seccion inf. gral. guia: P10MADO Pag. 1a.-1a. cabeza: Madonna o el espiritu de libertad credito: JOSE LUIS MARTINEZ S. Para LUIS ROBERTO y ANDREA Madonna en escena, mas que una misa negra: un carnaval, una seduccion, un ritual seguido de cerca por mas de 50 mil personas en ejemplar actitud en el autodromo Hermanos Rodriguez. Madonna y el tour que inicio en Londres y que ahora desemboca en una noche preciosa en la ciudad de Mexico; la gira del escandalo que llego a Mexico precedida del morbo y los anatemas. Madonna y sus gritos en espanol, sus frases que van desde "los quiero mucho" al "diviertanse, cabrones". Madonna y la noche sin luna, pero plena de estrellas y calidez y la conducta intachable que hizo inutil el excesivo despliegue de seguridad, que no causo desazones ni altero estados de animo, mas alla de la pasion por un espectaculo en que todo es precision y preciosismo, y los cuerpos se riegan por el escenario y los signos inequivocos de una cachondez a prueba de hielo. Madonna cautivo -nos cautivo-, nos atrapo en su entrega absoluta, sin cortapisas ni resquemores, sin prejuicios ni timideces. Y sus canciones fueron coreadas por todo el publico en comunion sacrilega, en desbordada complicidad. Madonna y una organizacion perfecta, verdaderamente de primer mundo, sin maculas ni decepciones. Ella es lo que es, y no traiciona expectativas ni tampoco ilusiones. Uno la observa, captura su desempeno y sabe entonces lo que es un viaje al fondo del infierno: donde no hay temor, pero tampoco culpa, ni arrepentimiento, ni pecado. Madonna es un poema, diria Vicente Quirarte. Y si, tiene razon, porque ella es ternura, es pasion, es violencia y es subversion... y es completamente humana. Ajena a la falaz perfeccion de Michael Jackson y su indiferencia y su mutismo que no mueve ni conmueve, que no altera estados de animo. Madonna provoca, seduce y engana, y uno la observa y contempla su cuerpo y sus deslices y entonces se sabe que la cronica no debe contener el puntual registro de las canciones que todos conocen, sino ese estado de animo y animacion, esa atmosfera que ella fue capaz de crear en la curva peraltada del autodromo, un escenario bellisimo en el que nuevamente OCESA dio leccion de como hacer bien las cosas. Madonna en concierto, la noche sin contratiempos, el espectaculo que se desliza suavemente por las pendientes de ls sensualidad, del erotismo sin tregua, sin ambages, que lo mismo canta a la heterosexualidad que al amor entre iguales. Sin distincion y tambien sin pena. Madonna prendida en los alfileres de la pasion. Y adentro del autodromo, la ociosidad de 850 lobos. Y afuera, mil 500 policias esperando los desmanes que nunca ocurrieron. Y guarnecidos en sus catervas, los feligreses de Provida esperando el sortilegio que nunca ocurrio, y que de hecho cancela todas sus protestas. Porque Madonna es para todo publico, cuando menos para el publico con sensibilidad y sin telaranas en la cabeza. Madonna o el espectaculo del placer, del hedonismo mas procaz y provocador, la entrega y la perfeccion que devienen pecado y locura. Y un publico siempre entregado y paradigmatico. Y un espectaculo que vuela alto y donde la carne se entrega a sus placeres y necesidades y se regodea en movimientos sicalipticos y movimientos nefandos que se traducen en una sola palabra: imaginacion. Madonna o el espiritu de libertad... lo demas es silencio mientos nefandos que se traducen en una sola p .