PAG. 10 SECCION: INF. GRAL. CABEZA: Quinto aniversario CREDITO: CIRO MAYEN* El perredismo llega a su quinto aniversario sin lograr que a su interior se consolide un nucleo dirigente capaz de ofrecer una linea politica que, sin olvidar los agravios, pueda constituir una propuesta politica que armonice orientacion reformadora con vocacion justiciera y democratica, en terminos de viabilidad y oportunidad. Desde su origen, dos grandes corrientes de pensamiento contrapuestas han coexistido en su interior: la de quienes, por encima de todo y contra todo, se empenan en apostar al derrumbe del sistema politico mexicano, quizas porque piensan que entre mas mal le vaya al pais, mejor le ira al PRD. Otra corriente es la que ha intentado, sin exito, hacer del perredismo una formacion politica que deje atras la vocacion testimonial, la tradicion autoritaria y el afan revanchista que caracteriza a sus principales dirigentes. Esa disputa tiene varias explicaciones. Una esta en el origen de las fuerzas que confluyeron en la creacion del partido del sol azteca: el nacionalismo revolucionario, con su desprecio por la legalidad y la falta de tolerancia hacia sus adversarios, y la izquierda marxista radical, que tambien califica a la violencia como "partera de la historia". Adicionalmente, durante sus primeros cuatro anos de existencia, fue objeto de una sistematica persecucion del salinismo, la cual contribuyo a crear en una buena parte de sus militantes una disposicion natural para la confrontacion. En el balance, el caudillismo y sectarismo de la corriente hegemonica ha impuesto el perfil partidista; terminaron por hacer imposible la permanencia en ese partido de un buen numero de convocantes del proyecto original, que no coincidian con las posturas cada vez mas sectarias adoptadas por la corriente cuauhtemista. En materia electoral el perredismo ha perdido paulatinamente fuerza electoral, ademas de los fracasos electorales de 1991 y 1994, han sido notorios sus constantes fracasos en los procesos electorales locales donde ha visto reducida considerablemente su presencia. Despues de la derrota del 21 de agosto de 1994, parecia que el perredismo por fin llevaria a cabo un proceso de autocritica que conduciria a corregir su linea politica. Lamentablemente no pudo ser, por el contrario, el sectarismo de la corriente hegemonica se anoto un nuevo triunfo, provocando la enesima retirada del perredismo en las mesas de discusion para la reforma politica nacional y la del Distrito Federal. Al parecer, el PRD no ha comprendido que el bipartidismo dificilmente podra ser superado si insiste en abandonar los espacios politicos para el dialogo y la negociacion. Resulta paradojico que la anhelada reforma electoral "definitiva", que en el reclamo del perredismo hallo su mejor aliado, tenga ahora su principal obstaculo. A cinco anos de su creacion, el PRD sigue debatiendose en sus contradicciones. Sus grupos y corrientes no acaban de integrarse. Lo acontecido en las ultimas semanas en el perredismo de Michoacan, su estado insignia, es prueba de ello. Dos corrientes irreconciliables se disputan la representacion del partido en esa entidad y la candidatura a la gubernatura. Nada dificil seria que bajo esas circunstancias perdieran las elecciones en aquel estado. La experiencia perredista parece contradecir aquel refran popular que reza: "no existe quinto malo". Despues de cinco anos de poner en juego una linea entre ires y venires, lo que debe pedirse al perredismo es congruencia. Su proximo congreso nacional podria ser una nueva oportunidad para soltar los lastres que vienen arrastrando en diversos aspectos. Hoy por hoy, al igual que el resto de los partidos en Mexico, su dilema es reformarse en un sentido democratico para estar en condiciones de apuntalar la reforma de Estado. *Articulista de Notimex .