PG. 27 SECCION: INTERNACIONAL CABEZA: FRANCIA II: EL HEREDERO CREDITO: IKRAM ANTAKI La mejor manera de perder unas elecciones, es correrlas cuando se esta en el poder. Nada resiste a la usura de la cotidianidad en la administracion de los hombres (en el amor tambien). Cada desempleado, cada excluido se transforma en enemigo personal del dirigente politico. Edouard Balladur llego en marzo de 1993, despues de que unas elecciones arrolladoras trajeron a la Camara la mayoria, la mas amplia que haya conocido la quinta Republica. Despues de los escandalos de los socialistas, la derecha llegaba e n estado de gracia, y el primer ministro Balladur parecia flotar encima de una nube consensual, que quitaba a Francia la reputacion del pais mas inteligente del orbe. Inauguro el discurso inodoro, insaboro y blando. Y el pueblo jubilaba, contento. Decia: "Despues de la lluvia, el buen tiempo", y los sondeos agujeraban el techo. Cualquier bobada estaba llevada al rango de filosofia kantiana. Aquel mismo marzo 92, en una cena que tuvo lugar entre el triunfo de la derecha y el nombramiento del nuevo gabinete, un futuro ministro me susurro en la oreja": No es que la derecha sea mas honrada que la izquierda, lo que pasa es que saquea con mas clase. Ha aprendido el arte de la discresion". Hoy, el estado de gracia parece haberse terminado. Un ministro del gabinete Balladur esta en la carcel, otros cuatro se encuentran bajo sospecha. Estos muchachos bien se han hundido en los negocios sucios como unos vulgares socialistas y, para colmo, la derecha esta dividida: dos amigos de siempre -el primer ministro Balladur y el presidente de la mayor formacion de la derecha- el RPR, el alcalde de Paris Jacques Chirac, son ambos candidatos a la Presidencia (mayo 95). Treinta anos de complicidad se rompieron la nariz frente a la suprema ambicion y, manana, uno de los dos tendra que retirarse si la derecha no quiere ver un presidente socialista suceder a otro presidente socialista. Y es que menos de dos anos de oposicion bastaron a los socialistas para recomponerse una virginidad... y encontrarse un candidato en oro masizo, capaz de ganarle al mas colmilludo, blanco que lava mas blanco que cualquiera, que podria competir por las voces de la izquierda y quitarle a la derecha las voces del centro. Esta ave rara, salvador de la social-democracia francesa, es Jacques Delors -69 anos-, presidente de la Comision de la Comunidad Europea. Habia nacido entre las dos guerras, en una casa donde reinaban las virtudes clasicas de la pequena burguesia catolica: ahorro, trabajo y moderacion. Aun hoy, al cabo de una vida llena y exitosa, Monsieur le President sigue viviendo con una modestia cercana a la austeridad. Su padre era empleado en el Banco de Francia y sonaba para su hijo con una vida hecha de seguridades y de jerarquias. Delors sonaba entonces con ser cineasta. El padre ganara: en aquella epoca lejana, los padres ganaban siempre. El pequen o Jacques ingreso al banco y, como era concienzudo, se puso a hacer, como se debe, un trabajo que no le gustaba. Para escapar a eso que parecia ser un destino, le quedaba el arduo camino de los autodidactas... y, despues de 17 anos de leales servicios, a pesar de la ira de su padre y la ira del "gobernador" (el director del banco), maestro Jacques renuncia a un plan de carrera dibujado en lineas rectas, para ir a trabajar al Ministerio de Planificacion". Fue la epoca mas feliz de mi vida profesional. No ten ia el poder, pero podia influir en el poder, en el punto de encuentro de las fuerzas sociales, economicas e intelectuales". En 1969, el primer ministro Chaban-Delmas (otro Jacques) lo llama. Por su oficina desfilaban los mejores sujetos de la Republica, y habia quedado impresionado por su solidez. Delors ingresa al equipo del primer ministro, patriarca de la muy conservadora ciudad de Bordeaux, y que habia sido durante la guerra el mas joven general, entre los companeros de De Gaulle, libertadores de Franci a. Este paso por la derecha, los socialistas se lo cobraron caro. Habia ingresado al PS en 74. Su formacion, su cultura, su pasado le valieron ahi una buena cantidad de humillaciones. En cuanto a Mitterand, lo habia conocido a finales de los 50. Sus relaciones fueron complicadas. De una susceptibilidad enfermiza, Delors sacaba, por un si, por un no, el arma de la renuncia. "Jamas podra se Presidente, decia de el Francois Mitterrand, porque no tendra entonces a quien renunciarle. "Sin embargo, al ser elegido Presidente de Francia, en mayo del 81, lo llama y lo nombra ministro de Finanzas. Delors estaba feliz de su ascencion, desde su cargo como pequeno empleado de banco. En 1984, lo envian a Bruselas. Dejaba el gobierno, llevando la cabeza alta, porque Kohl habia sugerido su nombre. Aquella vieja simpatia autorizo, hace poco, al fundamentalista ex ministro de la Defensa Chevenement a proferir contra el esta infamia: "Delors es el candidato de los alemanes". Despues del oro de Moscu, el carbon de la Selva Negra .. (sigue) .