SECCION ESPECTACULOS PAGINA 38 BALAZO: USESE Y TIRESE CABEZA: PRET A PORTER, CAPRICHOS DE MODA CREDITO: LEONARDO GARCIA TSAO Como lo demostro con El ejecutivo y Short Cuts, las dos cintas recientes que revivieron su carrera, el director Robert Altman tiene una preferencia por las historias de multiples personajes, siendo su especialidad concentrarse en un suceso especifico un festival de musica country en Nashville, una fiesta de alta sociedad en Un dia de boda, para derivar de el una serie de vinetas de satira social. Esa es la estrategia aplicada en Caprichos de moda, un recuento de lo que ocurre durante una semana de exhibicion parisina de lo ultimo en moda prˆt-…-porter (el titulo original de la cinta). Por desgracia, Altman no es un guionista ocurrente. La malicia de El ejecutivo estaba anclada en el ingenio del guionista y tambien realizador Michael Tolkin, cuyo posterior The New Age guarda el mismo tono de observacion aguda sobre la conducta gringa actual; mientras que el desencanto y la ironia de Short Cuts encontraban su base en los relatos minimalistas del escritor Raymond Carver. Por su cuenta, Altman tiende con facilidad a la sangronada y a la mala leche sin gracia. De entrada, los blancos de ataque de Caprichos de moda son demasiado obvios. Burlarse de una industria que basa su razon de ser en la frivolidad, el esnobismo y la ostentacion es un ejercicio de futilidad. El mundo de la moda es ya en si una burla. Para colmo, Altman hace interactuar a docenas de individuos disenadores, modelos, fotografos, editores de revistas y periodistas, pero no consigue descubrir nada original o revelador acerca de su universo, por mucho que adopte un aire espontaneo, seudo-d ocumental, como si la camara estuviera ahi por casualidad. (Para reforzar ese realismo, algunos de los desfiles de moda son autenticos, asi como ciertas personalidades como Jean-Paul Gaultier, Sonya Rykiel, Thierry Mugler y Christy Turlington, entre otras.) Sobre una estructura bastante endeble, el cineasta enlaza anecdotas ninguna particularmente chispeante donde los personajes son reducidos a groseras caricaturas; el principal running gag consiste en que varios pisen caca de perro y todo conduce a la suprema ocurrencia de recalentar el chiste del traje nuevo del emperador. Para ello, Altman desperdicia a buenos actores (Tim Robbins, Stephen Rea, Jean Rochefort), confirma la nulidad de otros (Kim Basinger, Julia Roberts) y resucita a viejas glorias ( Anouk Aimee, Lauren Bacall, Sophia Loren, Marcello Mastroianni) en papeles degradantes. El efecto abrumador es el de haber pasado mas de dos horas rodeado de mamones, en un coctel donde ni siquiera dieron bocadillos o tragos. Pero lo peor de esa desatinada satira es que Altman no oculta un profundo desden por el tema de su pelicula. Para establecer un contraste, valdria la pena evocar a Billy Wilder, un realizador en especial mordaz y malicioso; sin embargo, en sus pullas satiricas habia un innegable afecto por sus personajes. De esa contradiccion surgia la dimension humana de las comedias de Wilder. En cambio, Caprichos de moda se congratula a si misma por despreciar a una coleccion de monigotes presentados como despreci ables. O sea, es el triste espectaculo de un cineasta satisfecho de estar echando bilis. Caprichos de moda (Prˆt-…-porter/ Ready to Wear) D: Robert Altman/ G: Robert Altman, Barbara Shulgasser/ F. en C: Pierre Mignot, Jean Lepine/ M: Michel Legrand; canciones varias/ Ed: Geraldine Peroni, Suzy Elmiger/ I: Anouk Aimee, Kim Basinger, Teri Garr, Sally Kellerman, Sophia Loren, Marcello Mastroianni, Stephen Rea, Tim Robbins, Julia Roberts, Forest Whitaker/ P: Miramax Film. EU, 1994. .