SECCION CULTURA PAGINA 41 CABEZA: CREDITO: EDUARDO LIZALDE* En su Asi hablo Zaratustra, se anuncia, se declara y celebra la muerte de Dios, como Hace ya tres anos que fue celebrada, tambien vituperada por cierta hiirviente y sobreviviente xenofobia fanatica e izquierdista, la reunion internacional convocada por la revista Vuelta, con la asistencia de intelectuales de Mexico y el mundo, cuyas intervenciones constan en la serie de libros titulada Revisando el primer volumen de esa mal leida coleccion, recorro las lineas de mi breve intervencion en la primera mesa, que presidia Octavio Paz y en la que se hallaron presentes Daniel Bell, Agnes Heller, Leszek Kolakovski, Jorge Semprun y Adolfo Sanchez Vazquez. Citaba yo a Niezstche,precisamente, al hablar de la crisis del llamado socialismo real: ructuras sociales que estan frente a nosotros, desarrollandose y subdesarrollandose desde hace largo tiempo En seguida, el brillante sociologo norteamericano Daniel Bell, se refirio a esa parte de mi breve apunte, con las siguientes palabras: e de cierto tipo de aspiraciones humanas. Ante la muerte de una aspiracion humana solo nos queda preguntarnos: ¨ahora como nos las arreglamos? ¨que hacemos, como seguimos adelante? Creo que deciamos lo mismo el ilustre sociologo y yo. La posibilidad del socialismo fue para los no creyentes (y para los creyentes desencantados por las injustas sociedades cristianas), un asidero providencial: ya que no existia Dios, habia en cambio un destino luminoso para la humanidad: el futuro justiciero del socialismo y, acaso mas tarde, el cielo humanista del comunismo sobre la tierra. El comunismo (nos lo decian los redactores del Manifiesto del 48 y de la Ideologia Alemana), no era una idea , no era una invencion de las contingentes y mortales criaturas humanas, sino Nuestro ateismo estaba a salvo, en nombre de esa metafisica propuesta del materialismo historico y el materialismo dialectico, en cuyas aguas nos podiamos hallar heroicamente inmersos, junto a los nuevos adalides ateos de la salvadora e irremediable revolucion socialista mundial. Subsisten, claro esta, los fideistas rabinos materialistas, que continuan creyendo en la eficiencia del ineluctable En la orfandad divina, y en la orfandad terrenal nos encontramos. Felices los empecinados y creyentes rabinos del materialismo, que no se sienten a merced de esa ausencia de leyes del infierno y del cielo, que por ahora mantienen en la zozobra espiritual a los profetas de la salvacion mejor intencionados. *Poeta y escritor. .