SECCION ESPECTACULOS PAG. 37 BALAZO: TRISTE CENTENARIO CABEZA: Mas decepciones en el Festival de Cannes CREDITO: LEONARDO GARCIA TSAO CANNES.-Si el panorama del cine mundial seguira bajo la tonica mostrada en el presente Festival de Cannes, este ano sera recordado como uno de los mas pobres en la historia. Lastima que sea precisamente cuando este arte festeja su primer centenario. Sin embargo, hay al menos otro cineasta de prestigio ademas de Ken Loach que no ha decepcionado. El griego Teo Anguelopulos ha logrado una de sus obras mas satisfactorias con To viemma tou Odyssea (La mirada de Ulises), el intenso recuento de cineasta recorre los Balcanes hasta llegar a Sarajevo en busca de tres rollos perdidos filmados por los pioneros del cine griego, los hermanos Manakis. La principal motivacion del protagonista es recuperar la frescura de su mirada a traves del primer testimonio filmico de su pais, pero las intenciones alegoricas de Anguelopulos abarcan varios temas el derrumbe del socialismo, las actuales guerras etnicas en esa zona bajo su habitual estilo de recurrir a elaborados planos secuencia de una rara belleza. Si bien el realizador se pasa a veces de pretencioso (algunos dialogos de Tonino Guerra se esmeran demasiado por ser poeticos), no cabe duda que La mirada de Ulises es una obra mayor. Hasta ahora, la unica del festival. Prueba de ello fue el sostenido aplauso con que fue recibida al final de su proyeccion de prensa. En cambio, las mas recientes creaciones del ingles Terence Davies y del chino Yimou Zhang se suman a las numerosas decepciones estrenadas en Cannes. The Neon Bible (La biblia de neon) suponia un cambio en la trayectoria de Davies, pues se salia del registro autobiografico de sus anteriores esfuerzos para contar un drama rural estadounidense situado en los anos cuarenta. Pero la resolucion formal no propone nada nuevo. Davies insiste en las tomas estaticas, la iluminacion preciosista, el us o de canciones populares, la estilizacion total y solo consigue anular el contenido emocional de un texto que es una palida imitacion del azote sureno patentado por Tennessee Williams. La estrategia posmoderna del director debe encontrar otras posibilidades, o quedara agotada en muy poco tiempo. El abucheo de la prensa fue bastante elocuente. Mientras, Yimou Zhang ha intentado en Yao a yao yao dao wai pe quiao (Triada de Shanghai) un curioso ejercicio de estilo. La cinta se situa en el Shanghai de los treinta para contar la historia de un gangster, su despotica amante que canta en el cabaret de su propiedad y el nino que le es asignado como sirviente. Es como si Zhang hubiese querido hacer una produccion gangsteril de la Warner Bros. de los treinta, con todo y numeros musicales. Sobra decir que la imitacion hollywoodense no se le da. A pesar de algunos momentos donde ejerce su probada intuicion visual, la pelicula nunca encuentra su tono. Y su otrora musa, la guapa Gong Li, consigue su actuacion menos convincente en el papel de una femme fatale a lo Marlene Dietrich. Ciertamente, le quedan mejor los papeles de campesina o dama china. .