SECCION CULTURA PAGINA 35 BALAZO: RICARDO CASTILLO CABEZA: EL ATREVIMIENTO DE SER POETA CREDITO: Considerado por no pocos autores de la generacion de los cincuenta como el libro que partio las aguas de la poesia mexicana, El pobrecito senor X, de Ricardo Castillo, cumple casi 20 anos de vida, y su autor, nacido en Guadalajara en 1954, senala que "es exagerado decir que cuando comenzamos no queriamos parecernos a nadie. Es evidente que siempre hay una genealogia detras de cada poeta, y los aires de los tiernos setenta tienen dos venas, los simbolistas franceses y los autores que comienza a pu blicar Casa de las Americas, Dalton, Nicanor Parra, etcetera, que eran dificiles de conseguir. Creo que esa genealogia, ademas, se multiplica por el momento mismo en que aparece la generacion, entonces no existe el predominio de una sola estetica o poetica. Los inicios son terribles, porque se alcanza rapidamente una dicotomia, lo que se llamo la poesia culta y la poesia vital, la otra. Creo que lo que sucedio mas bien fue esa fragmentacion que vino con la marea. Despues, la dicotomia desaparece y nos vamos asentando; observamos que no hay blanco y negro en la forma de ver al mundo. Fue tan importante el aporte de los malditos, como el de Lopez Velarde o los Contemporaneos, o Parra y Vallejo. El punto de union entre todos los nacidos en los cincuenta es la juventud, el registro de poetas que emergen al panorama literario es numerosisimo, quiza como nunca antes en la historia de la poesia, basta ver la Asamblea de Zaid." Ricardo Castillo ha publicado siete libros: El pobrecito senor X (1976), La oruga (1980), Concierto en vivo (1981), Como agua al regresar (1982), Cienpies tan ciego (1989), Nicolas el camaleon (1989) y Borrar los nombres (1993), y para la coleccion Los Cincuenta entrega Islario, donde recopila poemas comunes de los siete libros anteriores, en un orden basado en el tiempo poetico y no ya el cronologico, dividido en cuatro archipielagos. "De alguna manera, cuando aparecimos, se pretendia ganar el titulo de poeta; de alguna manera la forma de conseguirlo era adoptando una radicalizacion que te hace negar toda una tradicion. Como fue tan demograficamente alta la incursion, era una forma de plantarte en el terreno, ademas de que era necesario por pura sobrevivencia, porque eramos tantos que era muy facil sentirse ninguneado. Creo, pues, que la generacion tiene una audacia, un atrevimiento de plantarse y decir, somos poetas, aunque ninguno tien e siquiera 30 anos. Eramos un contingente con presencia masiva en las ciudades mas importantes, el DF, Guadalajara, Monterrey, Zacatecas, San Luis, etcetera." Radicado actualmente en la perla tapatia, a donde volvio hace cinco anos luego de permanecer una decada entre Cuernavaca y el Distrito Federal, Ricardo Castillo habla tambien de las nuevas generaciones, y de esa audacia o atrevimiento al incursionar en el panomarama literario: "Creo que incluso, es mas dificil hoy plantarse y decir soy poeta. Creo que la poesia ha retrocedido en el gusto y en el interes dramaticamente. El libro de poesia esta en crisis, de ahi que el poeta joven que quiera dedicar su vida a la poesia necesita muchos con que responder; puede haber un antecedente en nuestra generacion, y no hablo de los resultados que arrojo, sino porque se vio que era posible dedicarse a eso contra viento y marea, es decir, la poesia no tiene inconvenientes en tener inconvenientes." A partir de los anos ochenta, refiere Castillo, desaparecio la dicotomia simplista y primitiva de lo culto y lo no culto. Donde si existen los vicios, y profundos, agrega, es en la difusion, pues aunque tenemos seis u ocho poetas de calidad indiscutible en esa linea o vertiente culta, por llamarla asi, a los que se apartan de ella les ha sido mas dificil publicar, y no debido a una inferioridad en la factura de su trabajo. Pero como te digo, son vicios dados desde la cupula y son, me temo, irradicables." Inclinado ultimamente hacia la grabacion de discos y al trabajo con musicos como Jaime Lopez y Gerardo Enaso, ademas de la cantante Emilia Almazan, Ricardo Castillo grabo en 1993 el disco Es la calle, honda..., producido por el Departamento de Estudios Literarios de la Universidad de Guadalajara, y actualmente prepara un nuevo poemario llamado Il-re-lampago, centrado en la sonoridad del lenguaje. .