SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 2 CABEZA: La democracia en el PRI CREDITO: ENTRETEXTO: Uno de los retos fundamentales que tiene frente a si el PRI es la urgencia de volver a creer en si mismo Desde hace algunos anos, el problema de la democracia interna se ha convertido en un dolor de cabeza para el PRI. Se trata de una generalizada exigencia por la redefinicion de las reglas interiores del partido tricolor que no ha sido resuelta adecuadamente. Tanto desde su interior como desde la opinion publica, constantemente han sido sujetos de critica e inconformidades la forma como se promueven los candidatos a puestos de eleccion popular, los mecanismos a traves de los cuales se conforman los organos dirigentes, la manera en que aparecen y desaparecen jefaturas, la ausencia de informes y explicaciones de los cuerpos directivos a las bases, la indefinicion de los derechos de los militantes, etcetera. Sin embargo, a diferencia de epocas anteriores, como la d e Carlos Madrazo a mediados de los anos 60, ahora la falta de atencion a esta cuestion afecta considerablemente la unidad y la fuerza electoral del PRI. En la actualidad, etapa de un despertar socialmente ruidoso, segun la terminologia empleada por Agustin Basave, donde empiezan a pagarse los costos politicos de las decisiones, la ausencia de canales y de gestion democratica, el empleo intensivo de los metodos de orden y mando, la indiferencia a los reclamos de simpatizantes y adherentes, paso de ser una cuestion particular del PRI a ser un asunto de interes publico. Los ciudadanos toman en cuenta todos estos elementos al momento de decidir su opcion electo ral. La conversion del Revolucionario Institucional en un partido internamente mas participativo, abierto a la lucha de ideas, con estructuras flexibles y organos dirigentes constituidos a partir de procedimientos claros y validos para todos los afiliados, ha sido un proceso atropellado y contradictorio por la ausencia de vivencias democraticas y por el peso de las tradiciones y practicas autoritarias. Al igual que otros protagonistas de la politica nacional, los priistas han tenido muchas dificultades para asim ilar los contenidos y practicas propias de una democracia moderna. Los forjadores del PRM y luego del PRI, nunca creyeron realmente en la libertad; eran partidarios de la justicia social. Nunca apostaron en favor del individuo o del ciudadano; se inclinaron por las masas, por las masas organizadas. El general Lazaro Cardenas escribio en sus apuntes: "Los conservadores de Mexico, enemigos del programa social de la Revolucion, quisieran en la politica del gobierno la democracia que se practica en los estados capitalistas; es decir, libertad para sus intereses e imposicion de su criterio; quisieran que se relegara a los trabajadores a una situacion individualista, porque saben que la organizacion acabara con sus privilegios..." Lo importante era cumplir el programa social de la Revolucion Mexicana. Tal y como asevero el divisionario michoacano en su mensaje de Ano Nuevo de enero de 1938, la democracia "no podra perfeccionarse mientras el pueblo no este organizado para ejercerla. Y es por ello por lo que se trata de reunir a todos los sectores que estan interesados en el programa social que habra de transformar a nuestro pueblo..." El individuo tenia valor en tanto estuviera organizado y tal valor se lo debia a su organizacion. Las organizaciones, a su vez, debian ser unidas y disciplinadas y su actuacion politico-electoral, a partir de la creacion del PRM, tenia que ser a traves de alguno de los sectores constituidos y exclusivamente a traves del partido. De esta forma, solamente los aparatos de los sectores y la alta burocracia politica encabezada por el Presidente de la Republlica, "hacian politica; los demas se limitaban a promove r sus intreses profesionales y corporativos. La lucha reivindicativa sirvio para mantener y recrear el control de masas; la movilizacion se hizo innecesaria al ser sustituida por la negociacion de los lideres con los funcionarios y con los representantes patronales. Y al constituirse el partido en intermediario entre las organizaciones de masas y el Estado y en espacio para la negociacion y acuerdo entre los circulos gobernantes, la actividad fuera de el o del Estado se torno innecesaria y la accion opuesta a el o al Estado, rechazada. De esta forma, en enero de 1946, cuando el Partido de la Revolucion Mexicana se convierte en Partido Revolucionario Institucional, Vicente Lombardo Toledano en su discurso ante la Asamblea Constitutiva sostuvo: "No hay mas que un solo programa de la Revolucion historica de nuestro pais, porque no hay sino una sola Revolucion en Mexico: comenzo en 1810 y no ha concluido todavia". La intolerancia se encontro con los ambientes propicios para arraigar. Los poderes Legislativo y Judicial fueron subordinados por el Ejecutivo; el federalismo y la diversidad regional quedaron ahogados por el centralismo; la diversidad y el pluralismo acabaron descartados. Los margenes para la actuacion de una formacion politica distinta de la oficial se redujeron al minimo. Formalmente existia libertad para asociarse y disentir, realmente no. La fuerza del Estado mexicano y de su partido coparon practicame nte todos los espacios del quehacer politico. El modelo funciono a lo largo de las tres decadas siguientes. Pero al encontrarse con una realidad social y cultural distinta a la original, comenzo a perder eficacia. Al PRI se le planteo entonces la necesidad de redefinir sus relaciones con el cuerpo social, con los poderes publicos y consigo mismo. Los primeros avisos aparecieron a finales de los 70, se reafirmaron en las elecciones presidenciales de 1982 con el avance electoral del PAN y se desbordaron, hasta hacer crisis, durante la contienda federal d e 1988. A estas alturas no es posible ya negar que en el PRI existe temor para avanzar hacia terrenos desconocidos, hacia estructuras y practicas democraticas. Se teme perder cohesion, caer en la anarquia porque, como en la epoca cardenista, se sigue dudando de la madurez ciudadana para ejercer la democracia. Y es aqui donde llegamos a uno de los retos fundamentales que tiene frente a si el PRI: la urgencia de volver a creer en si mismo, en sus postulados y doctrinas, como efectivamente se creia anteriormente, como efectivamente creen en los propios otros partidos politicos. Poco lograra el Revolucionario Institucional en su anunciada reforma interna si no le otorga a la ideologia y al programa la primacia que deben tener en la constitucion y dinamica partidaria. La democratizacion del PRI no puede ser resultado de la determinacion de alguno o algunos de sus dirigentes, sino consecuencia de la decision de todos sus componentes. No puede ser tampoco adopcion de la decision de todos sus componentes. No puede ser tampoco adopcion acritica de otras experiencias. Debe ser entendida, en consecuencia, como un proceso en el cual formulas, mentalidades y comportamientos construidos historicamente deben ser sujetos de revision a la luz de las exigencias, las posibilidades y l os desafios de hoy y del futuro. Por ello los puntos a resolver estan claramente delineados: normas (transparentes, definidas) para la eleccion e integracion de los organos dirigentes; compromisos de diputados, senadores, asambleistas con el partido; responsabilidades y relaciones (claras, legales, abiertas) de los Ejecutivos estatales y federal con el partido; relaciones del CEN con los comites estatales; requisitos y mecanismos para la eleccion popular; libertades y obligaciones de los afiliados; lugar, c ompromisos y vinculos de organizaciones sociales y sectores con el partido. El PRI debe pasar de la democracia corporativa a la democracia participativa; del reinado de la designacion al de la eleccion; del predominio del monolitismo interno al del libre desenvolvimiento de ideas y propuestas; de la incondicionalidad hacia el gobierno al apoyo creativo, pero consciente. (Notimex) *Politologo .