SECCION ESPECTACULOS PAGINA 40 BALAZO: HETERODOXIAS CABEZA: Todos los hombres de Duke CREDITO: DAVID CORTES Helen Oakley Dance, reputado escritor, famoso por ser el autor de Stormy Monday, propuso a Irving Mills, visionario empresario de la industria del disco, iniciar una serie de grabaciones de grupos pequenos dirigidos por musicos pertenecientes a la orquesta de Duke Ellington. Eran los albores de la decada de los treinta, un periodo rutilante para el pianista. Duke estaba al tanto del proyecto y en cierta forma lo alentaba. No solo porque conocia el talento de cada uno de sus instrumentistas, tambien sabia de la necesidad de que estos descubrieran sus habilidades de lideres y que se explayaran como compositores. Hablamos de una epoca en la cual Ellington concentraba a su alrededor a todos los hombres; o, lo que es lo mismo, su orquesta encarnaba el jazz. Ellington, no obstante dedicarse por entero a dirigir su orquesta y acostumbrado a ver su nombre, en grandes letras, a las afueras del Cotton Club, solia recordar no sin cierta nostalgia sus inicios en un pequeno combo. Por ello, con frecuencia regresaba a grabar algunos temas al frente de un punado de musicos. Una vez que Oakley fraguo la idea de grabar estos corpusculos y Ellington dio su consentimiento, comenzaron las sesiones. Bajo la paciente mirada de su director, la orquesta se desdoblaba en distintas agrupaciones. Nacieron asi Rex Stewart & His Orchestra, Rex Stewart & His 52nd Steet Stompers, Barney Bigard & His Jazzopators, Cootie Williams & His Rug Cutters, The Gotham Stompers, Johnny Hodges & His Orchestra, pequenos grupos lidereados por hombres prominentes en la orquesta de Ellington y que le permitieron ver con claridad al pianista las alianzas internas, asi como las envidias (entre el trompetista Cootie Williams y el saxofonista Johnny Hodges habia una aceptacion de las habilidades de cada uno, mientras Harry Carney, sax baritono, y Juan Tizol, trombon, no se adherian a fraccion alguna y mostraban profunda lealtad a Ellington). Esas grabaciones, recopiladas en un par de albumes dobles: The Dukes Men. Small Groups Vol. 1 y 2, gozan de una espontaneidad y una frescura envidiables. El paso del tiempo no ha sido benigno, llegan filtradas por altavoces, con un sonido metalico que las deforma, pero que no roba en nada su esencia. Oakley, principal instigador de las sesiones, cuenta: "Nada se planeo. Duke mismo se sentaba al piano, confiado y relajado. Luego preguntaba ¨bueno, a donde vamos? Las sesiones comenzaban ya entrada l a noche, algunas veces luego de la presentacion de la orquesta en algun club, y terminaban al amanecer, cuando de repente el tiempo se acababa". Fruto de la sabiduria era la actitud de Ellington. Al replegarse a intervenir unicamente como musico de apoyo, el compositor propicio el florecimiento de un nuevo espiritu, de una creciente energia advertible en el swing que permea cada uno de los cortes aqui incluidos. De hecho Duke siempre tuvo control total de la situacion y las respectivas personalidades musicales de sus estrellas nunca fueron opacadas, al grado de que cada uno de estos pequenos grupos presenta caracteristicas distintivas .