GUIA: 27MIJA SECCION: Espectaculos Pag. 5 CINTILLO: Exitoso debutCABEZA: Mijares en el Blanquita: musica y euforiaCREDITO: AGUSTIN MONTOYA Mijares reitero su calidad de idolo ante un publico calido que abarroto el Teatro Blanquita en la segunda funcion del viernes -dedicada a la prensa-, un dia despues de su debut en el popular foro donde estara hasta el 12 de diciembre. Tumultos en la entrada, regocijo de quienes adquirieron su boleto antes, nerviosismo de los que hacian fila en la taquilla y negocio redondo de los revendedores, cancer interminable, que pedian hasta el triple del costo original de las entradas; acomodadores que por dejar el coche en la via publica marcaban su tarifa en 20 nuevos pesos, abuso, autoridad ausente o complaciente... El Eje Central, luminoso, y mas luminosa la marquesina. Ahi estan las letras mas grandes anunciando a Mijares, y no hay que perderselo, al fin que resulta mas barato verlo ahi que en el cabaret, y presenta el mismo espectaculo, profesional, entregado. ­Vale la pena cierto viacrusis! Compren las pasitas con chocolate porque esto esta por empezar, y acomodense en la butaca antes de que se apaguen las luces y la musica comience antes de que el telon abra. Como preambulo al plato fuerte, las rutinas del mago Christian Crishan, sorprendentes numeros de magia que dejan con el ojo cuadrado: ­¨de donde salio ese tigre?! Arte de prestidigitador que engana a la vista. Con los primeros aplausos el publico va calentandose. Luego, la presencia de un portento, la Divina Guadalupe, mostrando sus encantos de playmate recatada y para todo el publico y demostrando que no solo es un atractivo visual o una rubia que prefieren los caballeros, sino tambien una cantante con calidad vocal y estilo romantico que complace; por algo fue una triunfadora del festival musical Valores Juveniles. La alegria llega con Jo-jo-Jorge Falcon, comediante entretenedor que sabe sacar partido de sus rutinas, sanas, blancas, que hasta la quinceanera entiende; no recurre a las groserias o malogrados albures y calambures para arrancar la risa loca. Ahi radica su talento, en el chiste sabroso, las anecdotas hilarantes y una que otra cancion para redondear su show. Estupendo. Correle a donde el rey va solo y de paso te traes unos pistaches: ya va a salir el estelar... Al centro del escenario, la figura del idolo se bana de luces; las mujeres se alborotan y comienzan a gritar. "­Papacito!" dicen unas, "­Papazote!" las mas emocionadas, y comienza el camino hacia el delirio. Hay una diferencia sustancial en el ambiente. Hemos visto a Mijares en el cabaret y tambien en el Auditorio Nacional. En el Blanquita hay una magia distinta que minuto a minuto va bordando el publico, caluroso, entregado por completo: es el pueblo que sabe disfrutar del momento y participa, se deja llevar por las canciones, las palabras, los movimientos del artista, contagiado de esas vibraciones, de esa gran emocion. Mijares esta bien acompanado por su grupo: Jose Cruz al bajo, Cesar Cal con la guitarra, Jose Luis Damian en la bateria, Armando Espinoza en las percusiones, Jose Ballote en el saxofon y bien coordinadas voces en los coros de Arturo, Jose, Teresa y Noemi, ejecutantes siempre atentos al maestro director Hernando Hernandez. Las canciones van recreando poco a poco la apoteosis: Bella, Para amarnos mas, No hace falta, Soldado del amor, Maria bonita, lo mas romantico hasta llegar a Encadenado y escuchar el improvisado orfeon con voces, muchas voces femeninas que inundan la sala oscura. No faltan las alegres, Bonita merenguera y una que no habiamos escuchado antes en su estilo, Bamboleo, para rematar con una rumba flamenca, No me esperes mas, acompanado por el guitarrista Cesar Cal. Del espectaculo, que es coordinado por Mary Cardozo, hay que elogiar la iluminacion -a cargo de Antonio Saucedo-. Los efectos son extraordinarios, modernos, producen una fantasia que aprovecha Mijares para crecerse, cambiar de saco, tocar la guitarra; se bana de luz y emociona. Al final, las ovaciones, publico de pie y pidiendo otra, Animos calmados momentaneamente cuando Mijares regala Uno entre mil, y despues otra vez el alboroto para despedir al idolo con ovaciones. Al concluir sus presentaciones el dia de las Lupitas, Mijares seguira su destino musical en Chile, donde trabajara en la television en un espectaculo navideno para el programa de don Francisco ra su destino musical en Chile, donde trabajara en la television en un .