SECCION ESPECTACULOS PAG. 42 BALAZO: GARGANTA PROFUNDA CABEZA: Cine y video: el itinerario de la porno CREDITO: NAIEF YEHYA Para nadie es una novedad que el cine porno ya casi no se hace en pelicula y que de las casi 500 cintas que se producen anualmente (esta es una cifra conservadora y que trata de no tomar en cuenta las docenas de reediciones y los multiples refritos) ni siquiera el 10 por ciento se filma en 35 o 16 milimetros. En general se considera que el video es un medio de expresion menos interesante y privilegiado que el cine. Nunca se podra obtener en video (por lo menos no con la tecnologia actual) una profundidad de campo, una calidad de colores, sonido o riqueza de plano semejante a la del cine. Ademas sabemos bien que cuando una cinta se rueda en video, las exigencias de produccion decaen notablemente, los guiones en general son mas mediocres y las actuaciones son mas insoportables. Ojala todo fuera como declaraba la estrella porno Vanessa del Rio (citada por Doug Oliver y Allan MacDonell en Hustler (agosto, 87): "No importa que tipo de camara te este filmando. Yo creo que la unica diferencia es la persona que esta detras de la camara, la manera en que conduce las cosas". Hace casi una decada comenzo la transicion del cine al video en la porno. En un articulo del numero de Hustler mencionado en el parrafo anterior, Gregory Dark (a quien dedicamos este espacio recientemente) establece la diferencia entre un medio y otro en terminos monetarios. Hay que considerar que los precios han cambiado y en relacion al equipo de video el material se ha abaratado aun mas. 10 mil pies de pelicula 16 mm cuestan (con revelado incluido) entre 12 y 13 mil dolares. La misma cantidad de cinta de video no pasa de 400 dolares. Despues de rodar una escena en video se va directamente a la mesa de edicion, ahorrando el tiempo de revelado, el costo de la copia de trabajo y de la copia definitiva. Adicionalmente se debe sumar el costo de grabacion del sonido y de la posterior mezcla, mientras que en video se pueden ahorrar estos gastos. Para filmar con pelicula hace falta un equipo de personas capacitadas, hasta para cargar correctamente el rollo en la camara. No se puede hacer cine sin sonidistas, edito res, iluminadores y una variedad de especialistas. En tanto que para filmar en video un equipo reducido y un equipo casero de edicion pueden resultar suficientes. Pero a pesar de que se ofrece una gran cantidad de productos de pesima calidad, la industria de la porno no pierde su atractivo. Esto se debe a que la porno no vende arte, vende fantasias prefabricadas y listas para su uso. Si se pierde de vista este concepto se cae en simplificaciones y descalificaciones incorrectas. Dado que las grandes empresas distribuidoras de video tienen catalogos inmensos, el promedio de compradores de tiendas (o en el caso mexicano de fayuqueros), desinformado y desinteresado, tienden a comprar su surtido de las mismas empresas haciendo sus elecciones a partir de informacion estadistica, no del conocimiento del contenido de lo que se esta comprando. Es por eso que uno se encuentra con una uniformidad espeluznante en el surtido de tiendas y puestos. Aparte del problema de la falta de diversidad, el hecho de que los distribuidores de mayoreo ofrezcan precios privilegiados a las ventas de mayor volumen afecta el clima de la produccion misma. Se venden videos porno como si fueran jitomates. La unica manera para competir en este mercado es cortar precios o enfocarse a un mercado muy especifico (y por lo tanto reducido), pero de esa manera hay que aumentar el costo de las cintas para poder recuperar la inversion. Hay cintas que se venden a precios inferiores a su costo (¨como es posible que haya pilas y pilas de videos a 2 y 3 dolares en muchas porno shops de Nueva York?). Esto se hace para tener un flujo de efectivo inmediato que es invertido en mas y mas chafas peliculas. Asi que terminan pagando el filme que acaban de hacer con cuatro o cinco peliculas que aun no han hecho. Ante el aumento en la competencia solo queda convertir los filmes en existencia en dinero en efectivo. A las limitaciones economicas se suma la persecucion legal, los problemas de censura y el acorralamiento fisico que sufren los establecimientos relacionados con la porno por los sectores conservadores y los empresarios ambiciosos. Las cajas (las portadas chafacopiadas en el caso de las cintas piratas) son parte fundamental de la industria del video. Son la herramienta con la que se conquista al publico no especializado. Es tan inmensa la variedad de la oferta, que la mayoria de las veces el comprador primerizo caera victima de una portada atractiva, pero si esto se repite y el comprador se desespera, tal vez nunca mas vuelva a gastar su dinero en porno. Lo que es claro es que los productores no van a reducir sus tasas de produccion. Saben que han cometido un error grave al abaratar el negocio y al inundar el mercado hasta lo imposible, pero han entrado a un circulo vicioso y no van a abandonarlo. Los itinerarios de filmacion de la porno se han reducido hasta el ridiculo, de manera que se ha vuelto a los origenes mismos del negocio, al tiempo de los stag films, a las "maravillas de un dia". En cierta manera se abandono la idea de hacer peliculas porno como si se tratara de producciones hollywoodenses para hacerlas segun el modelo de los programas de television. Los directores de la porno, salvo algunas dignas excepciones, se han transformado en capataces encargados de cumplir con itinerarios apretados. Los actores no tienen tiempo de preparar un papel si deben rodar en uno o dos dias un largometraje. Todo se reduce a la espontaneidad y a la repeticion de cliches identicos entre filme y filme. Los actores llegan, dicen sus lineas, se desnudan, tienen relaciones, se visten y se van. Los estandares son de plano muy bajos; basicamente, una buena actuacion se obtiene s i el actor se sabe sus lineas. A pesar de que Vanessa del Rio no esta en contra de este medio, tambien piensa que "el video no es tan romantico como el cine". Sharon Mitchell comentaba con nostalgia: "Era lindo entrar a un cine y ver mis genitales de dos metros, en comparacion con lo diminutos que se ven en una pantalla de television. Pero me gusta que con el video la porno va directo a la casa de la gente, a sus habitaciones. Uno puede entretener mas a la gente ahi". Joey Silveira tiene una opinion semejante: "El video es mas intimo que la pelicula. Uno puede ver dentro de la gente, en cambio el cine es mas distanciado y esconde mas cosas". .