seccion inf. gral. guia: alponte Pag. 1-1 balazo: LA NACION Y EL MUNDO cabeza: Del tratado a la negociacion Pacifico-Europa credito: Juan Maria Alponte El sabado 20 de noviembre, en su primera pagina, Le Monde, uno de los periodicos mas influyentes de Europa, anunciaba asi el voto favorable para el tratado de libre comercio: "La Hora del Comercio Mundial". El subtitulo no podia ser mas expresivo: "La aprobacion concedida al acuerdo de libre comercio norteamericano podria favorecer el compromiso entre Europa y Estados Unidos". La herramienta modernizante que el tratado pone en manos de Estados Unidos todavia no se ha comprendido bien en los grandes grupos sociales gobernados, aun, por los prejuicios y por el balance, primario y primitivo, centrado en el debate, a ras de tierra, sobre si el tratado "reducira, en cinco millones, los empleos en Estados Unidos o los aumentara en 200 mil". Esa version del dialogo de sordos no impide la otra version, es decir, la que transparece en el titular de primera pagina de Le Monde: "L/heure du commerce international". En otras palabras, con ese instrumento en la mano, Estados Unidos asume, con mucha mayor autoridad, tres escenarios paralelos: la negociacion con el Pacifico; la negociacion con Europa y, por tanto, con el GATT, que esta en los talones de todo el proceso. Las pruebas, los argumentos -llego la hora de los argumentos y no de las convicciones profeticas que no sirven para el esclarecimiento ante las sociedades adultas y esa afirmacion es valida en dos direcciones distintas- son incontestables. En efecto, de la votacion en el Congreso en orden al tratado, Bill Clinton paso, sin pausa, a la reunion de Seattle (ventana del estado de Washington de cara al Pacifico) para escuchar y hacerse oir de los lideres de 15 paises asiaticos entre los cuales estaban, ademas, Japon y Canada. La Conferencia de la APEC -Asia- Pacific Economic Cooperation-, coincidiendo, por tanto, con la aprobacion del Tratado de Libre Comercio no es un hecho menor, sino de indisputable importancia puesto que Mexico se va a incorporar muy pronto a la zona, con Nueva Guinea y Chile. Para que se vea que no existia improvisacion alguna el presidente Clinton se reunio en Seattle, a las mismas horas, con el presidente de China y lider del partido comunista, Jiang Zemin, en una reunion privada que ha sido la mas importante que han tenido los lideres de Estados Unidos y de China desde los tragicos dias de la Plaza de Tiananmen en 1989, es decir, desde que el poder chino aplasto a los disidentes que aspiraban a una mayor apertura, es decir, a la quinta modernizacion: la democracia. Si se examina el valioso indicador del New York Times del dia 19 -dos dias despues de la votacion en la Camara de Representantes del tratado- sobre la conversacion entre Clinton y Jiang Zemin cabe destacar, cuando menos, tres cuestiones: a) que ningun progreso se produjo en la reunion, b) que durante 15 minutos el lider chino ocupo la conversacion para senalar "la importancia de la no interferencia en los asuntos internos de otros paises". A esa parte el articulista del New York Times, R.W Apple Jr. lo denomina, simplemente, un "molongue". El tercer supuesto (c) que se desprende del encuentro consiste, significativamente, en que Clinton insistio en el valor de los derechos humanos, frente a ese "monologue" sobre la "no interference", pero con la aparicion de dos elementos que invitan a la meditacion: primero, que Clinton ha subrayado, Pese a todo, "que hemos comenzado un dialogo" y, segundo, que el dia antes de la reunion Estados Unidos decidio vender a China, en un gesto de buena voluntad, pese a las diferencias respecto a los derechos humanos, la proliferacion armamentista y el comercio, un supercomputador de 8 millones de dolares que es invaluable para el nuevo proceso economico de China en la etapa actual de expansion comercial. Si se tiene en cuenta que China (incluida Taiwan) contaba con 1,117 millones de habitantes en 1990, que se elevaran a 1,268 en el ano 2000 y a 1,385 millones en el ano 2010 es ostensible que China es, para los tres paises del Tratado de Libre Comercio, una zona capital del futuro. La prueba, sin equivocos, la presencia de Canada entre los 15 paises de la APEC y la proxima inclusion de Mexico en el mismo proyecto. El viaje, en diciembre, al Pacifico, del presidente Salinas senala la prioridad que posee ese espacio. Fue evidente en Seattle. Es ostensible en la politica Internacional de Mexico de los ultimos dos anos. El tema invita a indudables reflexiones. Una de ellas es de indudable interes y de consecuencias ulteriores no pequenas. Me refiero, sin duda, al caso chino. China, como la URSS, habia llegado a sus ultimas conclusiones economicas y sociales. En otras palabras, ante las nuevas generaciones la revolucion no era ya ni un objeto ni un sujeto de reproduccion mecanica. En otras palabras, el sistema no ofrecia alternativas a la sociedad escolarizada y urbanizada. El "discurso maoista" de la Revolucion Cultural habia sido desarticulado y los lideres octogenarios sacrificados por los "guardias rojos" en la Revolucion Cultural se hicieron cargo del poder para ofrecer no solo la modernizacion, sino el champan, es decir, el enriquecimiento. La enorme voz del pasado historico -el "enriqueceos" que detonaran sobre el mundo y sobre la Iglesia apegada a la "pobreza" y la "lucha contra la tasa de interes del capital", los intelectuales del capital- liberalismo britanico- llego a China con dos siglos de retraso y con una experiencia singular. En suma, lo que el New York Times llama "monologue" sobre la "noninterference in the internal affairs" (monologo sobre la no interferencia en asuntos nacionales) constituye un punto de enorme interes sobre el futuro de Asia como conjunto. En otras palabras, al igual que la URSS, los dirigentes comunistas chinos entendieron que la modernizacion era inaceptable sin el enriqueceos, pero que ni la modernizacion ni el enriqueceos eran pensables sin una etapa intermedia. Etapa intermedia que algunos teoricos de la Perestroika, antes de la catastrofe economica, donominaron "economia social de mercado", es decir, subsistencia provisional del regimen politico (monologo sobre la importancia de la no interferencia) en tanto que se transitaba a una experiencia social y politica nueva desde la economia de mercado. La experiencia China es la experiencia sovietica: la incapacidad del sistema economico para atender la demanda creciente de la sociedad escolarizada y urbanizada en terminos modernos. Pero el mundo occidental, absorbido por el triunfalismo (veanse los resultados en Italia donde solo los nietos de Mussolini y los nietos de Gramsci aparecen en escena al romperse el tinglado de los viejos partidos) prefirio que la URSS viviera el caos que aceptar el transito, complejo y enriquecedor para todos, de una etapa a otra del desarrollo. En el fondo, y por encima de otra cuestion, la gran pregunta que tienen que hacerse los dirigentes politicos del Tratado de Libre Comercio en la Cuenca del Pacifico es de este nivel enorme: ¨Puede negociarse, con paciencia, con serenidad, el gran transito chino o se prefiere, como ante la URSS, el caos del Pacifico y una version semejante de la crisis en el resto de Asia? No hay que olvidar que Hong Kong y Taiwan -cosa que ni de lejos tenia ante si la ex URSS- representan las puntas de lanza, en la tecnologia y la ciencia, en terminos industriales, del enorme espacio chino y que, a su vez, la aparicion de una economia de mercado en China suscita ya, al tiempo, la presion inflacionaria y la lucha de clases a escala regional puesto que las regiones mas favorecidas y menos favorecidas conforman un enorme litigio historico. Por lo demas, como en el pasado. ¨Hay que repetir, ahora, los errores del Este europeo? Por vez primera en la historia, en los grandes ejes regionales un pais intermedio, Mexico, que ha sufrido la interferencia, que ha pagado el precio de la factura de la historia al imperialismo clasico y el neocolonialismo economico, se encuentra instalado en el cuadro de las decisiones mundiales. Por vez primera esa nueva clase de negociadores- sin duda competentes, sin duda duenos de los recursos dialecticos de las clases dominantes mundiales, pero sin sus recursos de poder real -han logrado quebrar el edificio de los suenos del poder y abrir un hueco en la muralla. Las responsabilidades, por tanto, de esa clase dirigente mexicana son, por consiguiente, enormes. Esa nueva clase no podra considerar un "monologue" sin importancia o una "ocupacion" de la conversacion el tema de la "no interferencia en los asuntos internos". Sobre todo, digamoslo de una vez, porque no se puede reproducir en la enorme cuenca del Pacifico el desastre que ha significado la "liberacion" en el Este europeo. Es imprescindible dotar a la democracia occidental de un respeto indudable, de una parte, a los procesos de transformacion de los pueblos -sin desistir de la pedagogia de la libertad en orden a los derechos humanos- y, de la otra, al dialogo de las civilizaciones puesto que existen barreras considerables en la apreciacion y valoracion, de los procesos de representacion civil del liderazgo. De la misma forma, ante Europa y el GATT, la negociacion de Estados Unidos no puede ser separada del proyecto colectivo del Tratado de Libre Comercio y de la tension, conflicto y contradiccion que crean los espacios regionales ante los nuevos dilemas. Ya hemos visto, desde la polemica Vargas Llosa-Regis Debray, en que medida, en orden a los Servicios y las Telecomunicaciones espaciales electronicas, Francia ha sido la primera potencia de los "Siete" grandes en pedir la clausula de "excepcion cultural" ante los grandes mecanismos de poder norteamericanos. Yo me he permitido senalar que la "clausula de excepcion" no resolveria el problema, sino la "priorizacion" del talento como alternativa concreta. La cuestion es saber ya si se prefiere que el talento, como moderacion critica del triunfalismo, no tenga nada que decir a la hora del monologo sobre la no interferencia. Los problemas, como ejercicio de la inteligencia, y no solo de la voluntad totalitaria, son nuestro futuro racional y democratico. Como tales debemos verlos, asumirlos, desearlos. "Los asnos, dijo el maestro Heraclito, siempre preferiran la paja al oro". Los hombre de bien, a su vez, deberan preferir el grano a las aureolas de los falsos santos mpre preferiran la paja al oro". Los .