SECCION ESPECTACULOS PAG. 39 BALAZO: CARIBEĽOS CABEZA: Marti: de la poesia al canto popular CREDITO: ERNESTO MARQUEZ Jose Marti es, como muchos saben, una de las figuras historicas mas altas, puras, ricas y profundas de America Latina. Su personalidad, la diversidad de sus facultades dirigentes y creadoras, la permanente rectitud de su conducta, la inmedible riqueza de su pensamiento y sensibilidad, su capacidad asombradora para regir hombres y esclarecer problemas primordiales le han hecho merecedor de la mas alta estima de todos los pueblos latinoamericanos y de modo particular por el de Cuba, que lo tiene considerad o como apostol de su libertad. Y razon hay para ello, pues su conciencia social, que le llevo a una lucha revolucionaria que le costo la vida, fue en el una fuerza espiritual unica, a la cual subordino su don genial de poeta y escritor. Amaba Marti su patria y a toda la America que deseaba ver libre del yugo imperialista. Tuvo que luchar contra la indiferencia de muchos elementos que creian imposible su lucha. Sin embargo, el genio de Marti triunfo, y aunque una bala espanola lo derribo en Dos Rios aquel 19 de mayo de 1995, su ideal ha permanecido vigente. Por eso ahora que se cumple su primer centenario luctuoso y ante el cumulo de homenajes que le rendiran todos los pueblos del mundo, es inexcusable asomarse a las esencias de este gran hombre. Lo nuestro sera un recuento de las musicas, odas, himnos y canciones que en su honor, o a partir de su obra, se han hecho desde aquel dia en Dos Rios a la fecha. Muerto el fabuloso caudillo, muchas son las obras que se escriben en su memoria. El trovero popular responde dolido y la historiografia cubana aun no se pone de acuerdo en precisar quien fue el primer autor que dedico una cancion a su recuerdo. Unos dicen que poco despues de su deceso el pianista y cantante Rafael Navarro dio a conocer en Nueva York una Elegia compuesta por Luis A. Baralt. Otros senalan que la primera pieza compuesta a Marti es la titulada Cancion a Marti, del santiaguero Albe rto Villalon, dada a conocer en 1901. Sin embargo, existe una tercera obra que aparece a finales de siglo, misma que alcanza bastante popularidad entre la gente del pueblo, y es la llamada Clave a Marti, de Luis Villillo, quien tomo la melodia de La clarina, especie de danzonete compuesto por Jose Tereso Valdes, que por 1880 cantara en el orfeon La Llave de Oro del barrio del Pilar. La cancion, efectivamente, era cantada por todo mundo y su letra, ciertamente, hacia temprana anoranza a quien habia caido en Dos Rios. El heroe a quien el pueblo habia confiado su emancipacion y de quien clamaban su presencia activa. Aqui falta, senores/ ay! una voz/ de ese sinsonte cubano/ de ese martir hermano,/ que Marti se llamo/ ay! se llamo. Coplas que, junto al sentimiento de anoranza por la perdida del inmenso hombre, destacaban la inconformidad latente ante la libertad escamoteada luego de tan cruenta lucha. Pero falta el clarin/ de mi Cuba;/ pero falta su voz,/ que se apago. Marti no debio de morir;/ ay! de morir./ Si fuera el maestro del dia,/ otro gallo cantaria/ la patria se salvaria/ y Cuba feliz seria. El ingenio poetico popular habia variado sus estrofas para adecuarlas a una realidad distinta, como se enfatizaba en la significativa frase del argot comun: "otro gallo cantaria", que encerraba el descontento y rechazo a todas las concesiones que el nuevo gobierno republicano estaba brindando a las superpotencias. Por eso cuando Fidel Castro y sus barbudos se levantan contra el "falso gobierno", la voz popular recoge tales versos y los adecua al momento historico: Marti ahora vuelve a vivir;/ ay! a vivir./ Hoy es el maestro del dia,/ la Revolucion inspira/ a Fidel sirve de guia/ y mi Cuba ya es feliz. Queda, pues, en la memoria popular esta como la primera y mas importante cancion dedicada al Martir de la Patria. Muchos otros autores plasmaron durante varias decadas su aprecio a quien Gabriela Mistral llamo "el hombre mas puro de la raza". Lejos de extinguirse el caudal, los aportes valiosos se sucedieron para incrementar el repertorio dedicado a su memoria. Casi todos los autores de la trova tradicional le dedicaron en algun momento una o varias canciones. Sindo Garay fue de los primeros con su Marti murio de cara al sol; le siguieron: Emilio Blez, con El sudario de Marti, y Jose Sabin con la clave

Marti y Maceo. Practicamente en todos los generos cubanos se escribieron odas a Marti. El hombre del campo le honro en sus controversias guajiras que hacian apoyados ya en sus textos politicos o en su obra poetica. Se escribieron danzones como La clave de Marti, de Antonio Maria Romeu; Con todos y para todos, de Armando Varona; Marti, de Alfredo Torroella (de la cual en Mexico se hizo una version sustituyendo el apellido del heroe cubano por el del benemerito Benito Juarez). Guarachas como Canta Montero, de Ignacio Pineiro, o Marti, de Carlos Puebla. Boleros de la talla de: Cuba y Marti, de Jose Mauri, y A mi Cuba, de los hermanos Jorge y Guillermo Anckermann. Y canciones patrioticas del estilo de Como lo sono Marti, debida a la inspiracion de Juan Arrondo. A esta rica herencia lirica se suman tambien obras internacionales como el Himno a Marti, pieza a dos pianos que escribiera en 1906 Hubert de Blanck, o sinfonias completas que devenian de los textos del procer cubano como la Oda martiana, de Harold Gramatges, basada en Infierno y Flores del cielo que ahora forma parte del repertorio habitual de la Orquesta Sinfonica de Cuba. Muchas partituras se llenaron durante anos, musicalizando sus poemas y textos; asi encontramos obra de talentos como Guillermo Tomas, Rogelio Dihigo y Luis Casas Romero; pero ninguna de ellas obtuvo tanta resonancia mundial como la de los Versos sencillos que, incorporados a la Guajira Guantanamera, que Joseito Fernandez escribiera en 1928, hizo posible que su poesia martiana fuera para una inmensa mayoria toda una revelacion inusitada. La fuerza de sus imagenes, su contemporaneidad, cautivo tanto que aun hoy sigue ganando adeptos e interpretes. Se dice que la internacionalizacion de la Guantanamera con los Versos sencillos de Marti se debe al empeno del cantante folk Pete Seeger, quien la escucho por primera vez en la voz del compositor cubano Hector Angulo, alla por 1962, cuando este se encontraba en Estados Unidos cursando estudios en el Manhattan School of Music, de Nueva York; pero ya antes, en 1932, a Julian Orbon, quien habia entrado en la insondable melodia de Joseito, se le escuchaba por el mundo propalar los versos de Marti acompanado por su piano. En ese sentido, Ernesto Lecuona tambien fue precursor de los Versos sencillos con sus siete canciones, estrenadas en 1936, a las que ademas siguieron composiciones de Eduardo Sanchez de Fuentes, Rogelio Dihigo, Serafin Pro, Federico Smith, Cesar Perez Sentenat y Jose Ardovol. Con el "descubrimiento" de Marti gracias a la guajira de Joseito Fernandez se desprende un catalogo de composiciones que resulta dificil abarcar en estas pocas cuartillas. De los trabajos mas importantes se destacan, por ejemplo, el de la pedagoga y musicologa Gisela Hernandez, quien escribiera en los sesenta una serie de cantares martianos dedicados a los ninos y musicalizara para teatro, entre otros cuentos, La muneca negra; Leo Brower, quien en 1973 concibiera la musica para Es el amor quien ve... interpretada por seis instrumentos de camara y mezzosoprano: Hilario Gonzalez y sus aportaciones tonales para Los zapaticos de Rosa, obra coral hecha para seis solistas sin acompanamiento instrumental. Ejemplo que fue tomado con mucho acierto por Miguel Garcia, Nilo Rodriguez y Electo Silva para el formato de Gran Orfeon. En el marco de la Nueva Trova Cubana es interesante ver la insistencia con que los jovenes artistas volcaron sus ojos hacia la lirica del gran maestro. Parece ser que de cada lectura, de cada descubrimiento brotaban seminales las ideas musicalizadoras. Tan solo una breve revision y recuperaremos numeros de Pedro Luis Ferrer, Jorge Hernandez, Enrique Nunez y Donato Poveda. Pero quiza sean los esfuerzos de Pablo Milanes, Amaury Perez, Sara Gonzalez y Teresita Fernandez los que mas valgan en la medida de que l as suyas son obras completas y no canciones aisladas. A ellos se deben los cuatro elepes mas importantes dedicados al arte poetico de Jose Marti. Pero la labor musical en torno a la persona y obra de Jose Marti no solo esta circunscrita a Cuba, aqui nuestro gran Oscar Chavez ha musicalizado un punado de poesias que van desde La nina de Guatemala hasta Mi honda es la de David pasando, desde luego, por los Versos sencillos. Joan Baez ha cantado El enemigo brutal. Nana Mouskouri una version libre de la Guantanamera, George Moustaki Je veux vous dire, Joan Manuel Serrat Carta de Espana y los boricuas de Haciendo Punto en Otro Son estructuraron partiendo del analisis de Nuestra America todo un ensayo musical que ha valido para ser considerado como documento de actualidad en el Instituto de Estudios Martianos de Cuba. Como puede apreciarse, la activa influencia martiana no ha cesado, cada dia suenan en la memoria de muchos los versos y el ejemplo del procer cubano. Lo anterior son apenas unas cuantas lineas, falta el gran libro que esta por escribirse sobre el vasto tema de la cancion martiana. .