GUIA: 709LEG SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 6 CINTILLO: DEBATE CREDITO: Juan Francisco Escobedo D. CABEZA: Legitimidad por elecciones: el papel de los partidos La ambiguedad y el doble discurso se han convertido en los signos distintivos de los actores politicos partidistas. Con los resabios de dogmatismo y radicalismo que transporta consigo las oposicion no sera facil avanzar en el proceso de distension de la lucha politica electoral. Nadie en su sano juicio podria desconocer la necesidad de tener condiciones indicutiblemente mas aceptables para realizar las eleccines federales de 1994. Ese es el reto, conformar un ambiente politico, legal e institucional que permita que los ciudadanos, los contendientes, la opinion publica y todo los observadores nacionales que lealmente se ostenten como tales, tengan la certidumbre de que las elecciones de agosto del ano proximo, se realizaran con base en la legalidad y con fuentes solidas de credibilidad. Sin embargo, la cuestion de la legalidad y credibilidad de las elecciones debe plantearse en terminos mas claros. Porque si se supone, a partir de sus declaraciones publicas que todos los partidos tienen la mas amplia voluntad para que el proceso electgoral de 1994 reuna condiciones minimas y aceptables de legalidad y credibilidad, entonces lo que procede, como paso siguiente no se olvide que la democracia tambien se expresa como un procedimiento es identificar algunos de los compromisos a los que los protagonistas se obligan parea dar pasos serios que abonen en favor de la legalidad y credibilidad deseadas. Fuera de los partidos que promovieron y aprobaron la reforma electoral reciente, cuya prueba de fuero esta por venir, ningun otro partido, incluido desde luego el PRD, ha dicho: va mi espada en prenda. Muy pronto hara falta hacerlo, entonces se vera si las declaraciones periodisticas son pose o expresion autentica de voluntad democratica. Sino se despeja el camino de ardides, de simulaciones o de dobles juegosd por parte de los principales actores politicos, todo intento para avanzar en ese sentido sera visto con sospecha. El tedioso e interminable peloteo de los dimes y diretes interpartidistas es buen signo de su vitalidad parea arrojar humo sobre la coyuntura, pero poco dice de su genuina voluntad para competir electoralmente con respeto a los adversario. Solo muecas y muy tenues han expresado los partidos para darle a la contienda politica un mayor nivel de tolerancia y civilidad, que empieza como lo afirmo Ortiz Arana, por el respeto a la ley. En este juego aparentemente interminable, la oposicion exige al PRI la inmolacion, ofreciendo casi nada a cambio. La oposicion, sea panista o perredista, se presenta como la poseedora irremplazable de la flama democratica. Rechaza por sistema el dialogo pidiendo, cuando lo pide, la atadura de manos y ojos a quienes desde el PRI o el gobierno se disponen a dialogar. El PRI y el gobierno, tienen una gran responsabilidad para hacer posible el dialogo y romper el circulo vicioso de los intentos frustrados para dialogar con todas las fuerzas politicas partidistas y construir el mas amplio consenso en torno a las reglas y condiciones que deberan prevalecer para el proceso electoral proximo. Se trata de dialogar para avanzar hacia lo posible, de buscar el consenso, de no enganarse ni enganar con unanimidiades falsas. En el fondo lo que esta en juego es la legitimacion del poder publico por la via de las elecciones. Esta es quiza la motivacion politica de la convocatoria del Presidente Salinas, para reformular y actualizar los consensos basicos entre los partidos, la ciudadania y el gobierno, que hagan posible una contienda civilizada, es decir legal, equitativa y sin violencia, que parte esencialmente por el respeto a la ley electoral y a la Constitucion de la Republica, cuyo cumplimiento no debe someterse a pacto alguno.