SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 2 BALAZO: CUADERNO DEL SABADO CABEZA: El retorno a las hordas, como sobrevivencia CREDITO: IKRAM ANTAKI* De las elites: "No soy parte de ningun grupo, partido, comunidad o lo que sea. Esa debe ser la actitud del intelectual verdadero", proclamo B.H. Levy, en la Conferencia Mariano Otero. "Tenia razon", pensaba todo el mundo. Eso seria lo ideal. Sin embargo, eramos miembros del club mas cerrado del mundo, el de los "platillos voladores". Hermosos mancebos rubios, hijos de familias pudientes, lograron armar una conferencia internacional y conseguir, para financiarla, el dinero necesario, un pais en bancarrota, que vivia una de las peores crisis de su historia. El intelectual mexicano queria hablar con el intelectual frances y este con el suizo, o el chileno, o el estudiante, o el ingles: podemos ¨que nos impide hacerlo? Atravesamos fronteras, como nos aconsejaba hacerlo B.H. Levy. Es mas: nos encontramos en los mismos aviones. El cielo de las elites es muy encumbrado. Porque eso eramos: elites intelectuales al fin, a veces tambien economicas, a veces politicas. Probablemente las tres junta s. No necesitabamos de los traductores; hablabamos las mismas lenguas. Escribimos y leemos los mismos libros. Hemos estudiado en las mismas escuelas y universidades. Nos casamos entre nosotros. A veces adoptamos un plebeyo dotado, por eso del complejo de Cristo Salvador. A veces nos sale mal: apenas volteamos la cabeza, y ahi esta levantando su pantalon para rasgar unos chamorros peludos. En fin. Antes, ibamos al centro del mundo: Paris, Londres, Nueva York, cualquiera que fuera el lugar de nuestro nacimien to. Ahora, ni eso: somos el centro del mundo. Este se desplaza con nosotros. La globalidad es nuestro hecho. Nuestro invento. No sufrimos por la perdida de las referencia: somos la referencia. Somos la finanza, el mercado, la informacion, el conocimiento. No somos miembros de ningun partido, comunidad o nacion: no necesitamos. No usamos. Somos globales y mundiales, miembros del club mas cerrado: el de los platillos voladores. De los demas: Pero el mundo no es asi. La gente real, en sus paises reales, no atraviesan fronteras, no viajan, no viven asi. Y, quiza, hemos pedido demasiado a este animal de hordas pequenas que es el homo sapiens. Quiza nos hemos pasado. Porque el problema parece ser este: la horda. No la nacion, como decia la Conferencia Mariano Otero. No es el resurgimiento de las naciones que vemos sino, mas bien, su despedazamiento. La nacion era una mega-horda. El imperio: un aglomerado de mega-hordas. N o fue lo peor que hemos inventado. Salvo la anomalia del imperio totalitario, particularidad de este siglo, el imperio era por esencia tolerante: queria un minimo de fidelidad, poco le importaban las identidades. Pero el imperio era lo maximo que la estructura de este ser de pequenas hordas podia soportar. El mundialismo fue demasiado para el. Existe un punto "omega", a partir del cual las cosas que han funcionado hasta ahora dejan de funcionar. A partir de cierto nivel de crecimiento, la ciudad que vuelve libre se transforma en la ciudad que vuelve loco. A partir de un cierto nivel de corrupcion, aquellas tres o cuatro gotas de aceite que hacen mejor funcionar la maquina social, economica, politica, se transforma en chorreadero de aceite que impide el funcionamiento de la maquina. El mundialismo fue el punto omega de las mega-estructuras que este ser de pequenas hordas ya no podria integrar. Asi que trato de salvarse, volviendo a la horda. Del boccagio: Recuerden al Boccagio: es, hoy, el manual de ciencia politica mas util para leer el fin del siglo. Para salvarse de la peste y sus consecuencias, un pequeno punado se refugia en su burbuja, solo logra sobrevivir a partir de la estructura mas pequena. ¨Por que? Porque la historia no es un "menu" en el cual pueden escoger. ¨No funciona 1995? ¨No nos gusta? Pues volvemos a 1920, o 1850, o lo que sea. No. Las cosas no son asi. Cuando las estructuras grandes se desmoronan, solo se logra la sobrevivencia a partir de la estructura mas pequena: la horda. No la nacion. La horda. Observen como funcionan nuestros hijos: dos son las caracteristicas de su forma de ser: estar siempre en grupo, y son incapaces de soportar el silencio. Las solidaridades de la horda se estructuran alrededor de las sonoridades: cantos, tambores, gritos... Estan reconstruyendo la horda, naturalmente, sin teorizar, por instinto de sobrevivencia. De la cerrazon y la exclusion, el rechazo, la condena de toda alteridad, el racismo pedestre de este fin de siglo. ¨Donde caben, en este espectro de descomposiciones y recomposiciones? En la horda, les digo. O ¨a poco pensaban que uno entra y sale de la horda como un molino? El universo de las estructuras pequenas es celoso, siempre lo fue. Es la estructura mas grande la que invento la tolerancia. Ese fue el logro de la ciudad. Pero hemos destruido la ciudad. Y hemos destruido el imperio. En el nombre de una estructura mayor: la globalidad mundial. Esta no ha funcionado. Volvemos a la formula del Boccagio: la horda. * Antropologa, escritora, autora de El Espiritu de Cordoba. .