SECCION CULTURA PAG. 33 CREDITO: CABEZA: El fin de semana pasado estuvo en Mexico la Orquesta de Filadelfia bajo la direccion de Wolfang Sawallich (1923), uno de las mas importantes directores sinfonicos de la segunda mitad de este siglo. El segundo programa estuvo integrado por la Sinfonia No. 103, en mi bemol mayor -Redoble de tambor- de Franz Joseph Haydn (1732-1809). Esta fue una version mesurada y ciertamente fria: todo en orden, pero la emocion no aparecio y el sentido apenas se escucho. Luego, la Sinfonia No. 4, en mi bemol mayor, Romantica , de Anton Bruckner (1824-1896) considerado uno de los ultimos sinfonistas europeos y a quien se le relaciona con Gustav Mahler, tal vez mas por sus diferencias que por sus semejanzas: entre las ultimas estan las sinfonias que compusieron y su extension, que superaron a las de Brahms; ambos fueron influidos por Wagner. Bruckner quedo impresionado despues del estreno de Tristan, (aunque senalo que era la obra religiosa mas importante que habia escuchado despues de la Novena de Beethoven). Y diria alguna vez Mahler El critico Max Graf, por su parte, anotaria, andeza individual e incluso la trascendencia en la misma vida terrena. La musica de Bruckner busca la serenidad y el es la personificacion de la sencillez. Se repite, es ingenuo: un hombre provinciano nacido en Ansfelden (la alta Austria). En San Florian, maestro de coro y organista de un monasterio agustino. Llegaria a Viena a los 42 anos, y a esa edad compondria su primera sinfonia (seria considerado tardio en este genero, al igual que Brahms, quien compuso su sinfonia su sinfonia opus 68 a los 40 anos). Habra que preguntarse que distingue a este heredero de la tradicion sinfonista vienesa de sus contemporaneos. La respuesta, por supuesto estara en los especialistas y en otro espacio, no en esta nota sobre la presencia de la Orquesta de Filadelfia. Para seguir con la comparacion, si en Mahler y Bruckner la exaltacion sonora es advertible, en el primero siempre hay suspenso que puede ser la salvacion o el abismo mientras que en el segundo es una majestuosidad que quiere alzanzar la grandeza espiritual. Pero aqui aparece el estilo, esa sombra que acompana a todo creador que en verdad lo es; unos lo buscan, otros lo encuentran. Lo singular en Bruckner segun quien esto escribe es que sus obras se dintinguen mucho mas por un estilo por esa forma armonica tematica. Wolfgang Sawallich ofrecio una version majestuosa de la Sinfonia Romantica; la masa orquestal, que no en pocas interpretaciones grabadas en vivo se oye como un pesado bloque armonico entre temas reiterativos y tibios reposos, fue clara: las lineas tematicas emergieron sin perder sus cimientos armonicos. Un elemento muy importante en la interpretacion de esta obra es la dinamica. Los ascensos de intensidad sonora crescendos auque fueron muy tenues, desde su inicio mantuvieron una tension un ritmo enfatico y frases bien delimitadas en todas las secciones que produjeron la sensacion de la suma de breves climax conduciendo a uno supremo. La grandeza sonora alcanzada por la Orquesta de Filadelfia nunca fue grandilocuente aunque si rotunda: fue curioso como los climax exclusivos de movimientos parecieron estar precedidos por un respiro que permitio culminaciones resueltas. Sawallich y su orquesta lograron, tal vez, el ideal de Bruckner, el ascenso de la gloria, mas que la elevacion del hombre, del credor mismo. Hablar del nivel de esta orquesta con casi un siglo de vida que alcanzara su mayor reconocimiento cuando la dirigio Eugene Ormandy (1936-80) es inutil. Todas sus secciones son impecables: los metales destacaron por su riqueza armonica; aun en los momentos mas intensos, instrumentos y secciones mantuvieron su rasgo propios. A modo de colofon habria que preguntarse: šEl lugar de Anton Bruckner en la historia forma parte de una tradicion, o el ha dejado una obra muy propia y lograda que solo orquestas excepcionales, como la de Filadelfia, le han dado su verdadero lugar?. .