SECCION INF. GRAL. GUIA: P20FIN Pag.: 1a.-1a. CABEZA: FIN DE SIGLO SUMARIO: Al dia siguiente del TLC Soberania y libre comercio Nueva relacion bilateral CREDITO: Renward Garcia Medrano Con la votacion de la Camara de Representantes de Estados Unidos y la inminente aprobacion de la de Senadores, concluye una fase dificil, desgastante, de la consolidacion politica del gobierno del senor Clinton, de sus relaciones con el Congreso y de su proyecto economico a largo plazo. Termina tambien una etapa critica -"sucia", en palabras de algunos politicos estadounidenses- del debate politico entre los grandes intereses de ese pais, con el pretexto de analizar el acercamiento hacia el nuestro. Pero al mismo tiempo, aunque lo aprobado la noche del 17 de noviembre fue un tratado comercial trilateral, en la practica esa misma noche se inicio un nuevo y nada facil capitulo de las relaciones entre los dos gobiernos, los dos sistemas politicos, las dos sociedades. Para ello debemos preparanos. El doble riesgo para la soberania El punto de partida es la conciencia y practica de nuestra soberania, el tema al que practicamente todos los comentaristas han aludido directa e indirectamente. Accede la economia mexicana a un espacio regional de comercio en el que concurre la economia mas poderosa de la Tierra, no para asimilarse a esta, sino para insertarse en las nuevas tendencias del desarrollo mundial, en el nuevo "modo". La doble dimension externa e interna de la soberania obedece puntualmente a las oportunidades y riesgos del mundo en transito hacia un nuevo siglo y milenio, caracterizado por fenomenos nuevos que ponen en peligro al Estado-nacion tanto en su convivencia con el conjunto de la comunidad mundial como en su propia integridad. Y Mexico no esta al margen de esos peligros. En lo exterior, la ruptura de las fronteras a la informacion y la tendencia accidentada pero inevitable a la internacionalizacion de los mercados, no podra convivir con la idea y la practica del Estado- nacion si la diferenciacion de este frente al mundo se desdibuja en aras de una comprension mecanica de las tendencias globalizadoras y regionalizadoras: tenemos que ser cada vez mas nos-otros para estrechar vinculos con los otros. En lo interno, la sociedad mexicana no esta vacunada contra las tendencias dispersoras que han disuelto a diversos paises al termino de la guerra fria y como resultado de la crisis de identidades que se precipito al diluirse los dos viejos mundos y, con ellos, las dos principales alineaciones ideologicas y politicas. De nada nos valdria tomar el camino facil -y falso- del nacionalismo excluyente como ciencia y practica de la soberania. La convivencia con los demas paises, la multiplicacion de los vinculos comerciales con Estados Unidos y Canada, nos obligan a consolidar aqui dentro nuestra unidad nacional y, con la seguridad de ello, ser capaces de distinguir entre coincidencias y diferencias con esos paises, en especial con nuestro vecino mas proximo, para trabajar juntos en las primeras y resolver con justicia las segundas, sin perder la nocion de nuestros intereses nacionales. El imperativo de la diversificacion comercial La inminencia del TLC abre para nuestra politica economica internacional una doble vertiente. Por una parte, la necesidad de intensificar los esfuerzos del gobierno y los empresarios por traducir en acciones concretas la voluntad politica de diversificacion. Por la otra, el aprovechamiento prudente y pragmatico de las corrientes de capital y las posibilidades de coinversion que se abren para Mexico, como palancas para la mencionada diversificacion. Incluye el tratado "candados" para impedir que empresas de terceros paises aprovechen indebidamente la liberacion comercial; no obstante, la previsible intensificacion del comercio regional favorece la solidez de la economia mexicana a largo plazo y obviamente mejora las perspectivas de certidumbre para los capitales y multiplica las posibilidades de nuevas asociaciones sin violentar los terminos del tratado de produccion", cuyas caracteristicas distintivas son la globalizacion de los mercados y la formacion de regiones geoeconomicas. Pero dar este paso fundamental para el futuro de la economia y de la nacion en su conjunto, se requiere rescatar el axioma de que la interdependencia economica de nuestros dias solo es posible, por definicion, si se da entre naciones soberanas, ingredientes sin el cual la interdependencia no seria sino el disfraz de un nuevo colonialismo, especialmente en asociaciones tan asimetricas como la de la futura zona de libre comercio de America del Norte. En las nuevas circunstancias internacionales, el ejercicio de la soberania es la defensa de los intereses legitimos de la nacion frente al resto del mundo, pero es mucho mas que eso: el fortalecimiento de la identidad y la cohesion de la nacion, a traves del reconocimiento y respeto a la formacion plurietninca y pluricultural de la sociedad, la garantia de niveles dignos de vida para toda la poblacion, la apertura de expectativas solidas de ascenso en la escala social y economica y el respeto a la pluralidad ideologica y politica; la vieja formula de democracia y justicia social hacia la que evidentemente tenemos aun mucho que caminar. La doble dimension externa e interna de la soberania obedece puntualmente a las oportunidades y riesgos del mundo en transito hacia un nuevo siglo y milenio, caracterizado por fenomenos nuevos que ponen en peligro al Estado-nacion tanto en su convivencia con el conjunto de la comunidad mundial como en su propia integridad. Y Mexico no esta al margen de esos peligros. En lo exterior, la ruptura de las fronteras a la informacion y la tendencia accidentada pero inevitable a la internacionalizacion de los mercados, no podra convivir con la idea y la practica del Estado- nacion si la diferenciacion de este frente al mundo se desdibuja en aras de una comprension mecanica de las tendencias globalizadoras y regionalizadoras: tenemos que ser cada vez mas nos-otros para estrechar vinculos con los otros. En lo interno, la sociedad mexicana. Cabe subrayar, a este respecto, que Mexico no ha entrado a un mercado comun sino simplemente a una zona trilateral de libre comercio, lo que deja a salvo nuestro derecho -y el de los otros dos paises- a establecer y ampliar sus relaciones economicas y comerciales con terceros. A diferencia de la Union Europea, la zona de libre comercio de America del Norte no implica el transito irrestricto de capitales, trabajadores y recursos naturales, ni la unificacion de las politicas fiscales y monetarias, ni la formacion de un banco central regional y una moneda unica, ni la construccion de una politica exterior comun o de una politica de seguridad regional tambien comun. Los margenes de integracion son mucho mas estrechos pero los margenes de libertad son tambien notablemente mas amplios. Mexico ha sido aceptado como miembro del Consejo de Cooperacion Economica Asia-Pacifico (APEC) cuya V Reunion Ministerial fue inaugurada por el presidente Clinton en Seattle al dia siguiente de la votacion del TLC en la Camara de Representantes. La membresia significa la apertura de oportunidades de asociacion con los paises de esa importantisima cuenca economica, cuyo aprovechamiento dependera de la capacidad de los empresarios mexicanos para promover coinversiones especificas en un espacio economico diferente al TLC que, por lo mismo, constituye una veta muy promisoria para la diversificacion. Con la Union Europea y con algunos de sus paises miembros, se han formalizado acuerdos y declaraciones de intencion que ahora podran y deberan tambien convertirse en proyectos concretos y viables, y que pondran a prueba la capacidad de respuesta de los inversionistas mexicanos en una circunstancia que no se les habia presentado a lo largo de la historia y que, si la desaprovechan, quiza no vuelva a presentarseles durante mucho tiempo. Pero el area que por todos conceptos requiere la mayor atencion es el resto de America Latina y los paises del Caribe, donde estan las principales afinidades y lealtades historicas, culturales y sociales de Mexico, lo cual le impone una responsabilidad pero a la vez le abre un importante espacio de apoyo. La puesta en marcha del TLC no nos dara un falso liderazgo que no hemos buscado ni tiene validez politica entre paises iguales, sin hermanos mayores ni menores, pero coloca a Mexico en la condicion del principal puente entre la futura zona de libre comercio de America del Norte y las economias latinoamericanas que deseen incorporarse o intensificar sus relaciones con ella. El TLC significara, sin duda, nuevas certidumbres para las economias latinoamericanas. Seria conveniente que los expertos y las autoridades competentes informaran sobre las repercusiones reales y de expectativa que tendra el TLC sobre el comercio bilateral de Mexico con Chile, el primer pais con el que establecimos un tratado de libre comercio. Paralelamente, deberian intensificarse los trabajos para formalizar el tratado que se negocia con Colombia y Venezuela y reactivar el que se ha promovido en Centroamerica, ya que da la impresion de que solo con Costa Rica se han logrado avances apreciables en las negociaciones. Junto con la aceleracion de estos procesos integracionistas especificos, el TLC y la posibilidad de una ulterior ampliacion del espacio comercial al resto de la region o a una parte considerable de la misma, aconsejan dinamizar y modernizar los mecanismos de integracion regional y subregional con que ya cuenta la region y que bien podrian significar avances reales hacia una integracion regional mas amplia. Como quiera qu esea, es indiscutible que la insercion de Mexico en la zona comercial de America del Norte constituye un factor nuevo y muy importante que repercutira, ojala que para bien, en las perspectivas y funciones de la ALADI, asi como en el desarrollo de los espacios subregionales existentes en el Cono Sur, los paises andinos, los centroamericanos y los caribenos. El sentido comun indica que estas experiencias podrian ser utiles si en efecto se intenta una integracion comercial a escala continental. Mexico y Estados Unidos hacia una nueva relacion Como se hizo evidente en la semana que termina, la lucha entre los partidarios y los adversarios del TLC en Estados Unidos coloco a la sociedad y el gobierno de Mexico en medio de un intercambio de ataques y contrataques que mostraron el rostro mas sucio de la politica interna estadounidense y nos hicieron victimas de ofensas y mensajes irrespetuosos por intervencionistas, que pudieran ser explicables, aunque nunca justificables, en la etapa del debate entre los congresistas de ese pais, pero que de ninguna manera pueden marcar la pauta de una relacion sana entre las dos sociedades y entre los dos gobiernos. El caso de Ross Perot fue el mas visible por razones obvias, pero de ninguna manera fue el unico. Toda la patologia racista y xenofobica de politicos, academicos y comunicadores de ese pais tuvo las mas diversas expresiones en los medios de comunicacion y produjo heridas que no sanaran antes de mucho tiempo. Frente a esta violencia verbal y comunicacional, los mexicanos debieramos armarnos de la mayor serenidad para reaccionar contra toda clase de manifestaciones de hostilidad, pero sin caer en el juego de humillaciones ni menos aun en el sometimiento. Y no debieramos abandonarnos a la indignacion facil pero esteril, proque aun sin su incorporacion al TLC, Mexico se veria y se vera sujeto al escrutinio internacional justo e injusto, civilizado y primitivo, honesto y deshonesto, sencillamente porque hemos salido del relativo aislamiento del pasado y el mundo entero se ha abierto por todas partes y empieza a reconocerse, a evaluarse, a juzgarse para bien y para mal. Pero tenemos que distinguir con claridad y buen juicio entre las criticas y las injurias. Aquellas, nos gusten o no, son utiles para revisar nosotros mismos nuestros aciertos y errores, nuestros avances y retrocesos, y tomar libre y soberanamente las decisiones que mejor convengan al interes nacional, pues si nos cerramos a ellas podriamos caer en el riesgo de la autocomplacencia, que no es buena consejera de hombres ni de naciones. Pero las ofensas, las verdades a medias y los juicios desinformados deben ser rechazados y no tomados como si fueran criticas, porque ello nublaria la comprension de nuestros problemas y nos colocaria en una posicion humillante. Veamonos en los espejos que nos presenta el resto del mundo y comparemos esas visiones con nuestra propia imagen para comprendernos mejor, pero no aceptemos ser sentados en el banquillo de los acusados. Por otro lado, es claro que el debate por el TLC en Estados Unidos influyo negativamente sobre el manejo de diversos problemas bilaterales, como es el caso ilustrativo de los indocumentados. La misma tarde de la votacion, en el momento en que Ross Perot se percato de que el tratado seria aprobado, anuncio movilizaciones y acciones de protesta que bloquearon o entorpecieran su ejecucion, y esa actitud entre revanchista y tactica, es compartida sin duda por numerosos politicos estadounidenses, por lo que es facil prever una descomposicion aun mayor en la relacion bilateral si detras de estas amenazas hay dinero y disposicion suficientes para convertirlas en hechos. Se produzca o no el boicot anunciado, el hecho real es que la aprobacion del TLC por la Camara de Representantes marca el final del debate y el inicio de una nueva etapa en la que predominara la necesaria intensificacion de los contactos bilaterales. En cualquier caso, los dos paises estan en una situacion enteramente distinta a la anterior al 17 de noviembre y los problemas binacionales ya no tienen por que reflejar la lucha congresional por el tratado. De alli que el gobierno del senor Clinton debiera disponer la suspension de la llamada operacion bloqueo y de otras medidas persecutorias contra los trabajadores mexicanos indocumentados, lo cual aislaria al gobernador de California, Pete Wilson, en el uso de ese problema como pretexto para elevar su popularidad entre los votantes. Ademas del ancho panorama para las relaciones comerciales y economicas entre los tres paises miembros del TLC, la agenda bilateral entre Mexico y Estados Unidos incluye mucho otros problemas, como el ya mencionado de las migraciones o como el aun mas complejo del narcotrafico, cuya solucion conjunta solo podra darse en un clima de mutuo respeto y colaboracion, que se veria ensombrecido si continuara la hostilizacion y el desprestigio que una parte de la sociedad politica estadounidense ha practicado en los ultimos meses contra Mexico. i .