SEC. INF. GRAL. PAG. 4 CINTILLO: POLEMICA CREDITO: RUBEN ALVAREZ* CABEZA: Calificacion y Acuerdos Si nuestros diputados federales fueran mas sencillos, es decir, mas humildes y menos protagonicos, verian que sus intervenciones en la tribuna, en un proceso de calificacion presidencial, comienzan a perder fuerza conforme avanza la sesion, hasta llegar a un punto en el que sus participaciones no son ya no digamos historicas -como muchos suponen y asumen-, sino siquiera eficaces. Un asambleista del Distrito Federal de un partido de oposicion, que se encontraba de visita en el Colegio Electoral, definio la sesion calificadora como "el derecho al ultimo pataleo", en referencia a la desarticulada argumentacion que su propio partido presentaba como evidencia de un "fraude descomunal". Excepto Luis Sanchez Aguilar -el diputado que lucha a brazo partido sin contrincante enfrente, por convertirse en el bufon de esta LVI Legislatura-, ningun diputado del PRD postulo el triunfo de Cuauhtemoc Cardenas. No estaba en los planes de los perredistas acudir a la Camara para proclamar que Ernesto Zedillo no habia ganado las elecciones del 21 de agosto pasado y que en su lugar el triunfo le correspondia al ex gobernador de Michoacan. Pero subrayo el hecho para marcar una clara diferencia entre el proceso de calificacion presidencial de 1988 y el que ahora nos ocupa. Hace seis anos, las bancadas panista y del desaparecido Frente Democratico Nacional, ejercian una beligerancia que ahora no es sino un remedo. Para ser mas claros: hace seis anos, los diputados del PAN ya habian bajado al sotano del Palacio Legislativo de San Lazaro con la intencion de abrir los paquetes de la eleccion presidencial y ya habian sido persuadidos por el Ejercito de desistir de sus intenciones. Eran momentos de tension y de una gran presion social, con dos candidatos presidenciales, Manuel J. Clouthier y Cuauhtemoc Cardenas, activos y dispuestos a agotar todos los recursos a su alcance. Ahora no es asi. Ni Diego Fernandez ha asumido l a postura de Clouthier -no tiene por que hacerlo-, ni el Cardenas de 1994 es el Cardenas de 1988. Recientemente, con motivo del sexto y ultimo Informe de Gobierno del presidente Salinas de Gortari, diversas voces se levantaron para proponer la eliminacion de esa ceremonia y su sustitucion por otra en la que el jefe del Ejecutivo simplemente entregue su informe sin dar lectura a ninguna de sus partes. Aun mas, hubo quienes propusieron la cancelacion de esos eventos anuales que se han convertido en un ritual. Yo pregunto ¨seria posible que la calificacion de la eleccion presidencial cambiara tambien y se establecieran nuevas reglas, menos farragosas, para la aprobacion o rechazo del dictamen respectivo? Pongo un ejemplo de lo inutil argumental: el perredista Edgar Sanchez, al filo de las once de la noche, dijo que hay ocho millones de mexicanos a los que se les "conculco" su derecho a votar. Sigue sin convencerme a mi la evidente pasividad que tal afirmacion implica por parte de tantos y tantos mexicanos que, de plano, habiendo sido impedidos de votar, estan tan tranquilos en sus casas. Son ocho millones de mexicanos que, al parecer, decidieron enviar solo una representacion de 700 personas al mas reciente evento publico -hace dos dias-, que el ex candidato presidencial del PRD encabezo frente a la Camara de Diputados. No. Asi no se puede. Arnoldo Martinez Verdugo, uno de los diputados con mas experiencia del PRD, propuso la nulidad de la eleccion. Era natural que asi fuera, puesto que esa fraccion parlamentaria habia resuelto de tiempo atras votar en contra del dictamen que declaraba valida y legitima la eleccion de Ernesto Zedillo. Pero el ex dirigente comunista sabia muy bien que una proposicion de tal naturaleza no tenia ni la mas minima posibilidad de exito. El legislador perredista dijo que, en materia de reforma electoral, los partidos de oposicion le dieron al gobierno el beneficio de la duda. "Nos equivocamos", senalo Martinez Verdugo. No lo creo. Muchos de los avances en materia politica y aun la reforma electoral de 1994, tuvo en el PRD a un actor protagonico y sus legisladores no deben regatear a los dirigentes de esa fuerza politica los logros alcanzados. "No ha terminado la fase de las reformas ni de los acuerdos, es necesario tomar la experiencia de nuestra lucha politica y dar nuevos pasos", anadio. Se referia, evidentemente, a la urgencia de que el PRD y el PAN tengan posturas comunes. Para lograrlo, el propio partido de Martinez Verdugo tendria que asumir sus errores en la conduccion de su relacion con los panistas. Lo valioso de la intervencion del diputado del PRD es, precisamente, el reconocimiento de que no esta agotada la negociacion politica ni lo s acuerdos entre partidos, a condicion, dijo, de que se acabe el sistema de "partido de Estado". En esto ultimo, agregaria yo, encontraran los perredistas y los panistas eco en las esferas de decision priista y en la voluntad expresa de Ernesto Zedillo por separarse del partido que lo llevo al poder. En el Colegio Electoral, la bancada priista votaria, desde luego, en favor del dictamen. El PAN optaria por la abstencion, quiza con algunas sorpresas. El PRD naturalmente, se opondria rotundamente al dictamen, excepto, tal vez uno de ellos. El Partido del Trabajo se dividio muy radido: Seis en favor y cuatro en contra... hasta la medianoche. Pero este era el escenario practicamente desde el principio. La deliberacion comeral tiene, en efecto, una gran importancia, pero, para motivos practicos, la repeticion del discurso no implicara, en casos como este, un cambio en el sentido final del voto de cada una de las fracciones parlamentarias. Pero ahi estan, discute y discute. Digamos que asi es nuestro Poder Legislativo y ni hablar. El propio Ernesto Zedillo lo habia comentado a algunos de sus amigos que militan en partidos diferentes al suyo: Ya se sabe que habra violencia verbal en la calificacion de la eleccion presidencial, pero les pidio al menos que no fueran tan duros con el, y, a fin de cuentas, no lo fueron. *Director de Notimex sidencial, pero les p .