SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 2 BALAZO: CUADERNO DEL SABADO CABEZA: El presidente que sonamos CREDITO: IKRAM ANTAKI ENTRETEXTO: "Un pais no puede vivir eternamente con dos sistemas economicos que se ignoran" Lo que debe hacer un presidente de la Republica: A la vez que darse cuenta de la primacia de la politica debe entender sus limites. En una sociedad de varias dimensiones, la politica solo ve una, como un matematico acostumbrado a la geometria plana, pero desarmado frente a los volumenes. Ni los despertares, ni los sobresaltos, ni las aclaraciones, de la historia se deben a ella, como tampoco la evolucion de las mentalidades, la transformacion de las costumbres, los flujos demograficos o las olas q ue atraviesas, de vez en cuando, la economia. Sin esperar de un presidente mas que lo que puede dar, nos encontramos, sin embargo, en un momento cardenal. El pais vive una mutacion de su sistema politico tal y como no la hemos conocido en decadas, y su unidad y su cohesion estan cuestionadas. El presidente que sonamos debe tener cualidades contradictorias: una firmeza en el alma, una inteligencia conceptual a la vez que un sentido de la improvisacion (rasgos contradictorios si los hay ya que el segundo ayuda a pensar el mundo en lugar de sufrirlo, anticiparlo y no seguirlo, mientras que el ultimo ayuda a reaccionar frente a las diferentes crisis y frente a la irrupcion de lo inesperado, asi como responder con la sorpresa a lo imprevisto). Debe tambien tener una presencia y una autoridad paternas , a fin de tranquilizar un pais que descubre la vuelta de los peligros. Debe ser ambivalente. Protector frente a las angustias. Audaz. Dotado de una capacidad de escuchar, buscando desesperadamente recoger los honores de la opinion, e inflexible cuando esta trata de comunicarle sus sobresaltos. Respetuoso de los cuerpos intermediarios, y simultaneamente lucido hacia los limites del compromiso social tradicional. Consciente de encarnar la unidad nacional cuando la democracia de opinion deriva hacia la embria guez democratica, obligado a jugar este papel de garante, de la manera la menos altiva posible, frente a una sociedad que ya no aguanta, por parte de sus dirigentes, ni desprecio, ni orgullo. El modelo de la certeza tecnocratica ya no responde a esta ecuacion: le falta imaginacion, fineza, prestigio. Aun menos conviene el modelo del politico unanimista, porque es demasiado perverso para una funcion que exige hoy sinceridad y grandeza. Tampoco conviene el tributo, demasiado inculto, demasiado enamorado de la opinion y que podria empujarla hacia sus peores tendencias. ¨Donde encontraremos este ser complejo e hibrido que necesitamos? La tarea no es del ejecutivo solo. El pais debe impregnarse con algunos principios de interes general. No espera que su presidente lo trate de reformar. Tampoco le agradecera su gestion economica. Espera de el un gran destino. Los otros paises se gobiernan al son de las realidades y de las necesidades. Nosotros necesitamos sonar, sin temor a un mundo que se construye y a cuya adhesion tenemos. Pero un pais no puede vivir eternamente con dos sistemas economicos que se ignoran: uno inserto en el juego mundial, que mantiene otro cuyas raices se clavan en una organizacion ya pasada. A estos problemas de la economia, hay que agregar los que nacen de la democracia de opinion en una sociedad a la cual los medios de comunicacion dan vida y ritmo. El interes general es limpido, pero ¨cuales metodos, cual manera de actuar en funcion de imperativos que ya dependen mas del sentido comun que de la alternancia politica? Frente a los sobresaltos de la democracia de opinion, no existen ni un vade mecum de la prudencia, ni un mapa geografico de las dificultades. Un presidente habil deberia jugar sobre tres registros: primero: la discusion con los actores institucionales, aunque sea para no acelerar su deliquescencia; el uso de la peda gogia que es propia de las elites y de las instituciones de interes general, y la resistencia a los medios. Hoy, todos jefe de estado conbtemporaneo esta obsesionado por ellos, y su dependencia sicologica hacia ellos es excesiva... esta dependencia sigue, la que saldra perdiendo es la capacidad de gobernar. Segundo: hay que transformar el tiempo en aliado, para volver aceptables unos cambios mas pesados. Asi, la fiscalidad solo es reformable a este precio: tiene que pasar como la homeopatia, impercetiblemente. Negarse a esta lentitud precavida seria tomar el riesgo de trastornos masivos cuyas consecuencias serian imprevisibles sobre los comportamientos economicos y los hombres colectivos. Tercero: tendra que ejercer el poder de manera flexible la mayor parte de las veces, y en monarca absoluto en raras ocasiones. Una sociedad compleja no espera ya una autoridad caricatural ¨como imaginar, por un lado, la sofisticacion creciente del pais, la evolucion de su sistema de valores, la metamorfosis de sus costumbres y, por el otro lado, un modo de ejercicio del poder sinonimo de jerarquia o de paternalismo. Un uso flexible y ductil del poder significa que el tiempo de la tragedia politi ca en cinco actos -reflexionar, consultar, decidir, ejecutar, controlar- ya ha pasado. Habra que saber sentir. Ya no somos un regimiento y el presidente no es un coronel. Integrar la complejidad de la sociedad y de la realidad no significa abdicar frente a la opinion: hay que saber donarla ¨Como? estableciendo un equilibrio entre estas dos fuerzas, a menudo contradictorias, que representan la opinion y el interes general. * Antropologa, escritora, autora de El Espiritu de Cordoba. .