SECCION INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: Mas alla del debate CREDITO: Jacqueline Peschard Mucho se ha insistido que el debate entre los tres candidatos presidenciales mas importantes tuvo un impacto positivo no solamente para el proceso electoral del proximo 21 de agosto, es decir, en el corto plazo, sino para el desarrollo politico del pais, es decir, desde una perspectiva de mas largo aliento. El debate inauguro una nueva epoca en nuestra tan accidentada transicion a la democracia, porque abrio los medios electronicos para los partidos politicos en condiciones de equidad y porque con esto sometio a una parte del poder en este caso a su candidato al escrutinio publico. Pero para que estas novedades historicas no se queden en actos aislados, capaces de ser revertidos, es indispensable que las distintas fuerzas politicas se comprometan con los espacios politicos que abrio el debate El debate fue ante todo un acto de civilidad politica porque puso cara a cara a los dos contendientes mas enfrentados entre si hoy, que provienen del mismo legado politico y que se reclaman los autenticos promotores del cambio. Esta circunstancia ofrece una primera garantia de que la jornada electoral pueda desarrollarse pacificamente, y ello puede estimular la participacion de los ciudadanos, sobre todo en este momento en que esta se ha visto amenazada por los brotes de violencia recientes. Aunque todavia faltan mas de tres meses para que los comicios se realicen, es probable que los efectos beneficos del debate se prolonguen y puedan entonces incidir sobre esa tercera parte del electorado que hoy dice estar indecisa y que por regla general suele definir sus preferencias en el ultimo momento. El caracter inedito del debate le ha dado alientos a las campanas, lo cual, puede ser una palanca para la realizacion de nuevos debates con los que las propuestas de cada contendiente puedan ganar en prec ision y profunidad, ademas de que se pueda mantener vivos el interes y la confianza en la via institucional del sufragio. Es indudable que el debate personaliza aun mas la contienda presidencial, pero al mismo tiempo ayuda a desmitificar o si se quiere a humanizar a los politicos, porque los hace mas visibles y accesibles al gran publico, particularmente a traves de un medio frio como es la television. Esto puede aligerar la frecuente pesadez de la politica. Desde una optica que rebase el implacable tiempo electoral, el debate puede significar algo mas que una novedad historica que se pierda en el tiempo, si es capaz de obligar al poder a establecer un compromiso no solamente en relacion a la apertura de los medios de comunicacion, sino en lo que se refiere a una asignatura pendiente en nuestro pais que es un principio basico de la convivencia democratica: el establecimiento de canales a traves de los cuales el poder se responsabilice politicamente de sus actos .. En paises democraticos estables, una de las reglas basicas del quehacer publico es que los gobiernos esten constantemente sometidos a la supervision y al escrutinio de la poblacion ciudadana tanto a traves de los organos formales de representacion popular (Congresos o Parlamentos), como a traves de diferentes instancias de expresion de la opinion publica como son los medios de comunicacion tanto escritos como electronicos. En Mexico, los asuntos del poder se han manejado tradicionalmente como secretos de Estado de los cuales la poblacion ha estado marginada. Esto es, son cuestiones que no han estado expuestas a la observacion y evaluacion de la poblacion. Ni el Congreso que es el poder que por definicion esta encargado de vigilar el desempeno del Poder Ejecutivo, ni los medios masivos de comunicacion que son los ojos y los oidos de la sociedad, han cumplido esta tarea. El poder, entonces, no ha tenido que responsabilizarse politicamente ante la sociedad, ni ha tenido obligacion alguna de responder frente a reclamos por sus actos y decisiones. La complicidad de los medios sobre todo electronicos ha sido enorme, aunque explicable por la cantidad de prebendas que tal conducta les ha redituado. La idea de la responsabilidad politica del poder implica la existencia de limites al poder, y por tanto la garantia de que no se abuse de su ejercicio. Para que el poder en Mexico asuma esta responsabilidad es indispensable se realicen disposiciones legales que estan pendientes como la reglamentacion de la informacion, pero sobre todo que se demuestre voluntad politica para implantar este tipo de practicas. Los debates entre candidatos abren la puerta para que se vaya forjando la costumbre de la responsabilidad politica del poder porque iran sometiendo a la vigilancia y a la critica de la opinion publica a los aspirantes a ocupar los puestos mas altos de la estructura de poder en nuestro pais. Si esta novedad se asienta y eventualmente se reglamenta para darle permanencia, puede ser un factor que contribuya a que se modifiquen premisas muy arraigadas del quehacer politico en Mexico. Dado que la sociedad ha ido adquiriendo mayor presencia en el escenario politico, esta exposicion de los candidatos al juicio de la opinion publica bien puede caer en terreno fertil para avanzar en esa asignatura pendiente y agraviante que es la de un poder fuerte sin responsabilidad politica. .