SEC. INF. GRAL. PAG. 3 CABEZA: La senora Colosio y la politica CREDITO: Renward Garcia Medrano Quiza la mayor virtud del discurso de Diana Laura Riojas viuda de Colosio en el 20 Congreso del Club Rotario sea que demostro, en un momento tan agitado como el que vivimos que hay una dimension de la politica con mayuscula, que esta por encima del inmediatismo y de las ambiciones a menudo malsanas por las candidaturas. Ignoro que "lecturas" le han dado los politologos, los asesores, los consejeros, los politicos a ese breve discurso, pero poco lo han comentado los analistas politicos en los diarios, a pesa r de su oportunidad, su ponderacion y su importancia. O tal vez por eso. De la tragedia emergio la senora Colosio como una mujer, como un ser humano que no conociamos y que quiza ni ella misma intuia. Su entereza, su lucidez en los momentos mas criticos, su don natural para darle una sustancia profundamente humana a la reflexion politica, su increible amor a la vida y su vocacion de luchar contra toda adversidad, con mensajes frescos, limpios, necesarios para una sociedad como la nuestra tan lastimada por las distintas formas de violencia. La senora Colosio esta por encima de toda ambicion politica personal. Por eso su presencia en una tribuna publica tiene la mayor autenticidad y llega en el momento justo, cuando la sociedad necesita asideros, valores y perspectivas que le muestren la luz al final del tunel; certezas fundamentales, hombres y mujeres en quienes creer. Los necesita para recordar que la politica no solo es el espectaculo degradante de la batalla por las candidaturas en todos los partidos viables, ni el intercambio de agravios n i la simulacion, sino la noble actividad de hombres y mujeres que buscan remedios para los problemas colectivos, soluciones para los asuntos publicos. En esa noble dimension, y no en otra, el discurso de la senora Colosio ante los rotarios es un hecho politico. Su propuesta central es el rescate de la familia como nucleo central de la sociedad. Alli se encuentra, a su juicio, el "generoso manantial de riqueza moral donde aprendemos lo que es la convivencia, el respeto al derecho ajeno, la buena fe, la generosidad, los valores que nos enaltecen como seres humanos". Dicho esto por quien ha encontrado alivio en su propia familia y ha tenido que experimentar que "ser cabeza de familia implica una gran responsabilidad", adquiere un elevado valor. Yo se que hay muchas otras mujeres, a menudo muy pobres, que son el sosten material y moral de sus familias. Pero la figura publica de la senora Colosio, que no ha sido disenada por ningun especialista en imagen, le permite llamar la atencion de la sociedad hacia la institucion familiar como una entidad creadora no solo de seres humanos, sino tambien de ideas y valores. Y realza con sencillez, con palabras ajenas al feminismo tradicional, no beligerantes, el papel central de la mujer en la familia y en la s ociedad. Un mensaje que permea las escasas dos cuartillas de su discurso es la fortaleza ante la adversidad. "A veces -dice- pareciera que el camino se acabo con el puente derrumbado, aquel puente construido con el esfuerzo. Algunos, tal vez, pensarian que el camino ahi acabo, que no habria ya nada por hacer, pero basta con mirar alrededor y escuchar la voz quebrada por la desilusion para recibir el llamado de la conciencia. Quienes lo hemos escuchado sabemos que tenemos un compromiso, una cita puntual con nuestra c omunidad". Y ese compromiso se basa en el esfuerzo individual, en la voluntad de cada persona y cada sociedad para cumplir con dignidad las tareas que le correspondan, porque "nadie podra asegurarnos un papel en la transformacion de nuestro mundo si nosotros no luchamos por el". Subrayar el valor de la familia, del esfuerzo y de la voluntad, hacerlo en esta hora complicada de Mexico y en voz de una de las mexicanas que han mostrado mayor entereza, encierra un claro mensaje politico. No es exactamente el mensaje de Colosio, sino el de quien perdio con el mas que cualquiera de nosotros. El mensaje de alguien que no solo heredo un concepto y un proyecto de nacion, sino tambien de responsabilidad concreta, dificil, de formar a sus hijos en ausencia definitiva de su padre. Es el mensaje de una mujer que cree firmemente en la familia pero que no se refugia indefinidamente en ella para aliviar su dolor sino que sale a la sociedad para contribuir a restanar las heridas que todos tenemos. Porque la nacion ha sido herida desde el asesinato de Colosio, desde la muerte del cardenal Posadas, desde los secuestros de los senores Harp Helu y Losada Moreno, desde que Chiapas nos mostro, en una misma figura anonima, la yuxtaposicion de rostros contradictorios: el de la miseria y el de la discriminacio n, el del autoritarismo caciquil y el de la lucha innoble en las comunidades indigenas a nombre de religiones y religiosos, y tambien el rostro del exhibionismo exacerbado de los intelectuales clasemedieros. La senora Colosio salio de su casa con su dolor para hacer politica, para llamar a los mexicanos a la unidad, restablecer la esperanza y convocarlos a la paz. "Asumo ante ustedes -dijo a los rotarios- la responsabilidad de defender las propuestas que hace tan solo unos meses resonaron intensamente por las casas, las calles, las plazas de Mexico; las propuestas por estar unidos fuertes, plenos de libertades, en paz, transitando por los amplios cauces de la democracia y la justicia". Esa es la politica que es ta haciendo la viuda de Colosio y que sin duda contribuira a refrescar el ambiente enrarecido de las descalificaciones, las mentiras, las amenazas de violencia, las disputas por cargos que se empequenecen cuando no se viven como oportunidad de servir. .