SECCION DEPORTES
PAGINA 28
CABEZA: FERNANDO MARCOS COMENTA


Estadio lleno hasta ser colmado. De gente. De entusiasmo. Y, lo mas importante, de futbol y de respeto.
Futbol, naturalmente, en la cancha. Respeto en el publico, vocinglero, nervioso, pero sin desbordar los limites del graderio... y de la decencia.
Gritos. La ola. La esperanza... 
Y de pronto, la desilusion: un tiro libre, seco, raso lanzado por Ambriz toque hacia atras de Ivo y surdazo definitivo de Garcia Aspe que Lalo Fernandez, con todo lo buen portero que es, no puede detener.
Y ahora el Guadalajara tendra que repetir su record de la temporada y hacer dos goles como ha sido su promedio.
Va a conseguir uno a base de insistir.
Vidrio, su excelente zaguero central, se vuelve a ratos, un atacante feroz en busca del gol. Se arma un tira-tira. La bola va a la pierna zurda de Manolo Martinez (por favor, ya no le digan el Matador) y el balon se incrusta a media altura cruzado hasta la red, locura en las gradas... Sigue viva la esperanza. No se dan cuenta que con el empate a uno Guadalajara RIP.
Creo que hasta Navarro, el portero necaxista, saludo al bello disparo sombrero en mano.
Pero eso no resolvia el partido, pero si cambio la tonica del encuentro.
El Necaxa habia perdido la media cancha, pero recupero el reloj.
Se paseaba el balon en la extrema defensa, de uno a otro. No corrian, pero las manecillas del cronometro si.
El Capitan de las Chivas, Ramon Ramirez, iniciaba diabluras que pronto alguien convertia de muy demoniacas a totalmente angelicales. Es decir, mucho canto y nada de opera. Mucha gambeta, mucha conduccion, mucho brillo y nada practico.
Pero no estaba la "Magdalena para tafetanes" y pronto Guadalajara recupero el ritmo. Los Rayos se batian a fondo y serenamente y el reloj marchaba... marchaba... marchaba...
De pronto, el arbritro Brizio dijo: "basta ya muchachos, vayanse a refrescar".
Segundo tiempo, cambia el dramaturgo y la obra toma intensidad, empezo por drama y termino en tragedia.
Total dominio del Guadalajara. Inutil. 
Necaxa, de plano, apuesta al empate. Sabe que con eso estara en la final. Guadalajara quiere romperlo, sabe que de no lograrlo estara muerto.
Guadalajara domina y llega a los alrededores del area peligrosamente. La razon de tal dominio radica en que todo el equipo capitalino esta esperando. Faltas, empujones, por ambos bandos. Entra el "Raton" por el Necaxa; pero pronto le dan su queso y se calma. Luego, Aguinaga arria velas y sale fingiendo una lesion... segun Garcia Aspe, que al paso le dice algo que no se puede poner en letras de imprenta.
El comentario se facilita, porque es una reiteracion de lo mismo. La cancha se reduce a la mitad. Fernandez se convierte en espectador. Y eso le cuesta un susto a las Chivas, contragolpe, Vidrio rebana un balon que le cae en los pies de bote franco a Ivo Basay. Pero si uno rebano, el otro hizo tajaditas y saca una lombriz que se come facilmente el tiburon guardameta del Guadalajara.
"Y vuelta a lo mismo", pero eso si: Emocionante!
Guerra agoniza en la banca y el publico se pregunta: "¨Podran los Rayos aguantar la tormenta?".
Pues si, la aguantan, mas que nada porque ellos mismos la provocaron con su repliegue. Veo la TV y miro al perfil de Manolo Lapuente: "Es la viva imagen del "Aguila Calva", emblema de los Estados Unidos y a punto de extincion". No es su culpa que el equipo retroceda. El mueve los brazos como aspas de molino pidiendo que vayan adelante... Lo intentan, pero el esfuerzo los ha agotado. Sol, joven relevo, corre, corre, y sigue corriendo. Pienso que de haber estado abiertas las puertas del estadio, ya iria llega

ndo al Aeropuerto... Para colmo, Ambriz comete una falta, es amonestado y, como ya tenia una en las costillas, es expulsado.
Entonces el panorama se complica, porque no hay mas que diez jugadores. Pero pronto entra un suplente: "la decision del Necaxa que, como LA PASIONARIA en la Guerra Civil Espanola, grita a la multitud "No pasaran!".
Termina el partido. Brizio gana su nombramiento para la Copa de America, el Necaxa llega a la final y el Guadalajara vuelve a ser el "ya merito".
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