SECCION CULTURA PAG. 34 BALAZO: CRITICA CABEZA: Los defectos en nuestras letras CREDITO: Emmanuel Carballo Comienzo por los defectos de nuestras letras, no eticos sino esteticos. A mi juicio, el mas grave es la falta de audacia. El escritor mexicano tan apegado a escuelas y reglas no se atreve a dar el salto hacia lo desconocido. Y al no darlo, se inhibe en la tarea de romper con el pasado inmediato y las retoricas a la moda. Por ese motivo, sus obras recien salidas de la imprenta dan la sensacion, una vez leidas, de que corresponden a etapas superadas de la historia de la literatura. Y una literatura anacronica, que crea lo ya creado, no consigue el favor de la critica y el publico lector. Otros defectos: el mimetismo, el cultivo exacerbado del buen gusto (el buen gusto es la clase media de la literatura) y el santo horror por la cursileria. En su amplio espectro, la cursileria esta presente desde las obras maestras de la literatura hasta los productos industriales como radionovelas y telenovelas. Al evitarla, se corre el riesgo de eludir las grandes obras, en las que caben como elementos necesarios y en pequenas dosis lo nono, lo melodramatico, lo vulgar y lo ordinario. Sus virtudes son de corta estatura. Las obras de nuestros escritores estan bien construidas, su estilo suele ser "correcto" e incluso "elegante" (dos malas palabras en el lenguaje de la autentica literatura) y, por ultimo, cumplen los propositos no vanguardistas que estos se fijaron al principiar a escribirlas. En pocas palabras, nuestra literatura carece de genios y tiene una especial capacidad para producir escritores, a escala del idioma, de segunda o tercera categoria. Eso si, muy diestros en el oficio, muy susceptibles al halago, muy provincianos y muy aburridos. Nuestros escritores no escriben unicamente para ser famosos sino para que los opulentos los ocupen como amanuenses. Dociles hasta decir basta, la gran mision de su vida consiste en ser gobernadores, diputados o senadores, secretarios de Estado, diplomaticos, funcionarios (de primera, segunda o ultima), ejecutivos, publicistas, gente de cine, radio, television y periodicos. Tienen tendencia a convertirse en asalariados y, lo que es mas grave, estan desprovistos de conciencia de clase. Para ellos la literatura es un trampolin que debe proyectarlos al mundo del exito, en el cual no es dificil enriquecerse y es casi imposible conservar la autenticidad. Oscuros, maltrechos en su capacidad de creadores, suelen terminar sus dias al servicio de las causas menos populares y mas perecederas. (En este renglon, los escritores mas significativos de hoy dia siguen al pie de la letra la conducta de sus antepasados, los escritores porfiristas.) De ahi proviene su amargura, su resentimientos frente a ciertos escritores recien llegados que conciben la litieratura como una profesion autonoma, digna y limpia. En si misma, la critica no es una actividad independiente. Ligada estrechamente a la creacion (poesia, prosa narrativa, teatro y ensayo) posee las virtudes y defectos de una literatura precisa. Si nuestra literatura es modesta y en alguos casos confidencial, nuestra critica es asimismo modesta y confidencial. Existe para elogiar a los amigos y volver imposible la salud de los enemigos. Se trata de una critica sorda y ciega, elemental, sin bases ni propositos, aldeana y picapleitera. Y algo peor, puesta al servicio de algunas editoriales que pagan el elogio y de ciertos grupos que han hecho de la alabanza una provechosa norma de vida. Resulta curioso anotar que los desafectos a este sistema de valores protesten contra el cuando son jovenes y desconocidos, lo practican y elogian en el momento en que rompen con el anonimato y la primera juventud. En literatura, fatalmente, la mayor parte de los escritores pasa de la violencia al conformismo. Si son ambiciosos, su sueno consiste en formar un grupo, y si son modestos, en pertenecer a uno de ellos. Dime a que grupo perteneces, y te dire quien eres. En buena parte, la critica mexicana esta en manos de personas que en casi todas las oportunidades que se les presentan dan al lector gato por liebre. Su termometro valorativo oscila entre la entrega irracional y el rechazo acritico. Rinde homenaje a los escritores importantes y repudia a los desconocidos, seres aislados o indefensos. Otro de sus vicios consiste en parafrasear, sin imaginacion ni gracia, las solapas de los libros que resena. Al margen de algunas excepciones, la critica en Mexico no pasa de ser una componenda, un acto cinico o un pequeno (pequenisimo) negocio. Entendidas asi las cosas, su existencia es hipotetica por no decir que casi nula. (Notimex). .