SECCION CULTURA PAGINA 33 BALAZO: OPERA NACIONAL DE PARIS CABEZA: Tres siglos de lenguaje artistico CREDITO: Alberto Dallal La adaptacion que Patrice Bart y Eugene Polyakov han realizado a la coreografia original de Giselle (Coralli-Perrot) constituye una fina y lograda renovacion de la obra. El Ballet de la Opera Nacional de Paris (333 anos de existencia) ha ofrecido al publico mexicano una interpretacion impecable, una experiencia que ha permitido el reencuentro de los espectadores como un genero dueno de notables elementos de fuerza, de sugerentes formas de "vision" e interpretacion y, en fin, con un lenguaje dancis tico que, durante mas de tres siglos, sigue proponiendo modelos de montaje, expresion y ejecucion. El merito fundamental de la produccion que desde 1991 tiene el Ballet de la Opera en su repertorio se apoya en el respeto a la estructura original de Coralli-Perrot (1841) y en la vuelta a formas de ofrecimiento coreografico e interpretacion mas limpias y, por tanto, mas elocuentes del estilo romantico. Asi, desde las primeras escenas del primer acto descubrimos con sorpresiva alegria que todos los elementos d e tipo realista (anadidos a lo largo de mas de un siglo de montajes) han sido erradicados; elementos por otra parte innecesarios aun con el prurito desmedido de mantener el contraste de "tono" entre el primero y el segundo actos. Los elegantes disenos de Loic Le Groumellec en el vestuario y la escenografia mantienen la misma concepcion "lisa" y aun asi clasica del montaje, anadiendo, sin embargo, un estupendo cumulo de gratas sensaciones a la vista y a la funcionalidad del desempeno balletistico: colores co mbinados en las vestimentas de los conjuntos, sintesis operativas en "muebles" e implementos, minimo numero de objetos, ropajes contrastantes en color y realizacion para los personajes principales, etcetera. Toda una serie de bien pensadas especificaciones artesanales, tecnicas y de confeccion que habran de armonizar suavemente con la planificada iluminacion de Maurizio Montobbio, en la cual las luces, sus cambios, sus culminaciones propician no solo efectos visuales sino estados de animos en areas concreta s del escenario y en los ocupantes de la sala. El arte del ballet, en su plena raiz clasica, hace valer todos los movimientos de manos, de dedos, de brazos. Disenadores e iluminador completan la actividad de los bailarines, entendiendola no solo como producto de una idea coreografica sino tambien como una "ejecucion", como una realizacion individual que adquiere valor en cada uno de sus detalles, que es susceptible de maniobras histrionicas o pantomimicas y que en los privilegios del arte dancistico sacara provecho de los trazos inventados por el coreografo. En el buen desempeno de este trabajo conjunto luce brillantemente, entonces, la expresividad de Monique LoudiŠres cuando en pleno arrebato traduce su locura utilizando al maximo los movimientos de su cuerpo por el piso (solo unos instantes basicos para no alejar a la obra de su naturaleza clasica), o bien en aquellas escenas del segundo acto en las que su presencia habran de salvar la vida de Albrecht (Patrick Dupond), para quien los coreografos ha n senalado movimientos contundentes, pesados (y aun asi habil y ligeramente interpretados), asignandoles asi, aparte del anuncio del deterioro fisico, el reflejo mental del arrepentimiento y la tristeza. Resulta especialmente atractivo el encauzamiento de la atencion narrativa hacia las secuencias y los papeles de la pareja, sobre todo en un segundo acto cuya tradicion habia ya subrayado desmedidamente las actividades de los conjuntos y de personajes como Myrtha, la madre de Giselle y las propias wilis. La creacion de una bien construida estructura espacial y temporal ha permitido que el publico mexicano capte ampliamente las virtudes de la organizacion de esta gran compania y compruebe el nivel tecnico, la experiencia profesional y el virtuosismo de los bailarines. Las tradicionales jerarquias no se disuelven en las asignaciones de los papeles sino en el lugar de los hechos, en el escenario, cuando cada uno (estrellas, primeros bailarines, solistas, corifeos, miembros del cuerpo de baile) cumple con los come tidos asignados filosamente, sin distracciones, coadyuvando a la consecucion de los conceptos y de las etapas del montaje. En la estupenda produccion que de Giselle ha realizado el Ballet de la Opera Nacional de Paris no solo hemos redescubierto las excelencias de una obra y de un genero: asimismo hemos reconocido aquellos elementos paradigmaticos que hacen que el ballet clasico perdure: vigor tecnico, solidez estructural, lenguaje dificil pero claro, conjuncion de profesionalidades, evidentes vincul aciones entre formas de una sola estetica renovada. .