SECCION ESPECTACULOS PAGINA 40 BALAZO: SPEAKEASY CABEZA: Ellington, un duque de Harlem CREDITO: SERGIO MONSALVO C. Cuando Duke Ellington se integro al elenco del Cotton Club de Harlem cambio el nombre de su banda de Washingtonianos a la de Jungle Band. Sus orquestaciones y titulos reflejaron ese concepto. La sociedad blanca y moralista se alarmo: "En su espectaculo se da rienda suelta a las bajezas que ha traido consigo el jazz. Bailes y poses en extremo morbosos, en los que todos los miembros de su banda grunen, jadean y tocan obscenamente sus intrumentos", escribieron los defensores de las buenas costumbres. El jazz era Harlem y Harlem era, segun estos opinadores publicos, "una de las ciudades mas pecaminosas del mundo occidental". Para ellos, el llamado sensual, interdisciplinado de la jungla seducia a la civilizacion balanca a su condena. Ahi, "uno podia ver a las mujeres blancas trotando, alardeando o pavoneandose con los negros enmedio de instrumentos que gorjean musica sensual". Tales ideas se extendieron, o fueron difundidas por los medios de entonces, al mundo entero. En Europa, sin embargo, gente como Debussy, Satie y Stravinsky mostraron interes por conocer a los creadores de ello. Era un suelo preparado para el jazz y este comenzo a extenderse sin demora. Tan pronto como la RCA Victor empezo a grabar a las bandas de jazz desde 1917, los europeos importaron los discos. Los parisinos fueron los primeros en escuchar el jazz en vivo, en noviembre de 1918. En Inglaterra, hasta un ano despues, con la Sounthern Syncopated Orchestra de Nueva Orleans. Louis Armstrong llego a la Gran Bretana hasta 1932, pero su gira no logro un exito incondicional. No obstante, cuando le toco a Ellington hacer lo mismo en 1933 produjo criticas mezcladas, pero igualmente sirvio para elevar su sentido de la importancia de su musica como artista norteamericano. Los defensores de Ellington enfatizaron sus aspiraciones culturales en una campana promocional que lo precedio. Su agente de prensa aseguro a los medios periodisticos ingleses -escandalizados por lo escrito por sus colegas de la Union Americana- que este director de banda era "bien educado y caballeroso en sus modales". Por su parte, el destacado compositor londinense Percy Graiger comparo a Ellington con J. S. Bach y con Delius. Los britanicos, por lo tanto, estaban intrigados, pero no tanto como para permitir que los musicos negros se hospedaran en algun buen hotel. No le concedian a su lider el titulo de "Duke" para nada. A pesar de todo, los musicos de Ellington estaban autenticamete sorprendidos por los saludos de tanta gente que ya conocia la historia y repertorio de la banda. Un importante critico de jazz ingles, Spike Hughes, asesoro a los publicos en cuanto a como reaccionar ante la musica de Ellington: "Cuando Trick Sam (Nanton) toque su solo no se debe reir... es arte; y no aplaudan en medio de los numeros." Ellington, por su lado, estuvo a tono con la respuesta del publico, diseno su personaje musical para sus expectativas y llego a sentir que lo valoraban como un artista negro. Los criticos de toda Europa llegaron a Londres para informar sobre la banda del musico y escucharon lo que quisieron escuchar: Ernst Newman (aleman) decidio que Ellington era "el Dionisio de Harlem"; Fran‡ois Debray (frances) nunca dejo de hablar de las cualidades afrodisiacas de la musica de Ellington; Jean van der Meere (holandes) alabo su sofisticacion "casi de caracter europeo", y Constant Lambret (ingles) escribio: "Ellingto n no es un simple director de banda y arreglista, sino tambien un compositor de merito singular, probablemente el primer compositor de caracter real que sale de los Estados Unidos". Duke Ellington vivio lo suficiente como para saber que tal consideracion se le otorgo tanto fuera como dentro de su propio pais, a pesar de todos los racismos habidos y por haber. Y para corroborarlo se podia remitir a su voluminosa obra: canciones sencillas, musica para teatro; soundtracks para peliculas dramaticas y melodramas de television, musica para piano solo; duetos para piano y contrabajo; musica para pequenas formaciones de jazz, desde sextetos hasta octetos, cientos de pequenas composi ciones para big band; obras mas largas, normalmente suites para orquestas de jazz, a veces con cantantes, y para los ultimos conciertos "sagrados" tambien con bailarines de claque; obras para combinacion de grupo de jazz con orquesta sinfonica, etc. A lo largo de su carrera, Ellington se encontro con innumerables audiencias a las que logro atraer hasta su nivel. Hacia su musica guiaba a sus musicos y alcanzaba a sus oyentes. La obra surgia de su capacidad para buscar y obtener lo mejor de cada situacion y de cada individuo. Lo abarco todo .