guia: 2711504 seccion: espectaculos pag. 8-1a. cabeza: Un espectaculo contemporaneo e impecable credito: ERNESTO MARQUEZ Minutos antes de encaramarse a la tarima se presenta Paul en una apretada rueda de prensa. Viste un fino jersey color negro, un poolover blanco y unos vaqueros recien lavados. Tiene todo el aspecto de un estudiante de High School. Es esbelto y emana un aire juvenil que da envidia. A sus 51 anos su lustro ha soportado el estrago del tiempo. Aunque se le han desplomado las mejillas y sus perfiles han perdido consistencia, tiene una apariencia sana, esa que proporciona las peculiaridades de una dieta vegetariana. Cuando sonrie o compone alguna de sus muchas y divertidas muecas, asoma en su rostro sonrosado el Beatle veinteanero. Un centenar de periodistas le miran y admiran. Mantiene McCartney con ellos un talante amable y jugueton. Constantemente hace bromas, con ese clamor disparatado y blanco que fue tan propio de los Beatles. Gesticula, finge voces, se junta a si mismo. Pero no hay en el esa ansiedad narcisa y chocante de las estrellas que buscan el aplauso constante y que con sus gracietas exigen las aduladoras rosas de la corte. Muchos de los ahi presente se arredran ante el mito y no saben como corresponder. Paul, el compositor de mayor exito de todos los tiempos, el interprete que mas albumes ha vendido en el mundo, el creador de canciones tan perfectas como "Let it Be", "And I Love Her", "Hey Jude" y, por supuesto ese "Yesterday" que sido grabado en mas de mil versiones distintas, se comporta benevolente y responde con paciencia hasta las mas sosas preguntas de algunos redactores poco enterados. Y entre tanta trivia asombra el que no se le pregunte sobre el secreto de su eterna juventud. Breve es el encuentro de Paul con la prensa totonaca. Debido a eso el ex-nino bonito de Liverpool no dice gran cosa, dejando a muchos con la palabra en la boca, y a otros con la miel en los labios. Lo mejor fue esperar a verle sobre el escenario empunando su viejo bajo Hoffner y desgranando un repertorio impecable. A McCartney todavia le gusta el rock and roll, o tal vez le guste mas que nunca; le gustan las guitarras afiladas, la contundencia de su brillante seccion ritmica, al anejo sonido del organo; y las viejas canciones de los Beatles nada mas que una docena de clasicos de los fav four entre las treinta y tantas que conforman el repertorio. Y claro, con todo eso no era dificil que Paul nos ofreciera a estas alturas, un espectaculo impecable, emocionante, perfectamente contemporaneo y realmente divertido Paul nos ofreciera a estas alturas, un espectaculo impecable, emocionante, perfectamente contemporaneo y realment .