SECCION ESPECTACULOS PAG. 41 BALAZO: ACTO DE LIBERACION CABEZA: Noche de dengue en La Diabla CREDITO: DAVID CORTES El reloj pasa de la medianoche y El Dengue se hace esperar. Son momentos propicios para que los cuerpos se froten, calmando asi la ¨impaciencia?, ¨la ansiedad? Un brusco corte en la musica es la unica introduccion que recibe el quinteto. Sin mediar palabras principian con "Como te extrano mi amor", el sencillo desprendido de su album debut. La version, caricaturesca, no presagia nada bueno; sin embargo detras de ella parece esconderse algo. El Dengue la suelta no como un movimiento calculado, sino como se tratara de un farrago, de un acto de liberacion. Algo, inintelegible en el ambiente, permite advertir que dicho cover es un mal chiste, un chiste que los marcara durante un buen rato. Pero la noche aun es temprana y el quinteto comienza a desplegarse comandado por su vocalista Gino, cuyos esfuerzos son primero infructuosos, pero poco a poco mellan la frialdad de los asistentes. Los cuatro integrantes restantes se desempenan con cierta timidez, en una practica de tantear y medir al publico, solo la bateria de Pascual se escucha asentada. Su golpeo es preciso, un metronomo viviente que acoge el bajo de Zapa, soporta la guitarra de Farres y deja espaciso a los teclados de Chango. El Dengue, evidentemente ataca al cuerpo, hurga en la sensualidad y aunque no siempre lo logra va hilvanando tema tras tema, desprendiendo calidos torrentes en cada interpretacion. Aunque el sonido impide apreciar en su totalidad las hechuras del quinteto, las composiciones mas solventes inmediatamente se destacan y en ellas el grupo no solo utiliza la enrgia; plasman las calientes vibraciones del reggae, con algunos toques de musica bailable mexicana, punch en la guitarra y solidez ritmica. Si a ello anadimos que Gino, conforme transcurre el set, gana dominio y eleva su estautra escenica, podran imaginarse el horno en que literalmente se convirtio La Diabla. "El avion", "La Tierra del Sol", "El fantasma" se deslizan una tras otra y El Dengue consigue lo que parecia imposible en los comienzos, atrapar la atencion, impregnar los cuerpos de sudor, soltar las caderas de los presentes con un continuo vaiven de sonoridades caribenas. Si el impacto de una agrupacion es valido medirlo por la excitacion fisica de quienes lo reciben, esta noche El Dengue ha logrado una de sus mejores faenas, probablemente el inicio de una trayectoria que bien puede resultar interesante. La presencia del reloj se ha difuminado, con el tiempo detenido El Dengue trata de desalojar el escenario y el infaltable grito de Culeeeeros, los hace recapacitar. Entonces el circulo se completa y resuena otra vez "Como te extano mi amor". Es como un golpe a los bajos, nada placentero, pero los presentes se fascinan con ese bodrio que en realidad no aporta nada a la verdadera imagen de la banda. Mientra las ultimas botas se apagan, la certeza es total: mucho habremos de batallar para poder liberarnos de e se infame estribillo: "Ay amor, mi vida, pronto tienes que volver". Suficiente motivo para hacer otros dengues (D.C.) .