SECCION ECONOMIA PAG. 24 CREDITO: JOAQUIN ESTEFANIA* CABEZA: Metamorfosis del trabajo La campana electoral francesa ha tenido la virtud de explicitar algunas de las polemicas que, de forma soterrada, estan teniendo lugar en algunos paises europeos. Por ejemplo, el grado de autonomia de los bancos centrales para implantar politicas economicas de rigor y de contencion de los precios, incluso en contra de los deseos del Ejecutivo; la nocion de "servicio publico" para calificar las privatizaciones de las empresas publicas; y, lo que es mas significativo, el reparto del "trabajo realmente existen te" y la disminucion de la jornada laboral. Imagino al viejo Gorz, el amigo de Sartre, repantigado delante de la television, entre sonriente y sonoliento, observando el debate entre Jospin y Chirac sobre los efectos en el empleo de una jornada semanal de 37 horas, consideracion mantenida por el hace tanto tiempo. Andre Gorz, significativo sociologo frances, colaborador habitual de Les Temps Modernes y Le Nouvel Observateur, acaba de publicar en Espana su libro Metamorfosis del trabajo (editorial Sistema), que analiza y describe los cambios que se e stan dando, a finales del milenio, en los conceptos mismos de trabajo, empleo, paro y, al final, de calidad de la vida cotidiana. No es la primera vez que Gorz interpreta este papel; mas bien toda su trayectoria intelectual tiene que ver con esta metamorfosis. Sus textos Adios al proletariado, Los caminos del paraiso e incluso Ecologia y libertad mantienen la tesis de que la razon economica no debe superar nunca unos limites existenciales, culturales, ontologicos, etcetera, sin caer en su opuesto e impregnar de un sin sentido perverso el contexto en el que operamos los ciudadanos. Metamorfosis del trabajo fue publicado originariamente en 1991 y, por consiguiente, algunas de las tendencias que anuncia se han agigantado, y otras, las menos, han perdido fuelle. Entre las primeras esta el desarrollo de una sociedad que se escinde entre aquellos, cada vez mas numerosos, que van siendo expulsados del mercado normal de las actividades economicas o mantenidos en sus periferias; y los ciudadanos que trabajaran tanto o mas que ahora y que, en razon de sus resultados o sus aptitudes, dispondr an de ingresos y poderes economicos cada vez mas altos. Renuente a desprenderse de una parte de su trabajo (es decir, al reparto del que existe) y de las prerrogativas que genera el empleo consolidado, esta elite se la puede considerar asi solo si puede aumentar su ocio encargando a terceros que le procuren tiempo disponible. Asi se multiplican las modalidades de servicio domestico, los jovenes repartiendo pizzas, periodicos o cruasanes a domicilio, etcetera. Estas actividades son ocupaciones que Gorz denomina "de servidor", independientemente del estatus y el modo de remuneracion de quienes las realicen. Es decir, la elite economica de los asalariados y, por supuesto, los empresarios compra tiempo libre para su beneficio privado haciendo trabajar en su lugar a terceros, a bajo precio. Con lo que el ocio de las elites procura empleo, pero con mucha frecuencia precario y a la baja, a una parte de los expulsados de la esfera de la economia tradicional. Por ello, dice el sociologo, los gobiernos, y "hasta algunos sindicatos, legitiman y favorecen esta formidable regresion social" con el pretexto de que permit e crear trabajo. Cuando se manifiesta la recuperacion economica y aumentan el consumo, la inversion y el bienestar, es cuando la dualidad produce mas exasperacion, emergen los nuevos pobres y se crea el riesgo de la fractura social y de los extremismos, que han verbalizado con tanta preocupacion tanto Lionel Jospin como Jacques Chirac. La respuesta a ello, con el nuevo presidente frances. * .