PAG. 19 SECCION: INTERNACIONAL CINTILLO: TRADICION EN LA ISLA CABEZA: EL DE AOUL CEDRAS, ULTIMO GOLPE DE UNA LISTA QUE PARECE INTERMINABLE CREDITO: JOSE MANUEL GIL DE LA TORRE El regimen de facto haitiano, en el poder desde septiembre de 1991, hizo caso omiso a los llamados de la Organizacion de las Naciones Unidas (ONU) para que permitieran la restauracion del regimen democratico en el pais antillano, por lo que el secretario general del organismo mundial, Butros Ghali, allano el camino para que a partir de las cero horas del domingo 22 de mayo, entre en vigor la resolucion 917 aprobada por el Consejo de Seguridad, que impone un embargo total a Haiti. Hace 33 meses el incipiente sueno democratico haitiano se trunco con el golpe de Estado que encabezo el general Raoul Cedras, con el que derroco al primer presidente electo en forma verdaderamente democratica en Haiti, Jean Bertrand Aristide. Con ello, la tambaleante democracia haitiana sufrio una nueva derrota. Desde que Haiti obtuvo su independencia, en 1804, los momentos de calma y estabilidad han sido pocos. Tan solo en el periodo de 1843 a 1915, entre enconadas luchas politicas y en medio de un agudo desorden administrativo, Haiti vivio 22 gobiernos de facto, que acabaron cuando Estados Unidos ocupo militarmente el pais. En 1957, despues de una gran agitacion politica y seis gobiernos diferentes tan solo en ese ano, Francois Duvalier, conocido como Papa Doc, fue elegido presidente. Su gobierno es recordado por la ferrea dictadura que impuso, por el terror, la violencia y las torturas que desato y por las arbitrariedades y vejaciones que cometio la guardia paramilitar creada por el para sostener su regimen: los tonton-macoutes. Duvalier muere en 1971 pero la dictadura sobrevive hasta 1986 en manos de su hijo, Jean-Claude o Baby Doc, obligado finalmente a exiliarse en Francia. De los fraudulentos comicios presidenciales de enero de 1986, Leslie Manigat es electo presidente, pero su mandato se vio truncado por el golpe de Estado que asestan los militares encabezados por el coronel Prosper Avril. Meses despues Avril, ya general y autoproclamado presidente, es obligado, por la presion surgida de las manifestaciones populares, a entreg ar el poder y establecer el compromiso de formar un gobierno provisional que organice nuevas elecciones presidenciales. La tarea le es encomendada a la senora Ertha Pascal Trouillot. Los comicios se celebran en diciembre de 1990, resultando vencedor el padre Jean Bertrand Aristide, representante de un frente nacional para el cambio y la democracia, conocido como Lavalas. Aristide se registro para las elecciones en el mes de octubre y en menos de una semana logro que se inscribieran para votar mas de un millon de electores. Aristide conquisto casi el 70 por ciento de los votos pero no logro contener el peso de la historia contra la democracia en Haiti. El general Raoul Cedras encabezo un golpe militar que lo derroco tan solo ocho meses despues de haber tomado posesion. El hecho llevo a Aristide al exilio, desato la condena inmediata de la comunidad internacional y comenzo un intenso esfuerzo diplomatico, encabezado por el ex canciller argentino Dante Caputo para restablecer el orden democratico. Los esfuerzos han sido vanos. El punto mas cercano a un acuerdo fue el pacto firmado por Aristide y Cedras en la Isla de los Gobernadores, en Nueva York, el 3 de julio de 1993. El acuerdo estipulaba el regreso de Aristide a Puerto Principe para el 30 de octubre, la renuncia de Cedras como jefe del Estado Mayor para el 15 de julio y la inmediata remocion del jefe de la policia de Puerto Principe, Joseph Michel Francois, asi como el envio de una fuerza de paz de la ONU encargada de separar a la policia del ej ercito y de reestructurar ambos cuerpos. En septiembre, Cedras y Francois declararon que no renunciarian y echaron abajo el acuerdo de Nueva York. Hoy continua el regimen de facto en Haiti, los ciudadanos que han huido del pais suman varias decenas de miles y la comunidad internacional se debate ante la disyuntiva de imponer nuevos y mas ferreos embargos a Haiti para obligar a los militares a dejar el poder o usar la fuerza para acelerar su salida. La democracia no se impone, se aprende y en Haiti no parece haber el deseo de darle una oportunidad. .