SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: Los quehaceres del PRI CREDITO: CIRO MAYEN* Las razones de la hegemonia del PRI estan a la vista. La primera es de orden historico: no solo es el partido heredero de la Revolucion Mexicana sino del liberalismo del siglo pasado, en sus dos vertientes: la juarista y la porfirista, la libertaria y la autoritaria. Por supuesto estos antecedentes historicos, no lo explican todo. El PRI ha conservado el poder porque su gestion ha sido positiva en terminos generales, aunque no exenta de sombras, manchas y crimenes. Su papel en la historia encierra grandes paradojas. Sosten para la estabilidad del pais (por mas desigual y defectuoso que haya sido este) y traba para la democracia. Formula de conciliacion de interes y dispositivo para la subordinacion. El gran canal de la movilidad social y al mismo tiempo inmovilizador de nuestra vida politica. Promotor de consensos nacionales y hostil a la expresion de las diferencias. Su ideal ha sido la imposible unanimidad. Si atendemos a los hechos empiricos se podria decir que los elementos causales de la actual reforma priista son: el desarrollo de una sociedad urbana mas educada y mejor informada, mas critica, en la cual han perdido fuerza los vinculos tradicionales y la autonomia del individuo aparece cada vez mas como el punto de partida de la vida social moderna; el desarrollo de una opinion publica exigente, como consecuencia de la centralidad que han cobrado los medios masivos de comunicacion en la vida publica; la inmersion de nuestro pais en los procesos de globalizacion economica, asi como el obligado reacomodo de las fuerzas politicas, originado por el impacto de la crisis de las ideologias a nivel mundial; el escenario de creciente competencia entre las opciones partidistas, en el cual los diversos grupos ciudadanos demandan a los diversos actores una politica civilizada, proclive a los consensos mas que a los disensos. En mi opinion la reforma del partido gobernante deberia observarse desde dos perspectivas: por una parte, la reforma de gobierno y, por otra, la reforma del partido. A cada una de ellas, por cierto, le conciernen aspectos muy complejos. Sin embargo, para llevar adelante la desunion entre el aparato del PRI y las estructuras del gobierno, no todo va a depender de las reformas que realice el partido. Hasta hace algunos anos creia, como tantos, que el remedio era la reforma interna del PRI. Hoy pienso que no es suficiente. Cabria decir que una separacion efectiva entre partido y gobierno se lograra plenamente cuando se registren avances sustantivos en la profesionalizacion del servicio publico. Es en ambos ambitos donde se definira ese proceso crucial. Entendemos que no se trata, tampoco, de una ruptura en la relacion partido, gobierno pues, por otra parte, no es imaginable, ni aqui ni en ningun otra parte, un partido del que no se apoye (y a su vez apoye) en los programas gubernamentales y en los instrumentos del Estado, lo que se discute en todo caso, es el abuso en la utilizacion ilegal de los recursos del Estado por cuenta del PRI. Su subordinacion tradicional a la linea marcada por el titular del Ejecutivo Federal, requiere urgentemente una remodelacion. No solo porque eso tiende a impedirle actuar como un autentico partido, sino porque la posibilidad de que funcione un verdadero equilibrio de poderes tambien depende de que el priismo sea capaz de matizar o incluso negar determinadas decisiones del Poder Ejecutivo, sin poner en riesgo la estabilidad del gobierno. La disolucion de los nexos informales, entre el "jefe nato" y el partido tiene que ver con la implementacion de una transformacion cultural que alcanza la forma misma de hacer politica. El caracter autoritario del presidencialismo mexicano no reside tanto en la naturaleza de muchas de sus decisiones, sino en la manera discrecional en que se toman. No se trata de que la reforma incluya tal o cual demanda, sino que estas incidan en el cambio de ciertas maneras de hacer politica. Sustituir las reglas no escritas por acuerdos y compromisos reciprocos claramente definidos, fincados en el consenso, probablemente estimularia una sana relacion entre el Ejecutivo Federal y el partido. Las modificaciones a su estructura y organizacion son otro renglon importante de la agenda a discutir. Se requieren nuevos esquemas de relacion con las organizaciones de la sociedad, respetando su autonomia y capacidad de decision para que puedan desplegar mejor su politica y recuperen su funcion de interlocucion con el gobierno. Superar los metodos corporativos no debe confundirse con la supresion de los organismos de masas. Lo que se debe buscar es conjugar de la mejor manera la estructura sectorial, con la incipiente organizacion territorial (estatutariamente vigente pero realmente congelada). Si la estructura sectorial sirve para procesar determinados intereses gremiales y profesionales, resulta absolutamente inadecuada para canalizar las aspiraciones de participacion en el espacio de la contienda civico-electoral de amplias franjas de la sociedad moderna. De manera que si el PRI desea construir nuevos conductos hacia la sociedad, tendra que realizar ajustes en su modo de relacionarse con los emergentes movimientos de ciudadanos y crear los espacios y las reglas internas que les permitan coexistir con otras perspectivas organizativas. Hay que advertir que la puesta en marcha de metodos democraticos sin mas ni mas, no necesariamente desembocaria en soluciones democraticas, no solo se debe favorecer la promocion de los grupos subrepresentados sino evitar la sobrerrepresentacion de otros. Por ello, aunque parezca elemental la confeccion de un padron nacional de los militantes priistas, resulta en la actualidad una tarea de primera importancia por las implicaciones que tiene sobre otras. En cuanto a la mejor forma de garantizar una seleccion democratica tanto de los candidatos a cargos de representacion popular, como de los dirigentes del partido, cabria decir que mas alla de la buena fe y de un censo confiable de los miembros del partido, se requiere disenar reglas de lo mas transparentes que permitan igualar las oportunidades de sus miembros para influir en su rumbo. Al respecto, creo que deberia contemplarse para integrar la agenda discusion para la reforma priista las siguientes propuestas: a) La adopcion del voto directo y secreto como metodo principal para la designacion de candidatos a puestos de representacion popular y eleccion de dirigentes partidistas. b) Reglas contra la discriminacion de minorias y en favor de los grupos subrepresentados. c) Adopcion del principio de proporcionalidad, de modo que la diversidad del partido conduzca a la conformacion de organos de direccion que la representen con fidelidad en el ejercicio de sus tareas. d) Reglas relativas a la manera como debera vincularse el partido a traves de sus miembros con las organizaciones llamadas sectoriales. e) Mas alla del reconocimiento que ya existe, a formar corrientes para defender y promover sus puntos de vista, parece necesario advertir en la necesidad de reglamentar la actuacion de las mismas. f) Auspiciar la carrera partidaria y legislativa en los cuadros priistas. En suma: la renovacion de los metodos y estilos de trabajo en el PRI, deberian perseguir la conversion de este, en un instituto politico no solo mas incluyente sino tambien participativo. Asi como el nuevo impulso reformador se orienta a intentar en el plano programatico dar un jalon definitivo que sustituya los viejos componentes de la ideologia de la Revolucion Mexicana: populismo, estatismo, proteccionismo, paternalismo por un sistema de ideas sustentado en las nociones modernas de la democracia y la justicia social, en el plano organizativo los esfuerzos deben volcarse en un nuevo intento por innovar procedimientos democraticos sin el temor de que se vean afectados un conjunto de intereses creados a lo largo de muchos anos. Un tercer obstaculo tan o mas importante que los anteriormente mencionados, es el que se refiere a la proclividad del PRI para allegarse y hacer uso ilegal de los recursos publicos, aun cuando se han registrado notorios avances en la normatividad electoral para limitar el uso de recursos del erario publico por parte de los partidos, se requieren nuevas disposiciones que reduzcan la dependencia economica de los candidatos respecto de los grandes contribuyentes privados, las practicas ilegales en la recaudacion de fondos, asi como un aumento en el control de las fuentes de financiacion de los candidatos. Los mismos priistas deben comprender que si en verdad quieren construir un partido, necesitan operar fuentes propias de ingreso de manera transparente y sujetas a una regulacion fiscal. El control de esta materia debe verse a partir de dos vias. Por un lado el autocontrol que el partido debe tener en el manejo y administracion de sus recursos, estableciendo, para ello, reglas en sus estatutos y, por otra parte, el control de todas las actividades relacionadas con la financiacion electoral a cargo de una institucion autonoma del Estado, nombrada por el Congreso de la Union mediante mayoria calificada. Es la enesima ocasion que el PRI anuncia que se reformara. No pido (ni preveo) un cambio rapido. Deseo (y espero) no creo que sea algo imposible, un cambio gradual y profundo, creo que en la superacion de sus dependencias estructurales y en la correccion de sus habitos predemocraticos esta la clave del exito de una reforma que no solo permita la separacion del PRI del gobierno, sino que favorezca la competicion intrapartidista y que satisfaga los principios basicos de la democracia. *Economista, Profesor del Instituto Politecnico Nacional. .