SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: La intransigencia universitaria CREDITO: FABRIZIO MEJIA MADRID A finales de su administracion al frente de la Facultad de Filosofia y Letras, Arturo Azuela organizo un homenaje para Octavio Paz, Fernando Belaunzaran, quien entonces no era consejero universitario estudiantil, entro a la cafeteria de la facultad y espeto algo muy parecido a esto: "Los estudiantes democraticos no podemos permitir la presencia de Octavio Paz en esta escuela porque representa los mas negros intereses del monopolio de Televisa". Como es obvio, nadie lo secundo. El resultado final fue un acto emotivo en un aula magna a reventar de alumnos y profesores y un solitario Belaunzaran con un cartel a todo lo alto que hacia referencia a Azcarraga. El azar y la descomposicion del CEU tras el Congreso Universitario, hicieron de este estudiante el representante de su comunidad ante el Consejo Universitario. Su campana electoral consistio en disfrazarse de un correlato de Superbarrio, Superhumanidades, le llamo, y para ganar se vio obligado a romper con su propio grupo estudiantil, una corriente amplia no exclusiva del PRT que Antonio Santos habia formado al interior de la facultad tras las elecciones de 1988 y que, hasta donde recuerdo, organizaba act os culturales para los estudiantes. No habia tenido noticias de Belaunzaran hasta que una camara lo capto tratando de calmar a los ceuistas que provocaron la suspension de la penultima sesion del Consejo. Ahora, vuelve a aparecer en el acto del candidato Ernesto Zedillo en la Facultad de Contaduria y Administracion de la UNAM con sus acostumbradas censuras. No creo que el joven Belaunzaran haya participado directamente en la provocacion que el candidato del PRI tuvo que enfrentar a la salida de su acto proselitista, por la sencilla razon de que la ultima vez fracaso en su intento por tranquilizar a los estudiantes que interrumpieron el Consejo Universitario. Sin embargo, este consejero es un excelente ejemplo de la descomposicion que la vida politica de la UNAM ha sufrido en estos anos. Asi como en los salones de clases prevalece la opinion sobre la construccion de conocimiento, en la politica universitaria prevalece el veto y la consigna emotiva sobre la propuesta y el dialogo. No me refiero solo a los estudiantes, sino tambien al estilo que los ghettos de abogados, ingenieros, medicos y contadores han ejercido sobre los asuntos administrativos. En solo cuatro anos, la UNAM ha tenido dos oportunidades para reformarse bajo la administracion de Carpizo y durante el Congreso Universitario, pero el veto que sus sectores y feudos se imponen unos a otros ha hecho fracasar cualquier intento, desde arriba o desde abajo. Ninguna otra universidad del pais ha gozado del beneficio del presupuesto y la inmunidad como la UNAM, pero, aun asi, es incapaz de reformarse a si misma. Uno de los signos de la descomposicion de la UNAM es precisamente su poca vocacion democratica. En nombre de la autonomia, la izquierda estudiantilista, hoy reducida a sus expresiones mas sectarias, enarbola un veto en contra de la presencia del priismo en sus instalaciones, que no ejercio en el caso de otros candidatos. En el fondo, esta actitud es fundamentalmente corporativa: no escuchen a otro candidato mas que al mio. Incluso Elba Esther Gordillo, con toda la tradicion corporativa del SNTE, ha abando nado estas practicas y se reune con todos los candidatos, ademas del oficial. ¨Que pasa entonces con la UNAM? ¨Es acaso tan irreformable como el PRI, Pemex y la policia? El caso del CEU es todavia mas patetico. Durante el movimiento de 1986-87, sus lideres insistieron en los mecanismos democraticos para decidir la transformacion de su universiad. Pero el movimiento, los estudiantes, estaban mas preocupados por conservar el numero de examenes extraordinarios que en el dialogo. Hoy ya no existe el movimiento, pero los que hablan a nombre del CEU insisten en que son democraticos. Se quejaron amargamente de la interrupcion que algunos campesinos hicieron de una caravana que l levaba viveres al EZLN. ¨Por que ahora ellos interrumpen un acto electoral como si fueran campesinos hambrientos? Si alguien montara una provocacion en el acto electoral del ex ceuista y ahora perredista, Carlos Imaz, ¨tendrian derecho a protestar? La UNAM es publica y todos tienen derecho de organizar actos politicos sin tener que consultar a los poderes corporativos que la han hundido en la indigencia politica y cultural. Nadie protesto contra la presencia de Samuel Ruiz en la UNAM, nadie invoco la autonomia como un espacio imaginariamente virginal y puro, ni mucho menos el caracter laico de la educacion publica. Lo que se esconde detras del veto corporativo en la UNAM no es solo una actitud autoritaria y sectaria, sino un asunto mucho mas preocupante: una actitud anti-intelectual en el seno de una institucion de educacion, en la que ya no existe espacio para la duda, donde los grupos feudales ven a la politica y a la cultura como un lugar de creencias ciegas que la Historia acabara por imponer, en fin, revela una idea de la universidad como un instrumento para hacer politica nacional y no como lo que es, una escu ela con responsabilidades internas que cumplir y con un compromiso de modernizacion que no ha cristalizado. Desde la creacion del CEU, el gobierno ha visto a la universidad tambien como un lugar al que hay que dejar en paz, a riesgo de tener marchas en las calles. Asi paso con el aumento a las cuotas, que revelaron la despreocupacion del gabinete por la reforma universitaria. Abandonar a la UNAM, como hasta ahora la ha abandonado el gobierno por no se que calculos politicos, significa acaso dejarla trabajar para su propia descomposicion. .