SECCION CULTURA PAGINA 34 BALAZO: ARTES PLASTICAS/y II CABEZA: Francesc Torres: la historia como drama CREDITO: ANTONIO ESPINOZA movimiento lento que nos permite en treinta minutos observar seis segundos del material filmico original (4). El artista sabe muy bien que la historia es cambio, flujo constante. Y sabe tambien que en la historia no todos los cambios se dan de igual ritmo y velocidad. Los acontecimientos historicos surgen todos los dias, a cada momento, y las cadenas de noticias se encargan de darlos a conocer. Es por ello que Torres incluye en su instalacion, al lado izquierdo de las proyecciones, un televisor sintonizado con la cadena CNN que emite sin cesar las noticias que van surgiendo, pero con un sonido distorsionado, en clara alusion a la manipulacion informativa que padecemos. Al abordar el proceso historico como lo hace, Francesc Torres se acerca un poco a la tesis del gran historiador frances Fernand Braudel, autor de las obras clasicas de la historiografia moderna: El Mediterraneo y el mundo mediterraneo en la epoca de Felipe II (1949) (5). La concepcion braudeliana sobre los tiempos largos, medios y cortos de la historia, evidentemente, es bien conocida por el artista. Torres sabe que la historia es plural, que existen, como decia Braudel, "historias paralelas con dist intas velocidades" (6). En su instalacion predomina el tiempo corto, la historia de los acontecimientos y de los individuos. La diferencia entre los eventos proyectados lentamente en video y las noticias de la CNN, es que aquellos lograron trascender mientras que estas todavia tendran que pasar la prueba del tiempo para demostrar su importancia historica. Poner enfasis en los hombres que han sido los protagonistas principales de los grandes acontecimientos del siglo XX, no significa que Francesc Torres considere a la historia como un desfile de personalidades todopoderosas. El no cree, como creia el escritor escoces Thomas Carlyle, que la historia sea la biografia de los grandes hombres (7). El artista, sin embargo, esta convencido de que las fuerzas individuales juegan un papel importante a veces decisivo en el proceso historico (šalguien podria negarlo?). Es por ello que en su instalaciones se plantea la cuestion de por que ciertos individuos pueden elevarse sobre los demas y convertirse en figuras historicas de relieve, en seres que marcan personalmente su tiempo y lo trascienden. šPodria entenderse la historia de nuestro siglo sin Lenin, Hitler, Churchill, Roosevelt, Stalin, Ben-Gurion, Ben Bella y Gorbachov? Todos estos hombres, sin duda, han contribuido a la construccion de ese drama perpetuo que se llama historia. Y no es gratuito que sea un chimpance (una figura realizada en fibra de vidrio) el espectador de dicho drama. Sentado en una silla alta y giratoria, el mono ("pariente afortunado", dice Torres) (8) observa perplejo la lenta proyeccion de las imagenes, el espectaculo de un siglo barbaro, la eterna tragedia humana que, para su suerte, no es la suya. La unica referencia explicitamente goyesca en la exposicion es el grabado Subir y bajar, que pertenece a la serie Los caprichos (1797-1799). La pequena pieza forma parte tambien de la instalacion que da titulo a la muestra (se encuentra al lado derecho de las proyecciones) y su inclusion refuerza el complejo discurso critico-estetico de Francesc Torres. Si es demasiado tarde para celebrar a los heroes anonimos de Goya, no lo es para exhibir las subidas y bajadas de la historia. La historia es un gran drama, no un discurso racional guiado por leyes inmutables. De ahi que Torres cuestione abiertamente la dialectica hegeliana, y por ende, la marxista. Cuando Raquel Tibol le pregunto a Francesc Torres si era pacifista, el artista le contesto que prefiria definirse como "anticapitalista" (9). En la muestra hace evidente su anticapitalismo pero tambien su antitotalitarismo. Lo mismo critica el militarismo norteamericano que la falsificacion historica del socialismo real. Su critica es demoledora y sus recursos multiples: reproducciones fotograficas en cibrachrome de la revista Newsweek, manipuladas con toques pictoricos a la action paintin g; una version chusca del Caballo de Troya; una mesa maquiavelica para "heroes hegelianos"; seis enormes fotos de esculturas que representan a personajes antiguos; una motocicleta chocada; un casco de soldado convertido en nido para huevos de bronce; un libro de historia cuyas paginas son campos de accion de pequenos tanques; la imagen de Marx en el centro de una llanta; la imagen de Nietzsche en el centro de un volante; la utopia representada como un pequeno avion de plomo y laton (como los que hacen lo s ninos con papel) y como un barco que se hunde. En el mundo actual ya (casi) no hay lugar para la utopia. Este parece ser el mensaje central de Francesc Torres. La gran esperanza que alento la Revolucion Rusa de 1917 se ha desvanecido, la gran utopia socialista ha muerto. La extinta Union Sovietica fue monstruo de la historia. En una de sus obras mas impactantes, Historia y farsa (1992), Torres es contundente. Un martillo llamado historia, que lleva en su cabeza un retrato de Lenin, ha descargado muchos golpes sobre una placa de plomo llamada farsa, dejando impresa en ella la imagen del lider de la revolucion bolchevique. Todo fue un espectaculo grotesco, una farsa sangrienta hecha a golpes brutales de hoz y martillo. La utopia socialista fue un capitulo mas del drama de la historia. Y sus millones de heroes anonimos, como los de Goya, fueron arrojados a la fosa comun del olvido. NOTAS 4 Esto lo explica bien Torres en su texto del catalogo. Ibidem, pp. 76-77. 5 Fernand Braudel, El Mediterraneo y el mundo mediterraneo en la epoca de Felipe II, Mexico, Fondo de Cultura Economica, 1953. 6 Jean-Jacques Brochier y Francois Ewald, "Mares y tiempo de historia. Fernand Braudel entrevistado por J.J. Brochier y F. Ewald" en Vuelta, Mexico, numero 103, junio de 1985, p. 44. 7 Sobre el autor de la Historia de la Revolucion Francesa y Los heroes,la historiadora Josefina Zoraida Vazquez ha escrito: "En realidad, encontramos que Carlyle quizo hacer con sus heroes lo que otros romanticos pretendieron con el pueblo. Al escribir mantenia frente a si un retrato de su heroe, para animarlo con su narracion y lograr que el lector lo sintiera tambien, igualmente cerca". Josefina Zoraida Vazquez, Historia de la historiografia, Mexico, Ediciones Ateneo, S.A., 1983, p.111. 8 Francesc Torres, "El libro de historia..." en op.cit., p. 77. 9 Raquel Tibol, "Nuevo arte politico de Francesc Torres en el MAM" en Proceso, Mexico, numero 908, 28 de marzo de 1994, p. 65. .