PAG. 2 SECCION: INF. GRAL. CABEZA: Atrapados por el afan de ganar credibilidad CREDITO: Jacqueline Peschard El error cometido por Antonio Lozano Gracia, en relacion con el asesinato del ex subprocurador de Jalisco no estuvo en haber detenido a tres presuntos implicados, sino en haber difundido casi inmediatamente, con bombo y platillo, la noticia de que la PGR habia atrapado a los culpables del crimen. El anuncio que el procurador general de la Republica hiciera por television dio la idea de que se tenian ciertas pruebas de la culpabilidad de los arrestados por el homicidio de Leobardo Larios Guzman, asi como nuevas pistas del asesinato del cardenal Posadas con el cual se le relaciono, es decir, aparecio como un acto de inusitada rapidez y eficacia de la dependencia en manos del panista. El mentis del dia siguiente mostro que no habia tal, ya que los tres arrestados habian pasado todas las pruebas inmedia tas para fundamentar la detencion. Es verdad que la Procuraduria tiene facultades para solo con los primeros indicios proceder a la detencion de personas posiblemente involucradas en un delito o crimen, lo que no puede hacer es alarde de eficacia antes de tiempo. Tambien es cierto que Lozano Gracia enfrento con valentia su falla, al reconocer directa y abiertamente al dia siguiente, que la PGR se habia equivocado en los detenidos y que el unico vinculo entre los homicidios del ex subprocurador de Jalisco y de Posadas era que los gatilleros f ormaban parte del Cartel de Tijuana al mando de los hermanos Arellano Felix. Sin embargo, ello no borra la irresponsabilidad en la que incurrio el procurador por sus sonoras declaraciones la noche del asesinato de Larios Guzman. Desde luego que esta irresponsabilidad no tiene que ver con la afiliacion panista del procurador general; hemos sido testigos de declaraciones de este tipo en boca de funcionarios priistas, incluso sin que posteriormente se reconozca claramente el error cometido. No obstante, el hecho de que Lozano Gracia provenga de los altos cuadros panistas, le da un significado particular a sus actos y pronunciamientos. Hoy, un acierto de la PGR se lee como un gol a favor del PAN, es decir, se interpreta como producto d e la presencia de alguien al margen de complicidades dentro del partido gobernante, por lo que es facilmente capitalizable por Accion Nacional. En cambio, los errores repercuten con mas fuerza sobre el gobierno zadillista en su conjunto, pues el procuraor es finalmente uno de sus altos funcionarios, que por mas margen de maniobra propia que tenga, depende directamente del Presidente de la Republica. El PAN y Lozano Gracia parecen estar conscientes de este efecto diferenciado y estan decididos a aprovechar su participacion en el gobierno federal para ganar credibilidad en favor de su partido, sobre todo porque la dependencia a su cargo se ha caracterizado por el encubrimiento y la ineficacia. Al salir en defensa del procurador general, los voceros panistas han insistido en que ha llegado la hora de una nueva PGR y de una nueva justicia que sea oportuna y se aplique sin distinciones. Su objetivo es mostr ar que los cuadros panistas son capaces no solo de gobernar, sino de que su gestion alcance la confianza de la sociedad. El problema aqui es que este afan de ganar credibilidad a traves de golpes publicitarios, mas que mediante medidas efectivas y sustantivas, puede desgastar no solamente a la PGR y el mando panista, sino a la formula misma de colaboracion de diferentes partidos en el gobierno. Urge efectivamente que la administracion y procuracion de justicia se hagan transparentes y objetivas, es decir, que se apliquen sin distinciones y de frente a la sociedad, pero dicho proposito no debe confundirse, ni mucho menos subordinarse a los fines de un partido politico, so pena de volver a caer en los vicios pasados. Es legitimo que un funcionario busque ganar la aprobacion de la opinion publica a traves del ejercicio oportuno y eficaz de sus responsabilidades, pero centrar las apuestas en la comuni cacion de dicho ejercicio antes que en los resultados concretos puede desviar de los objetivos finales de avanzar en la edificacion de una justicia garante de los derechos ciudadanos y subordinada exclusivamente a los dictados de la ley. Ciertamente es dificil cambiar las estructuras y practicas de los Ministerios Publicos de un dia para otro; es una tarea titanica que no puede realizar un solo hombre, por muy solido que sea su equipo de trabajo. Lozano Gracia lo tiene claro, de ahi que en la reunion nacional de procuradores realizada la semana pasada en Acapulco, manifestara la necesidad de un trabajo de colaboracion y coordinacion entre la federacion, estados y municipios, asi como de la adopcion de medidas de seguridad para ex funcionari os de las procuradurias. Lo que no se puede pretender es que se trata de una obra facil que requiere unicamente de la voluntad politica de las autoridades, como se afirma con frecuencia desde la oposicion al momento de cuestionar actos gubernamentales. Todos los indicios apuntan en el sentido de que el asesinato del ex subprocurador de Jalisco fue un acto de represalia de la mafia de narcotraficantes que tiene su centro de operaciones en Tijuana, que sabemos bien no se detienen ante nada. De ahi que el combate en contra de ellas no pueda darse el lujo de respuestas ocurrentes, o peor aun, ingenuas de parte de las autoridades. Ganar credibilidad para las instancias encargadas de aplicar la justicia tiene que seguir siendo un objetivo central del gobierno, y si el procurador panista es capaz de avanzar en esa direccion, todos los aplaudiremos, pero si el esfuerzo se queda en intentos fallidos, Accion Nacional perdera puntos, pero ello tendra un efecto negativo sobre la posibilidad de que los cambios politicos puedan realizarse por la via de la negociacion y el consenso. .