SECCION INTERNACIONAL PAGINA 26 CABEZA: RUSIA: LA VISITA DE BILL CREDITO: MARTHA AGUILAR La Organizacion del Tratado del Atlantico Norte es el tema en el que, tanto Estados Unidos como Rusia, podrian modificar de manera repentina el mapa de la seguridad del continente europeo. Cualquier iniciativa emprendida por alguna de las partes podria definir el asunto Desde que Estados Unidos quedo como la unica potencia en el planeta, su objetivo se centro en mantener ese lugar y tener, ante todo, la seguridad mundial bajo su custodia. Diversas demostraciones de esta intencion se han dejado sentir en distintas regiones del mundo: en el conflicto del Persico, la paz de Medio Oriente, en la custodia de la democracia en Haiti, por mencionar los mas recientes. Europa no ha quedado al margen de esta intencion, aunque en este continente se ha tenido que enfrentar con una unidad europea que pretende extenderse mas alla de lo economico. En efecto, desde principios de la presente decada, los doce paises de la actual Union Europea deseaban asegurarse la independencia -respecto de Estados Unidos- en materia de politica exterior y de seguridad continental. Para los norteamericanos esta idea no resulto nada atractiva, de hecho se rechazo cualquier intento europeo por delinear una estrategia de seguridad en ese continente, que excluyera a los estadounidenses. Asi, hasta ahora, la potencia mundial desea mantener el sistema de alianzas creado a raiz de la Segunda Guerra Mundial y la directriz de la misma. Por ello, Francia, la principal opositora al modelo de seguridad dominado por los norteamericanos, todavia parece resistirse a caer en la tentacion de la seguri dad dirigida por la potencia. De ahi que Clinton insista hoy ante Chirac en la necesidad de apoyar la Alianza del Atlantico. En los albores de los noventa, la idea de Estados Unidos apoyado por Inglaterra, Italia y los Paises Bajos (los atlantistas), era la de formar un pilar europeo de la OTAN y cuyos mecanismos otorgarian el liderazgo a los norteamreicanos. Los argumentos mas fuertes fueron que el retiro masivo de las tropas estadounidenses dejaba sin garantias de seguridad al viejo continente. Tambien habia que considerar los riesgos del proceso de reconstruccion europeo, sus modificaciones con la desaparicion de la URSS y el consiguiente desbalance en la Europa Central. La iniciativa norteamericana fue ganando terreno, hasta extenderse hacia el ex bloque del Este. Asi, en 1992, Estados Unidos consolida la Organizacion Atlantica de la Europa de la posguerra y crea el Consejo de la Cooperacion Noratlantica (Cocona), que permite el dialogo y acciones comunes en torno a la seguridad de los Estados ex comunistas. Este movimiento se acompano con la decision de poner al servicio de la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperacion de Europa, la infraestructura y las fuerzas disp onibles para mantener la paz. De esta manera, la OTAN tendria la oportunidad de intervenir en las zonas de Esta posibilidad de intervencion fue quiza la que desperto temores diversos en varios paises de la region. En este contexto, tambien pudiera ser que la Rusia de Yeltsin guarde cierta prudencia debido a que aun no ha superado sus conflictos belicos internos motivados por la lucha separatista de Chechenia. En este sentido, a la sugerencia de una expansion de la OTAN que abarque a la Republica de Rusia, Moscu responde con otro documento sobre el ordenamiento europeo, materia de seguridad y, obviamente, desde la perspectiva regional. Al parecer, Boris Yeltsin prefiere amortiguar el tema El otro tema de discusion se refiere a la venta de tecnologia nuclear a Iran. En este aspecto, Clinton parece buscar en Rusia al aliado que no consiguio en Europa en torno al asunto irani. No obstante, habria que poner en la balanza los intereses rusos en esa region. Como ejemplo basta mencionar que Rusia, pese a su retorica de disminuir el armamento y favorecer la paz, espera recibir para 1995 unos 2.6 mil millones de dolares en la exportacion de armamentos, y buena parte de este armamento se destinara a l a zona de Medio Oriente y Asia Suroriental. En este sentido habria que ver si las peticiones norteamericanas tendran cabida en los oidos rusos. El tercer aspecto de la agenda es la inevitable Chechenia. Al respecto, Boris Yeltsin no parece muy dispuesto a abrir su politica interna a las duras criticas del exterior. En una entrevista concedida a un medio norteamericano, Yeltsin establece un paralelismo -sin mencionar a Chechenia- sobre el intento de la poblacion de Wyoming para separarse de Pennsylvania en 1878. La respuesta del Ejecutivo, en ese entonces, fue el arresto del dirigente de este movimiento, concreta Yeltsin. Las expectativas, en terminos reales, sobre esta reunion no parecen espectaculares. Quiza se avance en algunos aspectos de la OTAN, aunque su extension puede depender mas que nada, de lograr la estabilidad interna rusa. Mientras tanto, seguiran los buenos deseos de ambas partes por mantener la paz mundial, en un contexto euforico motivado por las celebraciones del fin de la Segunda Guerra Mundial. .