SECCION CULTURA PAG. 34 CABEZA: El santuario profanado CREDITO: Hector Rodriguez Morales Alrededor de este raro prestigio se ha tejido toda clase de leyendas, como la que afirma que Rudolf Hess, lugarteniente de Hitler y descendiente de padre hindu, aprendio secretamente en esta tierra el control mental y el manejo de las fuerzas que despues utilizarian los nazis para dominar a sus victimas; si tal fue, pareceria que Rudolf Hess no pudo entender o no quiso aceptar que no tenia el derecho karmico de utilizar esta sabiduria con fines malignos, y que por ello sus efectos se revertirian en s u contra. Por su parte, los monjes tibetanos han asombrado a distinguidos cientificos occidentales al conseguir, mediante la concentracion mental y el control de su respiracion, entrar en estados de trance que les permiten resistir sin dificultad temperaturas bajo cero y reducir su ritmo de respiracion a unas siete inhalaciones y exhalaciones por minuto. Esto desde luego no lo hacen por celo deportivo ni por un afan de notoriedad gratuita, sino porque uno de los propositos del tantrismo es permitir que el ejec utante "experimente" la muerte, pues entonces, dicen, es cuando pueden ocurrir los descubrimientos espirituales mas trascendentes. Por otro lado, los tibetanos creen que el alma es inmortal, que al morir una persona su alma pasa por un periodo de transicion de uno o dos anos y que despues vuelve a nacer; el unico proposito de la reencarnacion, dicen, es facilitar la continuidad en la obra de un ser. Tambien suponen que es factible identificar la reencarnacion de una persona que haya fallecido en anos recientes y de hecho practican esta busqueda y este reconocimiento tratandose de personajes ilustres; estan convencidos, por ejemplo, de que el actual Dalai-Lama, su lider politico y espiritual, es una reencarnacion de los 13 Dalai-Lamas que lo precedieron. Para determinar donde y en quien ha reencarnado uno de sus avatares, los tibetanos se valen de senales y augurios de distinta naturaleza, asi como de sus oraculos tradicionales. Los oraculos tibetanos, como los griegos, actuan a traves de sacerdotes con el don de la mediumnidad, quienes en el momento en que se les requiere para una consulta son literalmente poseidos y transfigurados por el espiritu de una "divinidad", un espiritu de naturaleza a veces portentosa o sobrehumana, que responde con la sabiduria que le es propia a preguntas concretas sobre asuntos de Estado. Sin embargo, esta herencia cultural esta amenazada y una parte de ella pudo haberse perdido para siempre. En octubre de 1950, 80 mil soldados chinos del llamado Ejercito Popular de Liberacion cruzaron el rio Drichu, al este de la provincia tibetana de Chamdo, "con la supuesta intencion de liberar al Tibet de las manos de los agresores imperialistas, aunque nadie sabia a que se referian con ello", escribe el propio Dalai-Lama en su narracion autobiografica Libertad en el exilio. Segun el texto, miles de monasterios y conventos han sido profanados desde fines de los cincuenta, mas de 100 mil tibetanos se han refugiado desde entonces en diferentes partes del mundo, cerca de un millon han muerto directa o indirectamente por esta causa, y los aproximadamente seis millones restantes sobreviven penosamente a un regimen que procura en forma premeditada y sistematica su exterminio. Si esto es cierto, la destruccion del Tibet tiene una connotacion sacrilega que nos recuerda los horrores del holocausto judio, pues en nombre del "progreso" y el "materialismo historico" se ha lastimado a un pueblo profundamente espiritual y con el a todos los que admiramos su busqueda de la autentica felicidad, aquella que deriva de un sentido de paz y alegria interiores que solo pueden lograrse mediante el cultivo del altruismo, el amor y la compasion, asi como la eliminacion de la ira, el egoismo y la c odicia. *Poeta y dramaturgo. *** .