinas de Gortari llego al hospital donde Diana Laura paso sus ultimos momentos de vida apenas una hora despues de que esta habia fallecido. Despues de ofrecer en privado el pesame a familiares y amigos de Diana Laura, dijo, antes de retirarse, que en medio de la tragedia es bueno saber que Luis Donaldo y Diana Laura estan ya juntos, y de los ninos, afirmo que nunca estaran solos. El primer mandatario suspendio parte de sus actividades para acompanar nuevamente a las familias Colosio y Riojas en la capilla, donde reitero sus declaraciones matutinas. Ya en la agencia funeraria, a donde arribo el feretro con los restos mortales de Diana Laura poco despues del mediodia, comenzo el desfile de dolientes, algunos parecian sinceros, otros no tanto. Entre los primeros estaban gente del pueblo, desconocida, anonima, que exgia justicia para la familia. Entre los segundos se distinguian los politicos, esos que no pierden la compostura aun en los momentos mas tensos. Esos que invariablemente se saludan, se palmean, hacen citas para despues y se alejan despreocupados luego de haber cumplido un compromiso mas de la agenda. Esos tambien pedian justicia, pero como que no sonaba igual en ellos esa misma palabra: justicia! El desfile de "personalidades" fue largo. Fernando Ortiz Arana, Gustavo Carvajal, Ignacio Pichardo, Maria de los Angeles Moreno, Hugo Andres Araujo, Emilio Gamboa Patron, Humberto Roque Villanueva, muchisimos gobernadores, casi todos los secretarios de estado, Emilio Azcarraga... La capilla A, la misma donde fue velado el cuerpo de Luis Donaldo Colosio, acogio ahora el feretro gris metalico que envolvia a Diana Laura. Apenas dos lamparas votivas rojas, dos coronas recargadas en la pared, dos arreglos florales al frente, una pequena Vigen de Guadalupe en la pared del lado derecho y un enorme arreglo de alcatraces, las flores preferidas de Diana Laura, adornaban la capilla, que resulto insuficiente. Hasta alla logro colarse la senora Lucy Miranda, comerciante de articulos religiosos en Coyoacan. Consiguio hablar con los familiares mas cercanos de Diana Laura, pidio y obtuvo el permiso para rezar un rosario por el eterno descanso de aquella que no conocia, pero sabia que era buena. Su voz, entrenada en las lides religiosas, arrastro a los presentes. Fue el primer rosario, luego vendrian mas y hasta una misa de cuerpo presente en la que el pequeno Luis Donaldo fungio de monaguillo. Lucy Miranda, antes de despedirse, dijo que fue un impulso interior el que la movio a orar por Diana Laura. A los politicos, solo les interesa el poder y no vale la pena estar bien con ellos, lo importante en este mundo es estar bien con Dios, sentencio. Dia y noche continuo la peregrinacion ante los restos mortales de Diana Laura que hoy seran trasladados a Magdalena de Kino donde reposaran, eternamente, junto al hombre que en vida amo. Luis Donaldo Colosio Murrieta y Diana Laura Riojas Reyes se fueron, su materia se disolvera, pero la vida es inmortal. Ya lo dijo Manuel Acuna: "Que al fin de esta existencia transitoria, a la que tanto nuestro afan se adhiere, la materia, inmortal como la gloria, cambia de forma pero nunca muere." Luis Donaldo y Mariana son la prueba, los poetas no se equivocan. .