PAG. 6 SECCION: INF. GRAL. CINTILLO: LOS HECHOS Y LOS MITOS CABEZA: La crisis de los partidos: el PRI (Primera de dos partes) CREDITO: Gustavo Hirales No deja de ser paradojico que al mismo tiempo que en Mexico parecemos encaminarnos, por fin, a la materializacion de un verdadero sistema de partidos, componente fundamental de todo sistema democratico, varios de estos partidos, incluidos dos de los principales, presenten sintomas muy fuertes de crisis y descomposicion. Me refiero, naturalmente, al PRI y al PRD. Abordare hoy el caso del Revolucionario Institucional. En lo que al PRI se refiere, casi nadie discute hoy la realidad de su crisis. Si acaso, la discusion versa sobre los origenes, las causas, el caracter y la magnitud de la misma. Senalo esquematicamente algunas de las manifestaciones de esa crisis: 1) La caida electoral. Como se recuerda, desde sus origenes como PNR el PRI mantuvo siempre altas tasas de votacion. Durante toda una etapa historica estuvo practicamente solo en la escena politica nacional, recibiendo caudales sovieticos de votacion. Todavia Miguel de la Madrid pudo ganar la Presidencia de la Republica con mas del 60 por ciento de los votos nacionales. Pero las cosas empezaron a cambiar muy pronto. Desde 1982 hasta 1986, el PAN mantuvo una ofensiva electoral muy fuerte, que le redituo impo rtantes ganancias politicas sobre todo en el norte del pais, y todo ello a costa del PRI. En 1987 surge el fenomeno cardenista, que en las elecciones federales del 88 le dio tremendo susto al oficialismo, de tal magnitud que las sospechas sobre la limpieza del triunfo del candidato priista, Carlos Salinas, aun se mantienen. En el 88 al PRI se le reconoce, oficialmente, el 50 por ciento de los votos, mientras que a Cuauhtemoc Cardenas, candidato del centro-izquierda, se le adjudica poco mas del 30 por ciento de la votacion. En cuanto a tendencias electorales, esa votacion fue determinante para pasar a lo que hoy conocemos como un espacio electoralmente competitivo. Y si bien en el 91 el PRI recupero sus tendencias historicas de votacion, las elecciones federales del 94 demostraron, en un contexto muy convulsionado, que la tende ncia a la baja del PRI no era coyuntural, sino estructural. Con la diferencia de que ahora el segundo lugar no fue para la izquierda, sino para Accion Nacional. El problema no es solamente la caida vertiginosa en las tendencias electorales, sino el hecho decisivo de que cada derrota parece alentar la siguiente, formandose asi una especie del temido efecto domino. 2) La crisis ideologica. Si hoy se le preguntara a cualquier ideologo priista acerca de cual es la ideologia de ese partido, seguramente no sabria que contestar. Y el problema es mayor porque en Mexico, hasta ahora, los partidos politicos han sido fuertemente ideologicos, empezando precisamente con el Revolucionario Institucional. Durante decadas, y a pesar de los diferentes y hasta encontrados matices que los sucesivos presidentes de la Republica le daban a la ideologia del PRI, este se mantuvo en la linea del llamado nacionalismo revolucionario. ¨Que era el nacionalismo revolucionario? Un abigarrado conjunto ideologico en el que predominaban los elementos originales y los agregados del pacto social revolucionario: la excepcionalidad historica de Mexico, el Estado representante plenipotenciario de la nacionalidad, el Estado propieta rio y benefactor, las masas agrupadas en sectores del partido, el partido unido organicamente a los gobiernos de la "familia revolucionaria" y al Estado: el Estado defensor de la soberania, garante de las conquistas revolucionarias como el ejido, la educacion popular, la seguridad social, las nacionalizaciones y la empresa publica. Ante la perentoria necesidad de los cambios en la estructura del Estado, y ante el inicio de los cambios mismos, Miguel de la Madrid hizo como si no hubiera contradiccion, por ejemplo, entre las privatizaciones y una ideologia que exaltaba el papel "revolucionario" de la empresa publica. Salinas trato de ser mas consecuente, y elaboro la variable del "liberalismo social", que basicamente intentaba adecuar los viejos objetivos y lemas revolucionarios al contexto de la globalizacion economica en curso. Pero h oy el liberalismo social esta en desgracia, y no solo no hay sustituto aparente, sino que a muy pocos parece importarles esta ausencia. La crisis ideologica del PRI podria resumirse asi: los valores que estuvieron en la base de la ideologia (eficaz, cohesionante) hoy ya no valen o al menos no tienen la misma connotacion; esta muy oscuro el nuevo horizonte axiologico y el esfuerzo mas serio que se hizo en el pasado reciente por renovar la ideologia priista, el liberalismo social, es objeto de burlas e ironias por parte de muchos que, en su momento, le rindieron tributo. 3) Crisis de direccion. A pesar de que siempre el verdadero dirigente politico e ideologico del PRI lo ha sido el presidente de la Republica, hubo epocas, no tan lejanas, en que al frente del PRI estuvieron personajes con autoridad moral y peso politico propio, que a su vez lograron cohesionar equipos de trabajo dotados de cierta iniciativa. Nombres como los de Carlos Madrazo y Jesus Reyes Heroles nos remiten a los esplendores de un priismo que quiso ser partido. Sin embargo, los dos rasgos comunes a las di rigencias priistas historicas han sido la mediocridad y la lealtad al presidente. Lugo Verduzco, De la Vega Dominguez, Ojeda Paullada, Gustavo Carbajal, Gomez Villanueva, Garcia Paniagua, el mismo Genaro Borrego, ¨quien recuerda en ellos una idea politica original, una iniciativa independiente? De todos ellos el unico que como dirigente del partido salvo la cara fue Colosio, y a duras penas. ¨Como fue el proceso de descomposicion y desdibujamiento de la clase politica priista, expreso (en parte) en que el partido no es mas cantera de cuadros ni para el Estado ni para la sociedad? Es el Estado y el gobierno el que reproduce su propio personal, sus propias dirigencias, sin que el entorno propiamente partidario sea determinante. Los cuadros politico-administrativos pasan por el partido solo en la campana electoral presidencial, y eso a veces. .