SECCION CULTURA PAGINA 34 BALAZO: BARRANQUILLA CABEZA: FESTIVAL INTERNACIONAL DE DANZA CREDITO: nalidad de la poesia. De tono epico, romantico, conminatorio, la obra va cargandose de invocaciones y evocaciones sucesivas: amor, ternura, juego, memoriosos giros de cuerpos en libertad. La coreografa traduce e interpreta operativamente las rutinas del deporte, juegos de pelota, secuencias beisbolisticas que, traducidas a la danza, permiten el lucimiento tecnico de Jacques Broquet, Brixio Bell y William Alcala. Vestuario, musica, iluminacion e implementos escenicos sumergen a los espectadores en la aventur a de naufragos y piratas que nuestras mentes historicas vuelven a relatar, en esta ocasion con la fuerza de mujeres (Mariana Tamaris, Sasa Queliz, Berenice Salvatierra) tan agiles y vigorosas como los hombres, bailarinas aptas para hacer bailar a un baul de madera, imitar danzas francesas de la Ilustracion o cargar a un varon hasta vencerlo. El gran acierto de Urdaneta consiste en crear episodios definidos coreograficamente por una propuesta narrativa-emocional y llevarla hasta sus ultimas consecuencias vis uales. Tambien en aprovechar al maximo las desenvueltas figuras de los bailarines de Danzahoy y someterlas a un montaje que alcanza el nivel del virtuosismo. El "barco", vehiculo espacial disenado por Edwin Erminy, se desplaza por un espacioso escenario que se prolonga hasta las butacas de los espectadores, de la mismas manera que, como una pelicula de aventuras, comenzamos a compartir las aventuras y los recuerdos infantiles de los protagonistas de Travesia. Mas dentro de la tesitura de danza-teatro, el colombiano Gustavo Llano ofrecio Cinco danzas cotidianas, seguimiento visual y ensayistico-literario de las actividades de una costurera, un carnicero, un barbero, un zapatero y una planchadora. Los personajes, todavia hoy radicados en la ciudad de Medellin, aparecen en una pantalla situada a la mitad del escenario y literalmente iluminan con su personalidad y su trabajo los movimientos y malabares interpretativos de Gustavo Llano quien, a la manera del one-man-show y del teatro seco de Wilson Pico (ecuatoriano), crea imagenes, sugiere emociones, contesta dudas, infiere desenlaces. Durante la secuencia mas lograda del espectaculo la planchadora el bailarin permanece representando el objeto-clave de las labores del personaje e irrumpe como fetiche, fantasma, dios o imagen blanca tras un golpe de luz, tras un ruido que nos hace despertar en el ambito de la realidad humana. Ciudad y publico encantados con los ofrecimientos del Festival. .