GUIA: 9REINA22 SECCION: Espectaculos Pag. 17 CABEZA: Las reinas del tropico CREDITO: FERNANDO MU¥OZ CASTILLO El cine a partir de Theda Bara y de las divas italianas nos enfrento a un nuevo icono de la mujer-pecado, despues del impuesto por la Biblia: Eva. Estas imagenes forman parte de nuestro concepto cinematografico de lo que es un personaje "femenino" de los anos 30 a los 50. Fueron en su mayoria mujeres malas; perversas que arruinan a los hombres de su alrededor pero que sucumben, por lazos de temor o de "amor", ante un ser mas malo y abyecto que ellas y que simboliza, digamoslo asi, a Mephisto. La forma que encarna este incubo es la de un cinico con disfraz de gangster o de vividor. Las rumberas pertenecen a esta conceptualizacion de lo femenino, que lo popular urbano asocio con la idea de lo "tropical". Y fueron estos miles de fieles quienes las trasmutaron en objeto de culto y obligaron, sin ellas pretenderlo, a encarnar a sus personajes y trascenderlos para, asi divinizadas, poder codificarlas mas alla de la cosmogonia cinematografica del siglo XX mexicano. Lo anterior es corroborado por el mito que de ellas hacen las nuevas generaciones; el morbo que despiertan en su espiritu y el hecho de fabular peliculas, ya sea que jamas existieron o que son producto de la union de dos o mas, como aquella que me refirio un adolescente y que puedo resumir de esta manera: Agustin Lara le canta a Rosa Carmina el dolor de su amor no correspondido. La escena final, obviamente, era Agustin, con los ojos anegados en llanto, levantando de una esquina de zona roja a una Rosa Carmina devastada por el alcohol y la prostitucion. Esta es una pelicula apocrifa, ya que Rosa Carmina nunca trabajo con Agustin Lara. Sin embargo, a este argumento fantastico podemos encontrarle raices en Perdida, pelicula en la que actuaron Ninon Sevilla y el maestro Lara. II Las rumberas llevan el pecado encima porque bailan, muestran piernas, mueven caderas al compas del cabello que vuela y brilla por los reflectores, se menean sinuosas transportandonos a espacios insospechados: del harem tropical, cabaret que despliega escenografias de Fontanals o Rodriguez Granada, hasta "sofisticadas" casas de prostitucion con las ineludibles figuras y voces de Tona la Negra, Ana Maria Gonzalez, Pedro Vargas, Agustin Lara, Los Panchos, haciendo valedero el apostolado de la prostitucion en el cine mexicano. Dioses tutelares que son una mezcla de angeles demoniacos y que protegen a las rumberas, a las Diosas del Tropico, reflejo subliminal de la ambigua moral de gobiernos preindustriales, de luces, plumas, lentejuelas y night clubs que comienzan a florecer en la capital y en la provincia como sinonimo de sociedad moderna y poderosa economicamente. Tiempo de clases medias medias, sin medias de nylon; auge del secretariado; de chicas bonitas que trabajan en las fabricas o como dependientes de grandes almacenes y bancos. Epoca de salarios minimos minimos, que se olvidan al trepidar de una maraca, de las tumbadoras o del movimiento de hombros y caderas de las rumberas en las pantallas de cine. Acto final de la llamada Epoca de oro del cine mexicano. III Y ahi siguen las rumberas, imperturbables en su parnaso particular: Maria Antonieta Pons, hermosas y redondas piernas blancas como la nieve. Con un motorcito que todos querian poner en marcha. Meche siempre, hasta en los peores momentos en que es mala mala, no pierde un cierto mohin adolescente de nina saboreando un caramelo. Rosa, rostro ovalado de vampireza (las zetas corren por cuenta de Orol), de lunar junto a la boca no se lo des a nadie, cielito lindo, que a mi me toca, de labios de los que solo puede emanar la letra de Conozco a los dos. Amalia, la bomba cubana de sonrisa perpetua, siempre en disposicion para darle el tono exacto a lo que el mambo es y sera por los siglos de los siglos, ­amen! Ninon arqueando la ceja y bailando algun ritmo brasileno o repitiendose infinitamente finita: arrimate carino, arrimate bien cerquita. Diosas cinematograficas que se aduenaron de los suenos humedos de muchos adolescentes durante varias generaciones. IV Estrellas inalcanzables solo poseidas por los Junco, Rojo, Soler, Armendariz, Silva, Fernandez, Badu, Orol, Mendoza, Tin Tan y, claro esta, Rodolfo Acosta, Miguel Inclan y Arturo Martinez. Siempre pidiendonos a traves de la pantalla que las salvemos, que las rescatemos de las garras del mal; si lo hacemos, tal vez nos honren durmiendo en nuestra hamaca tropical y, por que no, hasta nos canten al oido al amanacer: Nosotros, que nos quisimos tanto, debemos separarnos, no me preguntes mas; no es falta de carino, te quiero con el alma; te juro que te adoro y en nombre de este amor y por tu bien te digo adios. Energias primigenias que nos iniciaron en la voluptuosidad, el erotismo y el placer carnal. Perseguidas en suenos y en pistas de cabaretes de zona roja. Siempre con la ilusion y el sueno de encontrarnos a alguna mujer parecida a ellas, las unicas: las perversas, cada vez que nuestros apetitos sexuales inundaban las manos primerizas en oscuros placeres. V En la mesa redonda Furia pasional, acto de la exposicion Revision del cine mexicano, efectuada el 3 de marzo de 1991, Carlos Monsivais comento: "Con las rumberas culmina y se extingue el baile en el cine mexicano; despues de ellas, el cine, en lo que a caderas se refiere, se inmovilizo". VI Fue durante el gobierno del Lic. Miguel Aleman Valdes cuando la industria cinematografica incremento el tema urbano, especificamente el cine de cabareteras y de arrabal. En su Historia del cine mexicano, en la pagina 161, Emilio Garcia Riera anota que: "de apenas 3 muestras en 1946 paso a 13 en 1947, 25 en 1984, 47 en 1949 y 50 en 1950". En 1952 se filmaron 21 peliculas con este tema y a partir de 1953 el numero de filmes cabaretiles fue disminuyendo hasta casi desaparecer a finales del sexenio del Lic. Ruiz Cortines. Fragmento de Las reinas del tropico, Grupo Azabache, Mexico, 1993, 263 pp. Este libro sera presentado en el Centro Cultural San Angel el proximo 25. .