SECCION CULTURA PAGINA 34 BALAZO: SURREALIDAD VIRTUAL CABEZA: Entre el performance, la plastica y la tecnologia CREDITO: JORGE CISNEROS MORALES "Lo underground siempre es lo mejor, lo no previsto", sentencia un chavo arropado en negro de pies a cabeza a la entrada del Museo Casa de Leon Trotsky, albergue de Surrealidad virtual, exposicion de multimedia, dibujo, musica, performance, desformance, y alegre desmoder para posmodernos ciudadanos, inaugurada la tormentosa noche del jueves. 13 artistas presentan su obra a una pequena multitud jovenes en su mayoria, uniformada casi en su totalidad por sombreros de la mas variada laya: gorras de estambre de rapera prosapia; boinas con estrella de David en colores verde, rojo y amarillo; sombreros sevillanos, de paja y alguno que otro sombrero de ala ancha y medio lao, que acudieron a reirse y meditar sobre los mensajes electronicos y una realidad construida a base de tecnologia, discurso globalizador y mucha, pero mucha imaginacion. En un vestibulo atiborrado por quienes hacen fila en torno al mostrador donde se reparte un brebaje misterioso, comparten espacio coloridas ropas guatemaltecas y figuras de dibujo tridimensional manufacturadas con acero y aluminio que penden del techo. Las esculturas, hechas por Felipe Gaviria, traen a la memoria las imagenes de peliculas como Terminator y sus androides relucientes y digitalizados. El artista se acerca para explicar la tecnica del dibujo y amablemente ofrece un vaso con el susodicho brebaje. "Es un mojito dice mientras senala al vaso donde flotan hielos y fragmentos de hierbabuena, mientras sea hierba es bienvenida." Pienso y luego escucho la disertacion tecnica de Gaviria: "Las esculturas se hacen con un solo hilo de alambre, esto evita nudos engorrosos que ensucian la linea del diseno. Doto a las piezas de movimiento para que entremos mas que a una tercera dimension. Si tenemos m ovimiento podemos hablar de realidad virtual y de espacios que no ubicamos normalmente. Uno de los objetivos de la obra es que al momento en que el espectador entre en contacto visual con esta, pierda los puntos de referencia comunes como la perspectiva o los puntos de gravedad. Quiero que ante la imagen la persona cambie de impresiones y sienta que se va a caer o que esta volando, por ejemplo." Casi volando, flotando, rozando apenas la superficie, paso a la sala aledana para observar las pinturas de Jordan agrupadas bajo el nombre Sintesis de la solicitud, obras que hablan de la cotidaneidad, el enfrentamiento, la lucha simbolizada en los punos izquierdos siempre vivan! que quiebran el aire y parecen traspasar la orbita del cuadro. De regreso a la sala principal hay que sumarse a la columna formada por chavos de patillas a la Elvis, sacos de terciopelo, rastas de ensortijadisimos dreadlocks que se dirigen al jardin donde reposa el padre de la revolucion permanente. En un costado del jardin se ubica una covacha de madera donde se entra al mero tuetano del automatismo psiquico-virtual de este happening: una instalacion televisiva arroja una profusion de imagenes digitalizadas representando soles ponientes que giran de izquierda a derecha y viceversa, de arriba a abajo y vuelta a empezar. A un ladito de la instalacion un enorme rubio que parece la encarnacion de Grizzly Adams distribuye el contenido de un garrafon que alberga un manojo de raices de ignota proceden cia y un liquido un tanto turbio que tiene la cualidad de "irte durmiendo la boca poquito a poco", segun refiere el imponente barbon que quiza adivina una sombra de duda en la mirada del que escribe, y advierte: "no es droga, por supuesto. Si fuera no te la estaria regalando." Claro, una logica contundente. De ahi se sigue a una instalacion de muralesca inspiracion, toma la forma de la aldea global que cobija a Bob Marley, los telenoticiarios mexicanos, los zapatistas de fiera mirada y a Mickey Mouse bajo el manto del heroe rocanrolero de la comunicacion: Marshall McLuhan. En el jardin los chavos pisan impunemente la tumba trotskista, pero dado que hay movimiento permanente, quiza el de San Petersburgo perdone la afrenta. A todo esto, la raza se reune alrededor de un trio de musicos que se autodefine como vernaculo y da pie a la presentacion que hace el cantante: "Yo soy verga y este es mi hermano menor". Mira nada mas!, pienso mientras investigo el nombre del grupo."El Coyote Cojo", dice alguien; mejor irse ya, no vaya a ser la de malas. .