SECCION CULTURA PAG. 34 CABEZA: Medio siglo ¨sin? nazismo CREDITO: HECTOR ORESTES AGUILAR Con la apertura de la exposicion A la sombra del Holocausto, de la artista Thelma Mathias, el pasado miercoles se dio inicio a las actividades para conmemorar el cincuentenario de la caida del nazismo, ciclo que organizan el Instituto Goethe y la Coordinacion de Difusion Cultural de la UNAM con la cooperacion del Departamento de Letras Alemanas de la Facultad de Filosofia y Letras, el Instituto de Investigaciones Interculturales Germano-Mexicanas, el Instituto Cultural Mexico-Israel, el IFA de Stu ttgart y las embajadas de Alemania, Austria, Francia, Holanda, Israel y Polonia en Mexico. A pesar de que la exposicion fue bastante concurrida, solo hasta el dia siguiente, con la apertura de la muestra Ana Frank en el mundo en el esplendido marco del Antiguo Colegio de San Ildefonso, pudo constatarse el gran interes y la viva emocion que despierta un tema tan delicado, escabroso y polemico entre un publico amplio, proveniente de muy diversos sectores sociales y de diferentes generaciones. Ante un a asistencia masiva y una expectativa generalizada, no puede sino reafirmarse que la memoria de la Segunda Guerra, en particular las microhistorias del Holocausto (como el desgarrador episodio que encarno Ana Frank), se han convertido de una u otra manera en patrimonio universal no solo de la historiografia, sino tambien de los sentimientos. Esta retrospectiva biografica de la autora del celebre Diario enfrenta a los espectadores, incluso a los mas jovenes, al re-conocimiento profundo de una historia sabida a medias y a la siempre complicada melancolia que trae consigo el sentimiento de perdida. Muy lejos de generar siquiera un discreto animo celebratorio por el fin de una de las mas cruentas dictaduras del siglo, la exposicion desata la nostalgia de la nostalgia, una profunda solidaridad con la memoria herida de quienes todo lo perdieron y nada pudieron recobrar, el deseo de poder reconstruir, al menos con el material de los suenos, aquello que hemos extraviado para siempre: la fructifera simbiosis ju deoalemana que durante mas de trescientos anos procreo una cultura robusta, esplendida en creadores y obras, legado para la humanidad que nunca podra volver a tener las enormes dimensiones que alcanzo durante el ultimo cambio de siglo. Al contemplar las imagenes que dan fe de la forma brutal en que se desenvolvio el itinerario vital de Ana Frank y su familia, renace la desazon y el desconcierto ante la intolerancia y el autoritarismo, germenes de la "Solucion Final" que aun en nuestra epoca se reproducen y toman cuerpo en las campanas de saneamiento etnico, el terrorismo racista, la persecucion religiosa y las guerras civiles. El Diario de Ana Frank nos acompana en nuestros dias como una obra que habla de acontecimientos y sensaciones proximas a nosotros, como un testimonio ya no del pasado sino de un presente perpetuo que nunca dejo de existir y que, para desgracia de los contemporaneos, se multiplica y avanza hacia el futuro. .