SECCION: INTERNACIONAL PAGINA: 24 CABEZA: El atraco del siglo CREDITO: M.A. BASTENIER, DE EL PAIS ESPECIAL PARA EL NACIONAL Dos lineas en un grafico, que desde hace dos semanas tienden a converger, determinaran con su posicion el proximo domingo quien va a ser el nuevo presidente de Francia. La abscisa de Jacques Chirac, lider de la derecha, baja perceptiblemente en los ultimos dias, y la ordenada del socialista Lionel Jospin brinca audazmente hacia el punto de encuentro. El director del diario parisiense Liberation, Serge July, califica una eventual victoria del candidato de la izquierda de "atraco del siglo" hold-up en correct o frances contemporaneo. July no apunta que Jospin sea un amigo de lo ajeno, sino que los atracados serian los dirigentes del socialismo frances, Michel Rocard, Jacques Delors y Jack Lang, entre otros, que lanzaron a Jospin a la candidatura creyendo que la hecatombe era segura y que para ello bastaba con sacrificar a un marginal del partido. Los sondeos privados, que quedaran ineditos por ley electoral, oscilan entre un 52.5 por ciento contra un 47.5 por ciento, en el caso mas favorable al lider gaullista, hasta un virtual empate de los dos candidatos. Pero el mundo politico parisiense es consciente de que las lineas se mueven hacia adentro y la gran pregunta en todos los labios es si habra tiempo para que se entrecrucen, de aqui a la gran misa dominical del voto a la presidencia. La conclusion de todo ello parece ser que el debate televisado del martes, aunque formalmente pudiera acabar sin vencedor ni vencido, favorecio mas a Jospin, porque este supo establecer su primera imagen de marca ante la opinion. De ministro que fue de la Educacion y el Deporte a fines de los ochenta y duradero secretario del PS, bajo la presidencia de Fran‡ois Mitterrand, es decir nada, ha pasado a ser un candidato verosimil al Eliseo. El hecho de que el debate, que congregaba a dos agresivos fajadores del cuadrilatero politico, fuera un discurrir de cortesias, aunque siempre con el socialista a la iniciativa, se explica, entonces, porque ambos trataban de exaltar el aspecto convivencial de su persona. Esto es asi porque Jospin ha causado una gran impresion en el electorado femenino, supuestamente menos dado a la santa colera, pero, sobre todo, porque la partida va a jugarse en el voto de la derecha. Es cierto que el mapa electoral frances se divide en 60-40 a favor del campo conservador, pero de esa masa Chirac no cuenta como punto de partida, en el mejor de los casos, mas que con un cuarenta y algo: el gaullismo, dividido entre sus partidarios y los de Balladur, y la derecha profunda, catolica y campesina de Philippe de Villiers; mientras que Jospin podria hacer casi el copo de la izquierda, con una base minima de mas del 35 por ciento. Ese resto de cerca de un 20 por ciento es lo que queda de la dere cha, Frente Nacional y residuales del gaullismo y la UDF del ex presidente Giscard d Estaing. Jugandose ambos candidatos el voto conservador, ninguno queria parecer en el debate menos senorial y presidenciable que su oponente. Por eso se piensa en medios periodisticos que pudo haber un pacto, al menos tacito, entre los contendientes para no perturbar la digestion de los telespectadores. Jean-Marie Colombani, director del gran diario frances Le Monde, cree tambien que Jospin tiene una oportunidad, aunque "minoritaria", de calzarse el coturno presidencial. En ese mismo sentido, un sondeo privado de Li beration da un 27 por ciento de votos del Frente Nacional exactamente el numero de sus ex militantes comunistas a Jospin, y Colombani anade que probablemente un buen numero de frentistas votaran en blanco, como ha pedido su lider, Jean-Marie Le Pen. Todo ello le deja relativamente poco margen a Jacques Chirac, que necesita un fuerte sufragio de la extrema derecha para ponerse en casa. Lionel Jospin, en cualquier caso, ya es la sensacion del dia. Hace solo dos anos, cuando se divorcio, cayo en una profunda depresion, quiza relacionada con su temperamento hiper-rigorista, atribuible a su formacion de protestante calvinista, y quiso retirarse de la politica. Como diplomatico de carrera, le pidio a Alain Juppe que le diera una embajada en alguna parte. El ministro de Exteriores consulto con Mitterrand y este le dijo que le disuadiera ofreciendole una minucia escondida en el mapa. Jospin se convencio entonces de que no le querian ni para embajador en las Maldivas, y siguio en la politica porque era mas facil quedarse que irse. En 1995, el mas complementario, razonable, monotono, y bien intencionado de los dirigentes socialistas, amenaza con rozar seriamente el ti tulo de campeon de las presidenciales. La paradoja final es la de que el vasto movimiento antielitista, de cansancio y descreencia en la clase politica que sacude Francia solo puede expresarse con el recurso a dos veteranos routiers, dos enarcas, como senala el filosofo Regis Debray, que por primera vez en la historia de las presidenciales copan ambas candidaturas. Y que, de ellos, el que parece menos repetido es el socialista. Por eso, Jospin no pierde la esperanza. .