seccion inf. gral. guia: fin de siglo Pagina 1-Primera cabeza: Fin de Siglo sumario: Con las ventanas abiertas Nacionalismos xenofobos ¨Quien observo a K”hl? credito: Renward Garcia Medrano Como nunca antes en la historia reciente de Mexico, las campanas politicas y las elecciones federales de 1994 estaran sujetas a una intensa y no siempre legitima atencion internacional. Y no solo porque en enero proximo entrara en vigor el TLC -que acentuara el interes sano y malsano sobre Mexico-, sino por el nuevo entorno internacional generado tanto por la revolucion tecnologica de las comunicaciones como por la transformacion de los actores y las relaciones de poder en el mundo de fin de siglo. Las puertas y las ventanas de la Nacion estan irrevocablemente abiertas y asi continuaran en el futuro previsible, pues pese a todas las barreras artificiales, el flujo de la informacion, los conocimientos, las mercancias y los servicios continuaran intercomunicando a las sociedades y haciendo a los paises cada vez mas interdependientes. Y si no podemos impedir que todo el que pase por el frente se asome a ver lo que estamos haciendo, si debieramos cuidar que nuestros nuevos socios no confundan interdependencia con dependencia, cooperacion con subordinacion. Hasta ahora, la atencion estadounidense sobre Mexico se habia centrado en problemas como los trabajadores migratorios o el trafico de drogas. Pero con la entrada en vigor del TLC nuestro pais se convertira -ya se ha convertido- en un tema de controversia interna en Estados Unidos. Los intereses que promovieron las costosas campanas contra la aprobacion del tratado en la Camara de Representantes seguiran ejerciendo toda suerte de presiones para desprestigiar y descalificar a Mexico y, tal como ocurrio en la etapa de discusion y debate, nuestro pais seguira siendo un pretexto para dirimir disputas politicas internas. Tenemos que prepararnos para rechazar todo aquello que vulnere nuestra dignidad y, sobre todo, para resistir la tentacion de dirimir en foros extranjeros nuestras diferencias politicas internas. El escenario mundial del siglo XXI En nuestros dias, la informacion -y la desinformacion- han dejado de ser versiones leales o distorsionadas de los hechos, para convertirse en actores capaces de influir directamente en la realidad. La caida anticipada, explosiva, precipitada del Muro de Berlin es la evidencia mas elocuente de la capacidad del flujo informativo para intensificar o desalentar, acelerar o diferir cambios en las sociedades, los sistemas politicos, las economias de los paises. Junto a la publicidad que introduce por ojos y oidos mensajes elementales, el flujo abundantisimo de imagenes y datos anula los contextos y cierra las puertas a la comprension de la realidad. Hoy, mas que nunca antes en la historia, informacion es poder, y lo es a escala mundial. Paralelamente, con la descomposicion del experimento socialista en Europa del Este y la simultanea proclamacion del triunfo historico de la formula economica neoliberal, ha surgido una fuerte tendencia a reconocer en la democracia formal el unico sistema legitimo de convivencia politica y a validar, en su nombre, casi todos los organos y actitudes intervencionistas del exterior sobre los paises reos o sospechosos de antidemocracia. La transicion politica de las sociedades ex-socialistas y de las subdesarrolladas es objeto de observacion y seguimiento en los ambitos universitarios, los circulos politicos y los medios de comunicacion de los paises desarrollados. Ello no obedece a un mero interes academico o especulativo, sino al claro objetivo de convalidar, por la via de la costumbre, de los hechos consumados, el presunto derecho de la comunidad internacional a juzgar la practica de la democracia en cualquier parte del mundo. Y en la era unipolar, esos juicios se convierten en prerrequisitos para legitimar toda accion externa que pretenda corregir desviaciones, compensar insuficiencias e incluso sancionar infracciones a la democracia. De esta suerte, el reacomodo de fuerzas internacionales en la posguerra fria, la revolucion tecnologica de las comunicaciones y el TLC son, en ese orden, los factores que intensifican el escrutinio internacional sobre los procesos politicos internos de Mexico. A la globalizacion de la economia y las comunicaciones corresponde una apertura concomitante del debate politico. Entre la interdependencia y la soberania A la luz de esta tendencia, se ha postulado la necesidad de redefinir el concepto de soberania, de modo que admita el mal llamado derecho de injerencia. Este reclamo, cuando hemos ingresado a un espacio regional de libre comercio, no solo es erroneo sino profundamente peligroso, y por eso debe ser rechazado. En efecto, la globalizacion de la tecnologia, la informacion y la economia, extendidas mecanicamente al campo de la politica, llevan a la conclusion facil de que la entidad conocida como Estado-Nacion esta en proceso de extincion. Asi pareciera demostrarlo la formacion de la Unidad Europea, que entrana la adopcion de una moneda, una politica exterior y una politica de seguridad externa comunes para todos los paises unitarios. En el lado opuesto, la pretendida obsolescencia de la soberania nacional se ve reforzada con el argumento, tambien mecanico, de la violencia increible que se ha apoderado de la Yugoslavia desarticulada o de Somalia, la usurpacion del gobierno legitimo de Haiti por una pandilla de militares y paramilitares furiosos, la persecucion de los kurdos en Iraq o la de los cristianos en Nagorno Karabaj, el sindrome polpotiano que se derrama sobre todo el mapa mundial. La intensa difusion de todos estos crimenes, pareciera indicarle a la comunidad internacional que tiene un derecho y, sobre todo, un deber moral y politico de intervenir para detener tanta brutalidad. De esta suerte, la globalizacion por una parte y la violacion masiva de los derechos humanos por la otra, parecieran confluir en una sola conclusion: las fronteras nacionales tienden a convertirse en obstaculos artificiales a la modernizacion economica y a la garantia de los derechos fundamentales del hombre, por lo que tendran que desaparecer o, al menos, flexibilizarse lo suficiente como para dar paso a la patria universal del tercer milenio. Los nacionalismos opulentosEso seria asi si no fuera porque faltan dos ingredientes en el analisis: la lucha de las potencias por las hegemonias regionales y mundial, y el conflicto de intereses entre las areas mas desarrolladas y las subdesarrolladas. Una y otro ponen en evidencia que en los paises mas desarrollados se ha exacerbado la actitud nacionalista, a menudo excluyente y xenofobica, de las relaciones internacionales. El nacionalismo de las potencias se expresa en su lucha por el dominio internacional, a traves del poder economico, la fuerza militar, la capacidad de convocatoria politica y el monopolio de las agencias internacionales de noticias. Con la concentracion de estos poderes, las grandes potencias establecen relaciones desiguales en la globalizacion economica -congelamiento de la Ronda Uruguay del GATT, por ejemplo-, imponen conductas y modalidades a los organismos internacionales -predominio sobre el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, por ejemplo-, deciden cuando, donde, como y en que medida intervenir con fuerzas armadas -guerra contra Iraq y abstencion en Bosnia-Herzegovina, por ejemplo- y resuelven que informaciones, datos e imagenes han de ser difundidas en el mundo entero -las transmisiones de la cadena CNN sobre el asalto a la Casa Blanca de Moscu, por ejemplo. Pese a que las potencias economicas y militares comparten un mismo proyecto de convivencia internacional, se da entre ellas una poderosa confrontacion por el predominio. Coinciden en la remocion de obstaculos al acceso libre a los recursos naturales, dentro o contra el derecho internacional vigente, en la tolerancia del proteccionismo entre ellos y la exigencia de liberacion comercial al resto del mundo, en el rechazo a las corrientes migratorias del Sur y del Este. Pero al mismo tiempo, las potencias estan enfrascadas en una tremenda lucha por los mercados internacionales, que seguramente asumira una fisonomia mas duradera una vez que se consoliden las tres o cuatro regiones economicas en formacion: Europa Occidental, America del Norte, el Pacifico Asiatico y probablemente China. En estas circunstancias, parece claro que en los paises mas poderosos se han agudizado los sentimientos, actitudes y politicas nacionalistas a pesar de las tendencias globalizadoras, y que la pretendida obsolescencia del Estado-Nacion solo es aceptable para ellos cuando se aplica a terceros paises, del mismo modo que propugnan la liberacion comercial en otros mercados al tiempo que multiplican sus barreras proteccionistas. Por eso no debemos enganarnos ni postular redefiniciones de la soberania que la negarian o la reblandecerian, justamente cuando necesitamos practicarla con mayor firmeza porque estamos en medio de una nueva y aguda lucha por el poder en la posguerra fria. La soberania nacional, tal como la conocemos y la practicamos, cobra validez precisamente en la era de la apertura informativa y comercial, cuando tenemos que diferenciar nuestros intereses de los de nuestros socios y afirmar nuestra identidad nacional para concurrir con certidumbre al mundo interdependiente. Aun antes de que se sospecharan siquiera los nuevos rumbos que ha tomado la convivencia internacional, la soberania estaba cimentada en un nacionalismo ajeno a toda forma de hostilidad y exclusivismo, pero claro en el que la primera lealtad de los mexicanos es con la propia Nacion. La soberania en medio de la lucha politica¨Que significa este escenario en visperas del proceso electoral del pais? ¨Como debemos actuar cuando estan abiertas las puertas y ventanas a la observacion externa, como se dijo, pero en el exterior tiene lugar una fuerte lucha por el predominio internacional? En primer termino, debemos reconocer que tanto nuestra incorporacion a la zona de libre comercio de America del Norte como las nuevas tendencias mundiales en la informacion, la economia y la politica, nos han colocado en el centro de la observacion del exterior, y que eso ocurrira de esa manera con o contra nuestra voluntad. Los periodistas, los diplomaticos, los turistas de todas partes del mundo pueden y van a observar como hacemos politica en el penultimo relevo de poderes federales del siglo, y para ello no necesitan ninguna autorizacion especial. En segundo termino, debemos practicar la politica de cara a la solucion de nuestros problemas y el avance de nuestra democracia y no para recibir un certificado de buena conducta de organizaciones e intereses externos. El unico juez legitimo de todos los que participen en los procesos electorales -autoridades, partidos, candidatos y ciudadanos- es la Nacion; las unicas normas que a todos obligan estan en la Constitucion, las leyes y las disposiciones reglamentarias, y no en los codigos de conducta de organizaciones externas, por mucho que se digan representativas de la sociedad civil, se pretendan apoliticas y desinteresadas; las unicas autoridades con facultades para asegurar el buen funcionamiento de los procesos, la solucion de controversias y la sancion a los infractores, son las establecidas por la legislacion electoral mexicana y ninguna instancia externa puede cuestionar legitimamente sus juicios. En tercer termino, que la legislacion vigente restringe la calidad de observadores a ciudadanos mexicanos. Esto no significa que los periodistas o diplomaticos extranjeros esten impedidos para observar lo que deseen a partir de la informacion disponible para todo el publico; significa que los observadores registrados tendran acceso a cierta informacion interna a fin de que puedan comparar, evaluar, formarse juicios propios con informacion directa, que luego podran hacer del dominio publico. Este privilegio, en Mexico, esta limitado a ciudadanos mexicanos, sencillamente porque seria indigno permitir que ciudadanos de otros paises se entrometieran en procedimientos que, en un pais soberano, son por definicion exclusivos de los nacionales. Por ultimo, que ni los observadores acreditados ni los periodistas, diplomaticos, politicos o avantureros que vengan a Mexico con motivo de las elecciones, podran suplantar a las autoridades electorales en las funciones que la ley les confiere. Debemos tener claro desde ahora, que si se monta un dispositivo para negar validez a las elecciones en respuesta a las disposiciones legales que impiden la acreditacion de observadores extranjeros, estos podran ejercer una influencia adversa a Mexico sobre la opinion publica mundial, pero ese sera el costo que habremos de pagar por la soberania. Lo que no seria permisible es que, atentos a lo que se diga de Mexico en la prensa extranjera, violentaramos la legislacion y reconocieramos observadores extranjeros o, peor aun, que forzados por esa presion promovieramos reformas legislativas o reglamentarias en esa direccion. Nada hay que ocultar, es cierto, pero nadie sino los mexicanos tienen derecho a participar en los procesos electorales con titulos formales como el de observadores. Cabria aqui el simil de que la discusion sobre la educacion de los hijos de una familia cualquiera, nada tiene de vergonzoso, pero de eso no se sigue que deba permitirse a cualquier vecino que pase a "observar". Y podrian imaginarse ejemplos aun mas convincentes. La apertura del pais al mundo, en sintesis, nos ha colocado en el centro de la atencion de otros paises, por buenas y malas razones, pero ello no nos impele a reblandecer el respeto por nosotros mismos al permitir que nos observen quienes jamas observaron por ejemplo al Partido Democrata Cristiano de Alemania Occidental y al propio Helmut K”hl cuando intervinieron abiertamente en mitines de lo que era la Republica Democratica Alemana y participaron en un proceso electoral que no era el suyo. ¨Donde estaba James Carter, que no se dio cuenta? Observando a Nicaragua o a Haiti, seguramente electoral que no era el suyo. ¨Donde estaba James Carter, que no se dio cuenta? Observando a .