guia: 2211210 seccion: cultura pag. 13-4a. cintillo: SEMANA DANZARIA cabeza: Lo novedoso y lo viejo credito: Patricia Vazquez Hall Toda obra en danza tiene que enfrentar retos con el tiempo y el espacio, ademas de la nitidez de lenguaje corporal, in- dispensable para el establecimiento de la comunicacion con el espectador. A pesar de las modas y corrientes los retos siguen siendo los mismos; una coreografia por muy novedosa que sea en su propuesta, tendra que someterse a las mismas viejas reglas con las que se ha realizado danza desde la antiguedad. De aqui que las novedades no siempre cumplan con los requisitos indispensables para que tal creacion sea una obra de arte, y por ello se prefiera a veces coreografias ya vistas a correr el riesgo de ver piezas fracturadas en su estructura, debido al uso de seductores elementos extradancisticos que carecen de sustento. Lo que hace sorprendente a una obra de danza sigue siendo el abece de antano, lo contemporaneo se situa entonces en la tematica que el creador avezado estudiara y desarrollara con la maestria propia de su oficio creativo. Ejemplos de esto tuvieron lugar esta semana. El grupo Contradanza que dirige Cecilia Appleton, con motivo de su X aniversario, presento la coreografia La balsa de la Medusa, factura de la directora, Raul Parrao y Laura Rocha, con musica original de Joaquin Lopez Chas. La obra resulta ser un emplasto de distintos estilos de baile. Cada uno de los tres ejecutantes marca una forma distinta de interpretar, sobretodo en la primera parte de la coreografia. Hacia la mitad de la obra Raul Parrao se destaca con movimientos pausados, parsimoniosos que permiten pensar que algo va a ocurrir, pero son violentamente cortados por las intervenciones femeninas que se desenvuelven sin sentido alguno. El vestuario es horroroso al igual que la musica. Se utilizan limitadamente pantallas colgantes que estorban visualmente al espectador y que, sobretodo, resultan inecesarias. Finalmente, la obra termina con una exposicion de transparencias que no guardan relacion con lo malamente ejecutado por los bailarines. Como esta se ve que hay muchos deseos de utilizar recursos de video, pero ademas de carecer de razon de ser, no resuelven el meollo de la danza artisticamente. Por su parte el Taller Coreografico de la UNAM desarrollo la septima funcion de su temporada. Un estreno: Dumbarton Oaks, con musica de Stravinsky; y tres obras ya conocidas del publico: Marsias, con musica de Mario Lavista, Danza para mujeres, con musica de Pergolesi y L/estro armonico, con musica de Vivaldi, todas ellas creacion de Gloria Contreras, estructuraron el programa. Aqui la danza se despliega con maestria y sapiencia. No hay problemas entre coreografa y bailarines, porque el trazo emana de la misma expresion biologica del cuerpo. Hay una dinamica natural consciente del argumento que permite la plasticidad y el goce consecuente de las expresiones artisticas. Aunque las obras oscilan de 1970 a 1993, ninguna de ellas luce anticuada en su proposicion y desarrollo. Es la experiencia de haber hablado corporalmente, con elocuencia, durante tantos anos. Es la madurez creativa que fluye, dandole razon de ser a cada uno de los gestos y movimientos propuestos. Es una danza desnuda, vestuario y luces logran la ambientacion. Es en el meollo de la danza misma donde se resuelve con armonia el ritmo y el uso del espacio que los ejecutantes ocupan con propiedad y naturalidad consecuentes en el verdadero artista ia el ritmo y el uso del espacio que los ejecutantes ocupan con propiedad y naturali .